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domingo, 11 de junio de 2017

PELUQUERO HUMBERTO “CARITA” SILVERA (H). “HE CORTADO EL PELO EN LOS LUGARES MÁS INSÓLITOS. UNA VEZ CORTÉ EN EL CEMENTERIO”. “CUANDO MI PADRE SALÍA EN CARNAVAL ERA TIEMPO DE BONANZA, ERAN DÍAS DE COCA COLA”.








Escribe Juan José Pereyra Twitter@juano500

AUDIO AL FINAL DE LA NOTA
(SE PUEDE DESCARGAR).


Tiene 56 años. Es uno de los tres hijos de “Carita”, “El Rey del Pop”, querido personaje popular de Rocha que fue figura de primer nivel del carnaval por más de cincuenta años.
En charla con el programa Hay otra historia de radio Fortaleza, Silvera recordó la historia de su padre, hijo de Pedro Ache, proveniente de una acaudalada familia, que nunca lo reconoció.
“Somos tres hermanos por parte de padre y tenemos una hermana por mi madre, de un matrimonio anterior”.
“Los “Carita” somos una especie de dinastía”, bromea. Es que hijos, sobrinos, nietos y hasta su bisnieta de siete meses, todos son conocidos como “Carita”, en lo que ha sido la siembra del siempre solidario personaje fallecido el último día de enero de 2013.

En la entrevista Humberto Silvera contó historias de la vida de su padre, de la suya y de su familia.

“Fui churrero, aprendí el oficio paso a paso. El problema fue después porque no heredé de mi padre su capacidad para vender. Yo voy a un campo de batalla y no vendo una curita. El vendía cascarudos si era lo que tenía para vender”, bromea.

“Trabajé en lo de Artigas Cano, luego, por muchos años, en la cantina del Rocha Athletic y después en las pesqueras. Primero en la de Costa Azul y más tarde en ASTRA , donde también lo hicieron mis hermanos. Cuando cerró, me mantuve haciendo changas. Ya tenía el oficio de peluquero y cortaba en mi casa y a domicilio. Un día supe que necesitaban peluqueros en el batallón y pude ingresar”.
Humberto Silvera hijo contó varias historias de peluquería, si los hombres son coquetos,si los casi calvos le piden cortes especiales para que no se note que el pelo se va, si las maquinitas para cortar le juegan en contra o a favor al peluquero y muchas más.
Reflexionó sobre la incomunicación humana en tiempos de gran avance tecnológico : “Lo veo en todos lados y en la peluquería. Muchas veces somos cinco personas y hay un silencio que no vuela una mosca y miro y están todos conectados con el celular .A veces hay una cena o un asado y muchos están mirando el celular . Antes, si un amigo o un familiar cumplía años nos tomábamos dos minutos para ir a darle un abrazo. Hoy le mandamos un mensaje y ya está. Por ese lado no nos ha beneficiado tan bien la tecnología”.

Toda la familia de “Carita” salió murguera y todos han participado o salido en murgas.

“De gurises sacamos un dúo cómico con mi hermano Daniel. Más que dúo cómico, cómico era vernos”, ironiza.
Un día convencieron a “Carita” para que los sacara en una murga y así nació Los Chicos Crecen, compuesta por niños y adolescentes.
Siguieron otras y la que él considera de mejor nivel fue La Nueva Reina.
Carita como director era duro y exigente . “El se tomaba muy en serio el trabajo y quería que fuésemos lo más profesionales que fuera posible”.

“Para nosotros los chicos, los carnavales eran épocas de bonanza, eran días de Coca Cola”.

“Sigo con el oficio y trabajo cortando a domicilio y en mi casa. De noche, después de las 21 atiendo en un local que tengo en Zorrilla casi Ituzaingó”.

LES INVITO A ESCUCHAR LA CHARLA ENTREVISTA COMPLETA CON HUMBERTO “CARITA” SILVERA (H).


viernes, 9 de junio de 2017

Intervención del Dip. Alejo Umpiérrez en ocasión de la comparecencia del Sr. Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca Ing. Agr. Tabaré Aguerre , por temas relativos a la base pesquera y convenios de pesca con China.



