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viernes, 4 de abril de 2014
AMIGOS SON LOS AMIGOS. Por Julio Dornel
Escritor y periodista Julio Dornel
Es evidente que el mercado laboral viene sufriendo los cambios experimentados en los últimos años donde resulta muy difícil acceder a un empleo si previamente no remite su “currículum” detallando minuciosamente sus antecedentes. Todo pasa inevitablemente por los méritos del candidato y en algunas oportunidades por las tarjetas de recomendación que pueda portar para el político de turno. Estudios cursados, datos personales, experiencia laboral, idiomas, referencias y otros etcéteras que suelen terminar con la visita al psicólogo. Sin embargo es evidente que las autoridades no pueden estar en todos lados y suceden cosas que suelen rayar en el mentado “amiguismo” denunciado durante muchos años. Tal el caso de un afligido padre que recurre a un amigo de la infancia que casualmente está integrando el gabinete ministerial.El muchacho termina el bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada. Como el padre es un tipo de renombre, lo aprieta: - ¿Ah? ¿No quieres estudiar?? Bueno, yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar. ¿Estamos? El padre, que es un hombre con mucho dinero y metido en la política, trata de conseguirle un empleo y habla con uno de sus compañeros de partido que está en este momento en el gabinete ministerial, y le dice:-Rodríguez, ¿Te acordarás de mi hijo? Bueno, pues fíjate que terminó el bachillerato y no quiere estudiar más, al menos por ahora. Si puedes, necesitaría ya un puesto como para que empiece a trabajar, mientras decide si va a seguir una carrera... El asunto es que haga algo y no vague ni pase en la casa haciendo nada, y así a ver si se compone y hace algo de provecho. ¿Me entiendes?
A los tres días llama Rodríguez:
Tito, ya está. Asesor del Presidente de la República. Unos $ 90.000 al mes, Belleza Verdad!!!!!!!!!!!! No, no embromes, Rodríguez! ¡Es una locura!, Recién empieza. Tiene que comenzar de abajo y, con mucho dinero, se va a poner peor.
A los dos días, de nuevo Rodríguez: - Tito, ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Asistente Privado de un Diputado. El sueldo es más modesto, de $ 40,000 al mes... ¡No, Rodríguez!, ¡Acaba de salir de la preparatoria! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar. ¿Me entiendes? Al otro día: - Tito, ahora sí... Jefe de compras en el Ministerio de Comunicaciones, ya está, claro que el sueldo se va muy abajo...Serán $ 30,000, nada más.
Pero Rodríguez, ¡por favor!, Consígueme algo más modesto. Va empezando... Algo de unos $ 5,000 ó $ 6,000. - No, eso es imposible, Tito. - ¿Por qué?
- Porque esos cargos son por concurso. Necesita currículum, inglés, título universitario, haber hecho por lo menos una maestría o un post-grado en el extranjero, haber hecho mérito, estar afiliado a un sindicato, antecedentes... Y por supuesto, experiencia previa. Está difícil, Tito, está difícil. Trabajos así no se encuentran fácilmente...
Aclaración: El texto no es nuestro pero lo firmamos.
La última encuesta de Cifra Daniel Chasquetti
Doctor en Ciencia Política.
Profesor del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.
La última encuesta de la
empresa Cifra, dirigida por Luis Eduardo González, puede convertirse en
un hito en la carrera presidencial. Por primera vez en diez años, las
tendencias electorales parecen cambiar y ello seguramente generará
impactos en las estrategias de camapaña.
En grandes líneas, los resultados del estudio
muestran tres hallazgos significativos. Primero, el equilibrio entre
bloques electorales parece romperse, pues la intención de voto sumada de
los partidos de oposición supera en cinco puntos porcentuales a la
alcanzada por el Frente Amplio (49% a 44%). Segundo, los márgenes de
maniobra se angostan, pues la proporción de votantes indecisos ha caído
(7%) pese a la distancia temporal que nos separa de la elección
nacional. Tercero, existen movimientos electorales no previstos cuyo
componente más relevante es la fuga de votantes de centro que viene
sufriendo el Frente Amplio.
Si estas tendencias se mantienen
inalteradas, cualquier observador más o menos imparcial podría aventurar
la necesidad de realizar una segunda vuelta presidencial en noviembre y
la elección de una legislatura sin mayorías monopartidistas. El
resultado del balotaje tendría entonces un pronóstico reservado y
terminaríamos con los favoritismos esculpidos en piedra.
