HUMBERTO OCHOA SAYANES: Profesor, pintor, historiador y poeta castillense.
Julio Dornel,escritor,periodista.
En el verano del 75, nos encontramos accidentalmente en Punta del
Diablo con un joven castillense que daba sus primeros pasos en la
pintura, regalándoles a Luis y María Esther, un hermoso cuadro, donde se
reflejan los desafíos que viven diariamente los pescadores, que a remo y
coraje se enfrentan al atlántico. La entrevista “casi obligatoria”
quedó pactada para el domingo siguiente, y por esas cosas del destino
alguien faltó a la cita, que se mantuvo en la agenda durante 40 años. El
lanzamiento oficial realizado recientemente en esta ciudad por la
Revista Historica Rochense, nos dio la oportunidad de concretar el
reportaje largamente postergado, al profesor, pintor, escritor y poeta
Humberto Ochoa Sayanes. “Nací en Castillos en el año 1949, cursamos
primaria en la escuela 5 y el liceo hasta 4º año, en etapas
inolvidables con compañeros que recordamos con mucho cariño. Entre los
primeros maestros que nos fueron marcando el camino de la pintura
recordamos a Carlos Tonelli y Dayman Antúnez que fuera alumno de Torres
García, marcando notoria influencia en el constructivismo. Sus Estudios
junto a Torres García, les permitió mantenerse en la vanguardia de la
cultura pre-hispánica, donde sus premisas quedaron para siempre en sus
libros donde señalaba que “América no le debía nada al arte europeo,
sosteniendo que la cultura pre-colombina era exquisita en ese tipo de
propuestas. Hemos usado muchos símbolos de esta cultura de la madre
tierra (Pachamama) el sol, la luna, el hombre y el animal, donde todo
tiene una simbología y eran usadas como una referencia superior.
Señalaba además que el verdadero arte no puede ser figurativa porque el
soporte que lo almacena es el plano. Si pintamos en una lámina, un
bastidor o en un lienzo, trata de hacer una cosa real con perspectiva,
está mintiendo, porque al ser un movimiento plano solamente acepta
largo y ancho. Tenemos las medidas, largo y ancho, símbolos, forma y
color, pero no representan un elemento que pueda representar una casa,
un castillo o una montaña. Aprendimos mucho con los alumnos de Torres
García, que siguieron pintando después de su muerte ocurrida en 1949,
año de nuestro nacimiento. Por nuestra parte, entre los primeros murales
podemos señalar el mural grande de la agencia de O.N.D.A donde
trabajábamos en el año 1974. Continuamos luego con la temática
paisajista teniendo en cuenta que la región amerita que hagamos ese
intento con Punta del Diablo, Valizas, Aguas Dulces, y los palmares de
Castillos superando las mil pinturas en los últimos cuarenta años,
teniendo en cuenta las acuarelas, dibujos y oleos. También hemos
dedicado más de 30 años al taller de plástica, dando clases para niños
en sus comienzos y para adultos en la actualidad. Nos gusta enseñar y
aprender también con los alumnos, recorriendo distintos lugares del
departamento. Queremos señalar-dijo Ochoa- el interés demostrado por
muchas personas que han apostado a esa inclinación natural por la
pintura, pero que por razones familiares o laborales han ido postergando
su “encuentro” con los pinceles, pese a demostrar excelente
condiciones. Para ello se necesita solamente un lápiz, un papel,
habilidad y oficio. En estos momentos estamos apoyando el proyecto de
Alejandro, con la Revista Histórica Rochense, debutando con una breve
historia basada en un libro que publicamos en el año 2.000, con
testimonios de los pescadores regionales con sus historias de vida”.
Como lo señala Ochoa en la publicación “Punta del Diablo” avanza,
inexorablemente hacia un futuro promisorio, basta recorrer su renovado
urbanismo, la permanente construcción de nuevos complejos y viviendas
particulares para alquilar, la preferencia de un público cada vez más
numeroso, que enamorado de su entorno elije este lugar para disfrutar de
su asueto veraniego, cuando no, para vivir permanentemente”.