 COMUNICADO  DE  PRENSA


 Hemos solicitado la convocatoria del señor Ministro para tratar varios puntos. Para empezar abordaremos lo referente a los convenios de pesca con China y  la eventual construcción de un puerto pesquero en la capital.
    Quisiera referirme a un artículo publicado en el Diario "La República" ‑luego, hay otros artículos- con fecha 31 de octubre de 2016, en donde se manifiesta lo siguiente: "El reconocido grupo inversor chino, ShanDong BaoMa Fishery Group Co.Ltd, finalmente desembarcará en nuestro país. La paciente espera de meses e incluso de años dio sus frutos y en los pasillos de la Cancillería se respira con alivio tras la confirmación. La reciente gira del Presidente de la República Tabaré Vázquez a China en el marco del 'Acuerdo Estratégico' celebrado entre ambos países aceleró el proyecto que incluirá la construcción de un puerto al Oeste de Montevideo con una inversión inicial de unos 200 millones de dólares (…)".
    Luego se menciona la gira en China, la presencia del señor Ministro, Tabaré Aguerre, la adquisición de una fracción de 28 hectáreas al oeste de la capital para hacerlo y, a su vez, el presidente de ShanDong BaoMa Fishery Group, Co.Ltd, Jiang Hongjun, declaró al diario "La República": "El objetivo principal es construir una base logística para la reparación, mantenimiento y suministro de recursos materiales para las flotas pesqueras del atlántico sur".
    Además, explicó: (…) "hay una gran cantidad de barcos pesqueros trabajando en el atlántico sur, y cada dos años deben regresar a China para ser reparados por completo, eso es muy costoso. Por eso es necesario construir en un país de la región un puerto que sirva de base de pesquería y que esté preparado para la reparación de los barcos, el congelamiento de productos de mar y su depósito".
    Después, abunda en otras consideraciones acerca de las razones por las cuales  se eligió a Uruguay.
    En este artículo se da un detalle que no ha tenido refutación oficial y que dice: "En el mismo se proyecta la construcción de dos muelles de 800 metros de largo y 60 metros de ancho que incluirá dos amarraderos de cincuenta mil toneladas (50.000 Toneladas), tres amarraderos de treinta mil toneladas (30.000 Toneladas) y cuatro amarraderos de veinte mil toneladas (20.000 Toneladas), una fábrica de reparación de barcos de cuarenta mil metros cuadrados (40.000 m2), una planta de elaboración de productos acuáticos de cincuenta mil toneladas (50.000 Toneladas), una fábrica de manufacturación de hielo de diez mil toneladas (10.000 Toneladas), un depósito de combustible de veinte mil toneladas (20.000 Toneladas), un campo de estiba de contenedores, un edificio de oficinas y un edificio de alojamiento y comedor de los empleados. El costo de la obra se estima en US$ 210.000.000 en una primera etapa (…)". Además, señalan que se piensa procesar 230.000 toneladas de productos y se repararán 500 barcos de alta mar por año.
    De las varias publicaciones que hay, escogí la que me pareció más ilustrativa.
    La primera cuestión que nos preocupa es que nosotros pedimos información de esto en octubre; apenas apareció la noticia solicitamos tanto al ministro Nin Novoa como al ministro Aguerre su comparecencia en la Comisión y, lamentablemente, pasó un largo tiempo. Además, no ha habido públicamente ningún debate ni ninguna explicación del Gobierno, lo cual nos ha extrañado; me refiero a ese grado de secretismo en esta cuestión que entendemos como una voluntad deliberada de ello, no como algo casual.
    China, obviamente, es nuestro principal socio comercial en varios rubros y tenemos una alta dependencia. En el caso de la carne, está llevando cerca del 50%; en la soja se lleva el 85%; en la celulosa se lleva casi el 100%.
    En materia pesquera, China tiene en su haber la flota legal y la flota ilegal más grande del mundo. Se estima que el 40% de la pesca mundial es de carácter ilegal y que, dentro de eso, la mayor parte le corresponde a China. Sabemos que ese país ha tenido una serie de problemas en los últimos años en el entorno sudamericano, especialmente con Argentina.
    El año pasado se dio el hundimiento de un pesquero Chino en aguas territoriales; hubo una persecución en aguas jurisdiccionales uruguayas por parte de la marina argentina de un barco pesquero que había sido detectado pescando en aguas territoriales argentinas y había ingresado a aguas uruguayas, y las naves argentinas no se detuvieron. Esto indica la gravedad del hecho con la invasión de un espacio marítimo nacional que queremos suponer que habrá sido consultado eventualmente con la Armada Nacional para brindar una autorización. De lo contario, sería un mensaje muy fuerte de la gravedad de la cuestión.