Ante todo esto, la pregunta que sigue es
casi de cajón: “¿qué está sucediendo con la campaña?”. No obstante,
antes de avanzar y sobre todo para evitar malas interpretaciones
conviene aclarar lo siguiente. Confirmar un hallazgo tan sustantivo como
el que presenta Cifra (la modificación de sólidas tendencias mostradas
por el electorado durante casi una década), requiere de la comparación
con otras encuestas. Es decir, sería importante confrontar estos datos
con nuevos estudios realizados por la misma empresa en los próximos
meses, pero también compararlos con los encontrados por otras empresas
en el mismo mes. Este tipo de exámenes podremos hacerlos en los próximos
meses y echarán luz acerca de lo que efectivamente está sucediendo, No
obstante, aún así, entiendo que el análisis que presento a continuación
puede resultar útil para comprender cuáles son los comportamientos y
decisiones que benefician o perjudican a los partidos y candidatos en la
ardua tarea de conquistar el voto ciudadano.
En el Frente Amplio, la aparición de la
candidatura de Constanza Moreira no ha sido inocua. La novel candidata
representa un estado de ánimo bastante extendido en filas frentistas que
exige renovación generacional y cambio en la forma de abordar
diferentes cuestiones. En principio, su aparición como candidata fue
vista como un acto de rebeldía que podría contribuir a evitar la fuga de
votos por izquierda. De hecho, las encuestas confirman que desde que
Moreira está en el ruedo la intención de voto de Unidad Popular, partido
situado a la izquierda del Frente Amplio, tiende a disminuir hasta
perderse en el universo difuso del margen de error de las encuestas. Sin
embargo, su candidatura supone bastante más que un simple cerrojo por
la puerta de izquierda, pues su discurso devela algunas cuestiones
pendientes que el Frente Amplio y su gobierno no han querido o no han
sabido procesar: ¿está bien lo que el país gasta en Defensa?, ¿está bien
que los candidatos del Frente Amplio sean siempre los mismos?, ¿está
bien que el sistema político postergue a las mujeres?, ¿está bien el
cuoteo sectorial que realiza el Frente Amplio para cubrir los cargos de
gobierno?, etc. Estos temas golpean la conciencia del votante mediano
del Frente Amplio y generan un clima de confusión en ciertos sectores de
la izquierda.
A Tabaré Vázquez, político con un olfato
envidiable, la aparición de Constanza Moreira no le fue indiferente.
Anticipó su regreso a la política (luego de un confuso retiro suscitado
por declaraciones vinculadas al conflicto con Argentina), inició su
campaña en pleno verano, cerró las fuentes de financiamiento partidario a
la campaña de la otra candidata, y cultivó con éxito el apoyo del
gobierno y de la dirección y estructura frentistas. Pero aún así, con un
escenario tan favorable, no sabemos si por error estratégico o por
simple orgullo, Tabaré Vázquez comenzó a competir con Moreira, mediante
la construcción de un discurso orientado a capturar al público de
izquierda. Propuso un 6% para la enseñanza, aun cuando el Congreso del
Frente Amplio no tomó decisión al respecto y su eventual futuro ministro
de economía, Danilo Astori, se opone a prometer cifras que puedan
suponer un corset para el futuro gobierno. Explicó que la enseñanza no
está tan mal y que los medios de comunicación exageran, pese a que para
la opinión pública éste es un tema de preocupación y que para los
frentistas representa un debe ineludible que un futuro gobierno de
izquierda debería resolver de una vez y para siempre. Y lo mismo ocurre
con temas donde el gobierno ha recibido reparos o críticas como la
seguridad, la vivienda o la inversión en infraestructura. O sea, Vázquez
fue a la izquierda con el ánimo de no perder votos con su débil rival
de turno, pero no se percató que podría perderlos por el centro.