    En los últimos años, desde 2001 hasta 2015, Argentina ha capturado  sesenta y nueve buques. En el último año, la zona económica exclusiva detectó cuatrocientos buques chinos ilegales. En  2015 Ecuador también capturó un barco con aletas de tiburón de origen Chino; México ha tenido varios problemas con la captura de totoaba, un pescado tradicional mexicano, por lo que ha tenido capturas de barcos chinos.
    Además, en Montevideo, ha habido denuncias concretas de Vladivostok; lo vimos en la página del Fischer Word que está declarado, a través de estudios y posicionamientos satelitales, como el segundo puerto por el que hay ingreso de buques ilegales, luego del Vladivostok en Rusia, y por encima de Murmansk, del mismo país.
    Sabemos que se han tomado efectos. La aprobación del convenio del marco rector, recientemente, que mereció un reconocimiento al Gobierno nacional, lo cual vemos con buenos ojos. De alguna manera, más allá del reconocimiento, entendemos que viene la aplicación detrás de todo esto.
    Tenemos un sector pesquero que está en una profunda crisis. De ciento veinte barcos que había en 2005, quedan poco más de sesenta barcos. Ha habido una disminución notoria de barcos de bandera nacional y de buques nacionales y las exportaciones han caído dramáticamente a partir de los últimos años en más de un 40% de la captura y de los montos de venta. Pasamos de más de US$ 200.000.000 a US$ 114.000.000 en el último anuario estadístico publicado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, el de este año no está; caímos de US$ 112.000.000 o US$ 114.000.000 de venta, a poco más de US$ 50.000.000.  O sea que hay una notoria caída; esto tiene varias puntas. Podrá analizarse el impacto de la Ley Nº 18.498, que aumentó al 90% la tripulación nacional, cuando antes era 50%, e hizo que muchos cambiaran de bandera, básicamente, los que no eran nacionales. Por ese lado se perdió una fuente de empleo.
    Los costos nacionales están llevando a que se importe pescado fileteado porque viene a precio más barato que el interno. La situación de Fripur es un coletazo, además del aspecto crediticio.
    Se han señalado un conjunto de causas como extrañas al sector ‑inclusive, el propio Gilardoni lo ha dicho ‑, por ejemplo, las detecciones sísmicas por prospección de hidrocarburos de Ancap. Parece increíble que nos se haya consultado a la Dinara, ni haya sido evaluado por Dinama. Sabíamos que había intención de firmar un decreto; no sabemos si se hizo efectivo por parte del Ministerio, para que en futuros eventos de esa naturaleza se deba tener la previa autorización de Dinama.
    Asimismo, el tendido de cables ha entorpecido a los barcos nacionales, no a los argentinos, que no tienen prohibición de pescar en las proximidades de esos cables. Se ha perdido espacio de pesca por el fondeadero. Llegan a haber hasta trescientos barcos. Ya no solo tenemos un espacio de fondeadero, sino que estamos con tres y un anexo. La interminable cola de barcos que entra a la hidrovía quita espacio a la pesca artesanal y de las doce millas.
    Nos gustaría que nos informaran sobre el volumen eventualmente existente de reservas pesqueras. Los últimos datos que tenemos son de un anuario publicado en 2007. Si bien tenemos conocimiento de que se siguen haciendo evaluaciones del frente marítimo, no las conocemos porque no se han hecho públicas hasta el día de hoy. ¿Cuál es la situación de las variedades tradicionales, es decir, corvina, merluza, pescadilla? ¿Qué cantidades hay de cada una de ellas?
    Tenemos un panorama social complejo. Se perdieron novecientos puestos de trabajo en Fripur. Se trata de un sector que nucleaba aproximadamente siete mil trabajadores, básicamente mujeres en el mundo industrial, y cuatro mil y pico en el sector de la pesca artesanal. Por lo tanto, nos preocupan mucho todos los convenios con China relativos al puerto pesquero, así como los permisos de pesca que se puedan conceder, por el impacto social que puedan tener, tanto en su repercusión laboral, como los volúmenes de captura.