Pero hay más. Desde el entorno de
Moreira y desde las páginas y portales de ciertos medios de prensa
cuestionadores de la izquierda, comenzó a tejerse una sostenida campaña
tendiente a modificar la imagen pública del candidato. Aquella visión
del líder responsable, audaz y con sensibilidad social, dejó paso a la
de un candidato con pocas novedades discursivas (más de lo mismo) y con
soluciones programáticas limitadas por los equilibrios internos del
Frente Amplio. Todo ello vuelve a Vázquez un candidato inaceptable para
una parte del voto “duro” de izquierda, pero también lo vuelve poco
atractivo para los votantes de centro de este partido. Las críticas se
amontonan y apuntan a su avanzada edad; su posición sobre temas
polémicos como el aborto, la relación con Estados Unidos o la
legalización de las drogas; el hecho de ser el único candidato que tiene
guardaespaldas, etc. etc. Con paciencia milenaria, la gota degrada a la
roca.
Por tanto, tenemos un candidato que
debería ganar cómodamente la interna de su partido, pero que por algún
motivo no explicitado se corre a la izquierda en la búsqueda de votos
prescindibles. Al mismo tiempo recibe dardos de sus contrincantes que
erosionan su imagen pública. No tengo claro si sus asesores se han
percatado de esta situación, pero lo cierto es que de manera casi
insólita, Vázquez comienza a tener problemas y abre así interrogantes
respecto al resultado de la elección. Cuanto más a la izquierda va y
cuántas más críticas recibe sobre su estilo y opiniones, menos atractivo
luce ante los ojos del electorado de centro. Si todo esto es así, la
encuesta de Luis Eduardo González, no haría otra cosa que confirmar el
efecto de estos fenómenos. Evidencia empírica que respalda los
razonamientos lógicos.
¿Puede esto cambiar? Sí, claro está, la
política es el arte de lo imposible. La situación de Vázquez y del
Frente Amplio no es tan grave como para asumir un tono lapidario.
Vázquez tiene tiempo para retornar a la senda que transitó hace diez
años. Tal vez ganarle a Moreira por menos distancia y recuperar el
centro del espectro político donde él se siente más cómodo.
El electorado suele moverse lentamente.
Algunas encuestas muestran que los votantes decididos pueden volverse
indecisos y más tarde asumir una nueva preferencia. Nadie pasa de un
partido a otro en un santiamén. El uruguayo típico no resuelve a quién
votar sentado frente a la televisión. Por el contrario, es sensible a su
ambiente y en ello influye el estado de ánimo y la moral de sus
relaciones primarias. El Frente Amplio hasta ahora no ha logrado crear
clima ni el ambiente propicio para incorporar a sus simpatizantes a la
aventura de alcanzar un tercer gobierno. Los actos de Vázquez son
eventos a los cuales concurre la estructura partidaria y los militantes
consagrados. En los de Moreira confluyen los decepcionados de izquierda y
los jóvenes votantes que aspiran a que la izquierda recupere la vieja
mística de utopía y rebeldía. Pero el gran público, la gran masa de
votantes frentistas, que otrora poblara plazas y avenidas, permanece en
sus hogares, preocupada por los asuntos cotidianos y sin entender muy
bien qué es lo que se viene.
Es cierto que las elecciones internas
suelen ser poco atractivas para el votante de izquierda, tal vez porque
nunca participaron en una contienda realmente reñida, como sí ha
ocurrido con los partidos fundacionales (Batlle vs. Hierro en 1999,
Larrañaga vs. Lacalle en 2004 y 2009). Sin embargo, en junio se
resolverán muchas cosas importantes para el futuro del Frente Amplio
(por ejemplo, la correlación de fuerzas entre los sectores determinará
qué tipo de candidato a vicepresidente tendrá Tabaré Vázquez). Se
cometería un error muy grave si el entorno de Vázquez explicara la caída
en las encuestas, la escasa movilización o la falta de entusiasmo por
un mero efecto de las reglas de juego. Es muy probable que los problemas
tengan que ver con errores propios, con decisiones no acertadas o con
una escasa capacidad de intuir el estado de ánimo de los votantes. La
encuesta no es infalible, como muy bien lo ha aclarado quien la hizo,
pero puede estar anunciando cambios sustantivos. Los hechos y fenómenos
descriptos se ajustan a esos resultados y prenden una luz de alarma en
los hasta ahora seguros ganadores.
Jueza decide hoy sobre Lorenzo y Calloia; en el FA "no hay optimismo"
El fiscal Gómez pidió el procesamiento sin prisión de los dos funcionarios
La Justicia decidirá hoy si procesa o no
al exministro de Economía Fernando Lorenzo, y al presidente del Banco
República, Fernando Calloia, por el aval a Cosmo. En el FA "no hay
optimismo" sobre el fallo.
P. MELENDREZ / E.BARRENECHE0
El País
Lorenzo y Calloia deberán presentarse junto a
sus abogados defensores hoy a la hora 10.00 ante la jueza especializada
en crimen organizado Adriana de los Santos, en la sede judicial ubicada
en la calle Bartolomé Mitre y Buenos Aires.
En principio, tanto fuentes judiciales como del ámbito
político dijeron que en la instancia la magistrada notificará a los
indagados si hace o no lugar a los pedidos de procesamiento sin prisión
por el delito de abuso de funciones que formuló el 21 de diciembre de
2013 el fiscal Juan Gómez.
"Para la audiencia de mañana (por hoy) no habría otra
razón más que comunicar su decisión", dijo ayer a El País una fuente
vinculada al caso.
Por su parte, una fuente del Frente Líber Seregni
-sector que encabeza el vicepresidente Danilo Astori y del que Lorenzo
fue designado jefe de campaña- dijo que en el sector "no hay optimismo"
sobre el fallo de la jueza.
El fiscal Gómez pidió los enjuiciamientos del
exministro de Economía y del titular del Banco República al concluir que
ambos se excedieron en sus funciones al realizar gestiones el 1° de
octubre 2012 para conceder un aval de US$ 13,6 millones para que la
aerolínea española Cosmo se presentara al remate de los aviones de Pluna
sin que estuvieran dadas las condiciones para ello. Cosmo fue la única
oferente en el frustrado remate.
Lorenzo, acompañado por sus abogados Amadeo Otatti y
Mario Spangenberg, se presentó en la mañana del miércoles ante la jueza
De los Santos para cumplir con la formalidad de la audiencia
ratificatoria que prevé el artículo 126 del Código del Proceso Penal.
Calloia, en tanto, ya había cumplido con ese
requisito formal que se debe realizar antes de resolver sobre un pedido
de procesamiento, cuando declaró en el mes de diciembre.
La defensa del presidente del Banco República, a
cargo de los penalistas Gonzalo Fernández y Renato Echeverría, presentó
en los últimos días un alegato de 54 páginas sosteniendo la defensa del
funcionario. Además, el martes declararon dos testigos pedidos por la
defensa del responsable del principal banco estatal.
Según la visión del fiscal Gómez, Lorenzo "abusando
del poder funcional que le confiere su posición institucional,
arbitrariamente operó como garante verbal de una aerolínea privada
extranjera".
Y Calloia "aceptando esta situación irregular,
instruyó al personal subordinado a efectos de conceder indebidamente el
cuestionado aval", sostuvo Gómez en el dictamen que presentó a la jueza
De los Santos el 21 de diciembre de 2013, día en que fueron procesados
con prisión el exgerente general de Pluna, Matías Campiani, y sus dos
socios, por irregularidades registradas durante su gestión al frente de
la aerolínea.
Ante la acusación del representante del Ministerio
Público, las defensas de Lorenzo y Calloia presentaron un recurso de
inconstitucionalidad contra el delito de abuso de funciones (previsto en
el artículo 162 del Código Penal).
La Suprema Corte de Justicia, por unanimidad de sus
cinco integrantes, desestimó el planteo el pasado 19 de febrero, y esa
decisión es la que habilita a la jueza De los Santos a resolver sobre el
caso.
Sólo Cosmo.
Calloia, al declarar ante la jueza De los Santos y
el fiscal Gómez el 21 de diciembre, dijo que si no hubiera recibido una
llamada de Lorenzo, el Banco República no hubiera otorgado el aval a
Cosmo por US$ 13,6 millones, según consta en el expediente judicial al
que accedió El País.
Consultado sobre si "de no haber mediado una
comunicación del ministro de Economía" planteándole la necesidad de
otorgar la garantía él igualmente la hubiera concedido, Calloia
respondió en el juzgado en forma muy escueta pero a la vez contundente:
"No".
El presidente del Banco República dijo que ante la
llamada de Lorenzo y el "respaldo" que éste le otorgó, consultó a los
directores de la institución Jorge Perazzo y Danilo Vázquez "respecto de
la posibilidad de conceder ese aval en forma excepcionalmente rápida".