    También nos preocupa una cuestión que es archiconocida por todos ‑lo dijo claramente, con el estilo coloquial que caracterizaba, el extinto ministro Fernández Huidobro‑ que no tenemos capacidad ninguna de controlar. Nos cuestionamos sobre cómo vamos a actuar. En 2014 la Armada detectó veintitrés buques en presunta infracción en la zona limítrofe con aguas brasileñas, y en la mayoría de los casos no pudimos hacer nada. Capturamos cuatro, y se debe haber logrado porque se atraparon en una siesta. En la frontera de Rocha vivimos permanentemente la invasión de buques en la costa, pero nada se puede hacer. Inclusive, en el Puerto de La Paloma ‑sería el lugar más próximo para salir‑ no hay naves operativas. Este es un planteo global de nuestra preocupación.
    Le vamos a alcanzar unas preguntas al ministro para evitar que tenga que sacar apuntes; sabemos que siempre lo hace.
    Queremos que el ministro nos explique qué documentación, acuerdos, convenios o protocolos se firmaron en China. ¿Hay acuerdos reservados? ¿Se puede proporcionar copia de esa documentación a esta Comisión?
    El puerto pesquero está pensado para una flota de quinientos barcos que tiene China en el Atlántico Sur. Esos barcos son parte de una flota mayor, de más de tres mil, que tiene ese país, que ha desperdigado por el mundo, luego de haber literalmente diezmado el mar de China y zonas aledañas. Ahora ha salido a buscar pescas y el Atlántico Sur es uno de los últimos relictos de pesca en relativo buen estado de conservación. La FAO habla de que tenemos un 74% de especies de peces que están sobre explotadas; 17% de especies plenamente explotadas; y solamente 1% de esas especies en recuperación.
    Nuestra preocupación radica en que cuando hablamos de empresas chinas, no se trata de algo ajeno al Estado chino. El Estado chino coparticipa y es copropietario de todas las empresas chinas. Por lo tanto, cuando decimos que hay barcos chinos que practican pesca ilegal, eso no es ajeno al Estado chino, y es nuestra preocupación. No se trata de algunos empresarios bandidos, que se la jugaron por la suya y sin permisos de pesca salieron, sin ningún tipo de control en la legislación laboral, para obtener un rendimiento brutal en base a la captura de algunas variedades sumamente rentables. ¿Cómo vamos a combatir la pesca ilegal vinculada a China, cuando el país es parte de ella y las empresas tienen la participación del Estado? ¿Se ha hecho algún acuerdo? ¿Se ha hecho algún convenio que permita resolver esa futura situación para los barcos que lleguen a esta zona?
    También queremos saber si el puerto que se va a estructurar en el oeste de Montevideo se va a constituir en zona franca. De ser así, se estaría dando una concesión de soberanía territorial a un estado extranjero. Como ya dijimos, los consorcios no son ajenos a la estructura estatal china. Uruguay ha aprobado una legislación para prohibir a Estados extranjeros que tengan tierras y, en este caso, estaríamos haciendo exactamente lo contrario, por vía oblicua. O sea que estaríamos entregando un trozo de territorio que significa mucho más que la compra de una fracción de campo por parte de un Estado. Si se constituye una zona franca también estarían involucrados temas laborales, tributarios y hasta de funciones inspectivas de este Ministerio, a través de la Dinara, en los controles de descarga o de los barcos que llegan a ese puerto. Se trata de una situación delicada. Esto debe tomar estado público, ya sea para tranquilizarnos o para preocuparnos. No debe seguir en el ambiente la idea de que se va a establecer una zona franca para una iniciativa con la que está vinculado umbilicalmente el gobierno chino.
    Por lo tanto, tenemos una real preocupación por la soberanía. Cuando el león negocia con el ratón ‑esto no significa ningún epíteto descalificativo para nuestro país, sino que solo refiere a las dimensiones colosales de uno y diminutas de otro‑ los equilibrios son más que precarios. Entonces, la soberanía es un delgado límite entre el interés y la imposición.
    También queremos saber si es cierto que habrá un dique seco en La Paloma para reparación de barcos. De ser cierto, queremos que nos informen si se ha realizado algún estudio en cuanto al posible impacto ambiental y turístico en una zona netamente turística a la que, eventualmente, estarían yendo muchísimos barcos a recalar.
    Vamos a pasar a otro capítulo. Nos preocupan algunos aspectos de los permisos de pesca que se han concedido. Antes de entrar a ellos, quisiéramos una explicación de la Cartera.
    Uruguay ha vendido y ofrecido todos los productos inimaginables a China. Y sin perjuicio de que le exportamos a nuestro tercer comprador de pescado, dentro de los acuerdos, no le vendemos pescado y, al revés, le damos nuestro recurso para que lo explote. En un momento crítico de la industria pesquera nacional, parecería que habría que tratar de apalancar y conseguir espacios comerciales para colocar pescado en China y no entregar parte de nuestro producto natural al Gobierno chino, aunque quizás haya alguna explicación razonable y suficiente que se nos pueda entregar.
    Había un cupo de 10.000 toneladas libre de ingreso hasta 2016, momento en que cayó. ¿Por qué no se habló de la rebaja arancelaria en este tema? Y si se manejó, ¿qué fue lo que se habló al respecto? ¿Hay algún avance en la materia? Entendemos que, además de intentar colocar nuestra mercadería en una posición positiva para los intereses nacionales, sería bueno buscar una rebaja de aranceles, a efectos de seguir colocando.
    Se habla de que vendrían seis barcos: tres de merluza negra ‑uno pescaría dentro de nuestras jurisdiccionales; dos en el Atlántico sur‑ y tres de anchoíta; los tres primeros estarían en construcción en China. Esos barcos ¿van a tener bandera uruguaya? En cuanto a la tripulación, ¿se va a respetar el 90% o el 70%, en caso de que pesquen en aguas internacionales, según lo dispuesto por la la Ley Nº 18.498 o se va a conceder una excepción en ese sentido?
    Uruguay tiene cupos. ¿Los permisos de pesca van a ocupar la totalidad de los cupos que están libres o solo va a asignarse una parte de ellos?
    Aparte de merluza negra y anchoíta, ¿hay trámites extra por otros permisos de otras variedades o especies?
    Quiero ser muy claro. Hago estas preguntas para saber si esta es una puerta de entrada para que la empresa china y el Gobierno chino, indirectamente ‑obviamente, en correspondencia con sus intereses nacionales; las necesidades de alimentación de su país‑, se apropien, por vía de permisos o autorizaciones otorgadas por el Estado uruguayo, de la riqueza de nuestro mar territorial. Por eso pregunto si es un cupo limitado a anchoíta y merluza negra o si esto será progresivo, creciente y por qué cantidad se otorgaría dentro de los cupos.
    Obviamente, mi preocupación tiene que ver con los controles. Sabemos que hay trust. Se han determinado más de 80.000 eventos en altamar en 2011 o 2016, con unos 5.000 casos confirmados y unos 86.000 sospechosos de transshipping, o sea, de trasbordo. En definitiva, hablamos de barcos apareados por más de ocho horas, lapso en el que se transporta la carga y, supuestamente, el buque queda vacío, vuelve a pescar, sin violar, formalmente, el cupo otorgado para la pesca si toca puerto posteriormente. Eso nos preocupa. Muchas veces se ha denunciado la existencia de barcos mellizos, que tienen el mismo nombre e identificación y son fabricados en serie. ¿Cómo se va a hacer la individualización? ¿Hay alguna estrategia para individualizar los barcos que entren a nuestras aguas territoriales y a este eventual puerto en el oeste de Montevideo?
    La forma de hacerlo es a través de observadores científicos, según la Ley Nº 19.175, pero en todo entorno de la pesca siempre se nos dijo que esa es una buena intención, pero pocas veces cristalizada porque hay una cuestión razonable que tiene que ver con la presión que sufre una persona en altamar, que muchas veces se encuentra en un medio muy riguroso. Y, naturalmente, los observadores son seres humanos. Eventualmente, su vida puede estar en riesgo. Ese es un comentario común. Inclusive, hemos escuchado algunos comentarios de observadores, formulados en privado, respecto de algunas situaciones advertidas por los capitanes de los barcos. Entonces, quisiera saber si se ha pensado en algún sustituto tecnológico, como podrían ser cámaras de filmación dentro de los buques, el sistema IS o de posicionamiento global satelital para los barcos que se integren.
    En materia de anchoíta, tenemos un cupo de 40.000 toneladas. La pregunta es si se le va a otorgar todo el cupo. Hoy día no tenemos a nadie trabajando en anchoíta. Se dice que eventualmente se haría una planta de harina de pescado. Para nosotros, esta no es una buena noticia porque para obtener un kilo de producto final, que se utiliza para raciones de animales, no para consumo humano, se necesitan 5 kilos de anchoíta. O sea que eventualmente se atacaría muy fuertemente este recurso, más suponiendo que en China los volúmenes nunca deben ser suficientes para la dimensión de su sociedad, que consume ilimitadamente todo tipo de productos. Nos interesa saber si se ha hecho un pedido de permiso respecto de esta planta o si hay algo adelantado y dónde se instalaría. En caso de que no esté en los proyectos, si se ha pensado o solicitado habilitar un barco factoría para procesar la harina de pescado de anchoíta.