La idea fue, según afirmó Calloia, "cumplir con el
objetivo del ministro de que existiese la mayor cantidad posible de
oferentes en el remate de forma de mejorar el precio de los aviones a
rematar".
Por otro lado, al ser consultado sobre si el aval se
tramitó con la información necesaria, el presidente del Banco República
respondió: "La tramitación del aval por parte de la empresa Cosmo fue
realizada con información mínimamente aceptable para el tipo de
operación de que se trataba".
Calloia también afirmó que solamente Cosmo se
presentó para tramitar un aval que le permitiera ofertar en la subasta
de los aviones. "Una y solo una. Nunca hubo otra solicitud más que la de
Cosmo", contestó cuando se le preguntó si el Banco República recibió
más solicitudes de interesados en obtener una garantía.
Sin embargo, el fiscal Gómez tiene una visión
diferente y en el pedido de procesamiento de Lorenzo y Calloia afirmó
que Cosmo era "tan solo una de las cuatro interesadas en participar del
remate de las siete aeronaves Bombardier CRJ-900 de la ex Pluna (a
saber: Grupo Molinari, Mont Fortelco y la Embajada de Venezuela".
Los abogados de Lorenzo y Calloia, en los últimos
alegatos de defensa, cuestionaron el dictamen en base a ese punto, ya
que entienden que como no hubo otros interesados en obtener un aval
buena parte de la línea de razonamiento de Gómez pierde su sustento.
En tanto, Lorenzo, al declarar el 21 de diciembre,
dijo que se considera "absolutamente inocente" ante la imputación del
fiscal y habló de las "implicaciones políticas que están detrás de un
ministro".
DECLARACIONES JUDICIALES
Fernando Lorenzo | Exministro de Economía
"Simplemente para finalizar mi declaración, quiero decir que me considero absolutamente inocente de toda imputación, y que me gustaría que la sede judicial entendiera acerca de las implicaciones políticas que están detrás de un ministro. En particular del ministro de Economía y Finanzas que debe realizar motivado por el normal ejercicio de sus funciones, frente a instituciones de la administración pública y en particular sobre entes autónomos, y que el cúmulo de acciones que he realizado similares a las que hoy justifican la imputación, me hace sentir que no hay en este caso nada específico ni excepcional en las acciones realizados por quien hasta ejerció las responsabilidades de ministro de Economía y Finanzas" durante la administración de José Mujica.
Fernando Calloia | Presidente del BROU
"Si el Banco República no hubiera otorgado el aval a Cosmo, sencillamente el remate se hubiera frustrado con consecuencias importantes para el Estado, porque los aviones objeto del remate tenían la garantía estatal frente a una deuda de un banco extranjero por un monto en el orden de los ciento cuarenta millones de dólares". La jueza preguntó a Calloia: "De no haber mediado una comunicación del ministro de Economía poniéndole de relieve el interés del gobierno nacional en facilitar el acceso del gestionante del aval a la subasta, usted hubiera tomado injerencia en el trámite respectivo?". La respuesta de Calloia fue: "No". El jerarca del BROU reconoció que, al ver el respaldo del gobierno, trató de conceder el aval a Cosmo "en forma excepcionalmente rápida".
jueves, 3 de abril de 2014
SEMBLANZA POR OSCAR BRUNO CEDRÉS Carlos “Charly” Loyarte figura del decano River Plate
Escritor y periodista Oscar Bruno Cedrés
La
semblanza del hoy no es de un rochense, es de un treinta y tresino.
Vino
de pueblo Vergara, departamento de Treinta y Tres, pero hoy es un
rochense más, por sus vinculaciones deportivas, laborales,
políticas, Carlos Loyarte, más conocido por Charly.
Nació
el 9 de enero del año 1962, en el pueblo Vergara, departamento de
Treinta y Tres y recaló por estos pagos allá por el 84.
Director
de Recursos Humanos de la Intendencia Departamental de Rocha desde
hace dos períodos, profesor de secundaria en la asignatura de
matemática, hincha del Danubio fútbol club de Montevideo, fue
secretario de bancada en la Junta de Rocha del Frente Amplio, también
fue operario de la desaparecida ASTRA, y en su juventud jugador del
decano River Plate rochense.