    Es conocido el problema que ocasionan las redes de arrastre; causan un daño muy fuerte en el entorno marítimo. El país tiene que tener una preocupación a ese respecto. Además, desarma la cadena trófica; tiene un alto nivel de descarte: cuando se pesca una mitad de la especie buscada, se desperdicia o tira la otra mitad, aunque quizá en el caso de la anchoíta, todo pueda pasar por harina de pescado. Queríamos saber si se ha tenido en cuenta el efecto depredatorio de las redes de arrastre y, eventualmente, algunos tipos de forma de pesca diferente. Sé que Gilardoni había hablado en algún momento de modificación de los tipos de malla y de los tiempos de arrastre. Entonces, queríamos saber si se va a poner eso en práctica y cómo se va a verificar ese contralor después.
    La merluza negra es un producto muy valioso, de varios miles de dólares la tonelada, según los mercados, creo que US$ 4.000 la tonelada y de ahí para arriba; anda mejor que el kilo de carne…
    (Interrupción del señor ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca)
——¿Seis veces más? Entonces, es un bocatto di cardenale dentro del menú de la negociación. Obviamente, ya hay un permiso concedido, según tenemos entendido, a través de la empresa Golden Star y que tomaría la empresa Hailisheng, pero queremos saber cuál es el cupo que tiene el país en esta materia y qué cantidad se le va a otorgar a China.
    En cuanto a los barcos que se están fabricando en China, quisiéramos saber si ha habido algún diálogo de país a país o de Gobierno a Gobierno respecto de las características de carga y sus dimensiones y si son barcos comerciales estándar.
    Quiero destacar que este tema nos preocupa desde el lado de la soberanía. Lo decimos con sinceridad y no apuntamos a agitar meras banderas o a hacer un discurso populista barato. Y nos preocupa que haya un alto impacto ambiental en lo que refiere a recursos vivos, la ausencia eventual de controles, teniendo en cuenta la fama bien ganada de China en materia de pesca ilegal y la integración del Estado dentro de esto. Venimos de sobrevivir del fracaso de un proyecto de aguas profundas y de un puerto maderero en Rocha que costó varios millones de dólares al Gobierno y que lamentablemente feneció. Además, recientemente dejó de salir el último barco con madera que partía de Rocha.
    Y me atrevería a decir que nos preocupan, básicamente, dos cosas que son centrales: transparencia y garantías, que creo que es lo que exige la sociedad uruguaya. Además, creo que si estuviéramos del otro lado del mostrador, eso sería lo que ustedes nos pedirían y nosotros lo entenderíamos razonable.
    Queremos que haya transparencia en el proceso de exposición pública del proyecto y garantías en cuanto a las normas ambientales, laborales, de cupos y que se evite el uso de todo tipo de técnicas depredatorias, de trasbordo, etcétera. Aspiramos a que eso nos sea garantizado. Creemos que es importante que la sociedad civil, a través de algunas organizaciones especializadas, pueda participar en esto y aportar la experiencia y no queremos que esto termine en que por la ventana de la casa dejemos entrar un caballo de Troya.
    Quedamos a la espera de las respuestas del caso.
SEÑOR UMPIÉRREZ (Alejo).- El señor diputado Fratti contestó por el ministro Aguerre.
    Es el ministro quien debe decir si está dispuesto a contestar o no. Nosotros simplemente formulamos una serie de preguntas, porque nuestra intención es dialogar. La otra instancia política, como pide el compañero de Comisión, cuál sería, ¿pedir una interpelación para saber?
    Creo que en la Comisión se puede iniciar perfectamente un espacio de diálogo, y si el ministro no puede permanecer mucho tiempo porque tiene otro compromiso, entonces marcaremos agenda a la brevedad.
    Lo bueno es dialogar. Sin duda, no le alcanzamos el cuestionario completo, pero todas las preguntas que hicimos responden al motivo de la convocatoria: convenios y permisos de pesca y la construcción del puerto. Simplemente pedimos un poco de detalles, abriendo un poco las preguntas.
    Obviamente, quedamos a disposición del ministro y recorreremos el camino político que corresponda, pero nuestra intención es simplemente hablar, escuchar y preguntar con espíritu sereno y, sin duda, no pedimos que los demás diputados concuerden con nuestras apreciaciones de valor, porque las formulamos desde nuestra perspectiva política.
SEÑOR UMPIÉRREZ (Alejo).- No voy a responder. Simplemente quiero decir que en mi exposición no hablé de piratas.
SEÑOR PRESIDENTE.- Está en su derecho, ministro.
SEÑOR PRESIDENTE.- Consulto al ministro si esto es fuera de la versión taquigráfica.
   