Comenzó
el fútbol cuando niño en su pago natal; Vergara, con 14 años
jugaba en el Central Artigas, el equipo del Cura del pueblo, recibían
abundantes goleadas en el campeonato local por ser un equipo
integrado por jóvenes y los rivales tener jugadores de mayor edad,
experiencia y físico.
Luego
se radicó en la ciudad de Durazno, donde fichó para el Nacional
local, pero no jugó oficialmente, alcanzó a estar en la pre
temporada de los tricolores, y viene a radicarse en nuestra ciudad a
la calle Rodó No. 14.
Llevado
por la amistad con el recordado “Lengüita” Machado y por la
vecindad con la entonces provisión del “Chula” Rivero, hombre
del River, ficha para los aurinegros locales, siendo su pase del
Nacional de la Liga de Durazno.
Estuvo
alrededor de ocho temporadas defendiendo a River, siendo sus
comienzos en partidos de práctica con la casaca del Nacional de
Rocha, la explicación, Daniel Olid era el director técnico de River
que militaba en la divisional “B” y de Nacional, que militaba en
la divisional “A”, y lo hizo jugar primero con la alba en la
cancha del Palermo, amistoso en el que Loyarte convierte dos goles al
equipo local.
Según
cuenta él “se defendía bien por las puntas, tanto derecha como
izquierda, jugador veloz, siendo ésta su mayor virtud futbolística,
pero era zurdo”.
Defendió
a River en ambas divisionales: “A y B”. Jugando el campeonato de
ascenso al Deportivo La Rural le convirtió una tarde 3 goles y fue
campeón de dicha categoría en final jugada frente al hoy
desaparecido Club Atlético Irineo de Espada.
Otra
final que jugara River en tiempos que el integraba sus planteles fue
también por el ascenso, esta vez frente al Atlético Rocha, otra
institución que hoy no está, pero en esta circunstancia, el
entonces técnico de River Daniel Olid, no lo tuvo en cuenta ni para
ocupar un puesto en el banco de suplentes. Cosas del fútbol y la
vida, hoy “Charly” es director en la Comuna y Olid director de
deportes.
Además
de Olid, fueron técnicos suyos entre otros el Profesor Jorge Giménez
y Bonifacio Nuñez Díaz.
Los
fines de semana jugaba los sábados en la tercera y los domingos lo
hacía en la primera del decano River.
Un
día faltó un defensa y él se ofreció para ocupar el puesto de
zaguero, de líbero, aprovechando su virtud de ser un jugador rápido,
teniendo un buen desempeño en ese puesto frente a jugadores rápidos
como los campeones del interior con la celeste y la de Palermo: el
“Cepillo” Sergio Correa y el “Juango” Pertusso, dos veloces
punteros, pero a los que “Charly” Loyarte dominaba en defensa.
De
ese pasaje con la casaca oro y negro de River recuerda muchos
compañeros como el “Cortito” Calabuig como golero, el “Canario”
Molina, el carolino, el “Tito” Esteche, el capitalino Alvaro
Lois, el también carolino Iroldi, “el Indio”; Saroba, Miguel
Pereyra, Marcos Rivero, entre otros muchos.
Su
simpatía por el equipo de la franja capitalina, el Danubio, surge
por que en su niñez pasaba parte de las vacaciones en pleno barrio
danubiano, en casa de una tía abuela, a dos cuadras del Estadio de
Jardines, y allí empezó a sentir su adhesión a esos colores que
también por circunstancias de la vida son los mismos de la selección
de su pueblo natal: Vergara, casaca blanca con la diagonal negra,
selección que defendiera su abuelo.
Cuando
los danubianos salen campeones es muy típico común verlo a “Charly”
Loyarte pasearse por el edificio comunal vistiendo la camiseta con la
franja del cuadro de sus amores.
Al
defensor de la casaca del decano River Plate e hincha del Danubio
montevideano, Charly Loyarte va esta semblanza del día de hoy.
Abril/14
Oscar
Bruno Cedrés
El miedo Nota de opinión de Gabriela Cerruti
Argentina /Página 12
El sábado tuve que ir a una farmacia en La Plata. Mientras buscaban mi medicamento, me quedé mirando la hoja que sobre el mostrador invitaba a firmar contra el Código Penal. La empleada notó mi curiosidad y dejó lo que estaba haciendo para alcanzarme una lapicera:
-¿Vio? Firme, hay que firmar. Todos estamos firmando. Van a soltar a todos los violadores. No va a ir nadie más preso.
No pude discutir. Cada frase que decía, provocaba una reacción mayor y más desesperada. Hasta que llegó finalmente lo que debía llegar:
-Hay que matarlos a todos.
Hay que matarlos a todos. La traducción tribal, deshumanizada, anticivilizatoria en que el sentido común traduce los dichos de una dirigencia política que juega a instalar el terror como forma de conseguir votos. Que apela a los miedos más primitivos para desatar instintos.
Un juego peligroso, perverso, hecho desde la irresponsabilidad de apelar a cualquier cosa con tal de “marcar agenda”, de decir cualquier cosa con tal de tener un minuto más en los medios. Sin entender el camino oscuro que esos dichos van trazando en canales profundos sociales que tienen su propia trayectoria, sus propias sinuosidades, que ya nadie maneja.
Hay dos miedos ancestrales, dicen los teóricos. El miedo a la habitación oscura, y el miedo al perro que ladra. El miedo a lo desconocido, y el miedo a lo conocido. Sobre la pulsión de esos dos miedos el hombre ya no reconoce sus reacciones, puede actuar dejando de lado valores, solidaridades, pautas que en una situación normal lo harían comportar de otra manera.
El estado de terror es precisamente la dominación de una sociedad a través de estos miedos. Por eso fue tan efectivo el estado terrorista argentino: la clandestinidad con que se llevó a cabo la represión agigantó los fantasmas. No había que meterse, no había que decir, no había que mirar, porque podía pasar algo que nadie sabía bien qué era, pero que era tremendo. Cualquiera podía ser llevado por cualquier cosa. El desmoronamiento del estado de derecho impregna a la sociedad de terror: no hay delitos y penas, no hay causas y efectos, hay una amenaza permanente de la que hay que huir.
Cada uno se vuelve hacia adentro, hacia su mundo más privado, en donde también hay que cuidarse de lo que se dice o lo que se hace. A cualquiera le puede pasar eso, que no se sabe bien qué es.
El terror, el miedo, son las armas más poderosas de dominación de una sociedad. Porque rompen la trama social. Deshumanizan. Plasman un derrumbe civilizatorio, estalla la esfera pública y el hombre y la mujer, seres sociales unidos por ética y valores, se convierten en hordas capaces de cualquier cosa por defenderse quién sabe de qué.
El camino a la deshumanización no es lineal, ni se construye en un momento ni de un solo paso. Para explicar ese “derrumbe civilizatorio” que fue el Holocausto, Zygmunt Bauman escribió que un hecho extraordinario es sólo la unión especial de muchos hechos ordinarios.
Qué es lo que convierte a hombres y mujeres comunes y corrientes en una horda asesina, capaz de matar a patadas a un joven, de apalear a otro hasta dejarlo sin conocimiento?
Qué es lo que lleva a una sociedad que se cree cosmopolita y moderna, regida por valores éticos y religiosos a convertirse en un grupo tribal, despojado de cualquier sentido civilizatorio?
El miedo, el terror. Hay que matarlos a todos, porque si no van a venir a matarnos a nosotros.
Sin ese terror, sin esa psicosis generada desde un lugar de poder, como es el de un dirigente o una dirigencia que habla desde medios de comunicación respetados, podría entenderse a hombres y mujeres dispuestos a matar a un ser humano por defender una cartera?
La condición humana es contradictoria y compleja. Pero la responsabilidad de un dirigente político, de un líder social o religioso, de cualquier persona con ascendencia en la sociedad, y de los medios de comunicación que reproducen esas ideas, es convocar al altruismo, a los sentimientos más nobles, a los valores por todos compartidos.
El primer paso sería recuperar el lenguaje: dejar de llamar justicia por mano propia a un asesinato, dejar de llamar delincuente a quien es inocente hasta que se pruebe lo contrario, dejar de llamar hartazgo social a una horda asesina.
No menos importante sería que quienes se proponen para dirigir un país entiendan que no son más importantes sus cinco minutos de fama que el futuro de una sociedad. Que alguien le avise a Sergio Massa que en un derrumbe civilizatorio, la humanidad es la primera víctima.
Gabriela Cerruti
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