SEÑOR UMPIÉRREZ (Alejo).- Usted dijo, señor ministro, que esos barcos iban a llevar bandera nacional. Por lo tanto, van a cumplir la cuota laboral legal correspondiente a la tripulación…
SEÑOR UMPIÉRREZ (Alejo).- Una de las preguntas que formulé es si en vez de conceder permisos de pesca, se podría ver la posibilidad de ayudar al sector deprimido de la pesca, abriendo cupos de explotación dentro del mercado chino. De esa manera, los permisos irían a parar a empresas nacionales.
SEÑOR UMPIÉRREZ (Alejo).- ¿La evaluación se hace en forma anual?
SEÑOR PRESIDENTE.- Bueno, deberíamos seguir avanzando porque tenemos poco tiempo.

VERGÜENZA REPUBLICANA, Y ESPERANZA. Dr. Humberto Alfaro Mendoza.



Algo que se venía pergeñando a la sordina, en la semi penumbra, desde hace ya bastante tiempo, ha aflorado en las últimas horas, y ha comenzado sus primeros tenebrosos pasos de ejecución.
Ya desde hace un tiempo, y por diversos medios, advertimos lo que estaba ocurriendo y el riesgo que se corría.
Lamentablemente, la inmensa mayoría de los actores políticos y sociales,-unos por ignorancia o comodidad y otros muchos por conveniencia-, guardaron silencio.
El Artículo 82 de la Constitución de la República establece que la Nación adopta para su gobierno la forma democrática republicana, agregando que la soberanía será ejercida por el Cuerpo Electoral en los casos de elección, iniciativa y referéndum, “…e indirectamente por los Poderes representativos que establece esta Constitución, todo conforme a las reglas expresadas en la misma.”
Quiere decir pues que, una de las formas (por supuesto la más habitual en la vida cotidiana) en que se lleva a cabo el ejercicio del gobierno democrático republicano adoptado por la Nación, es a través de los “Poderes representativos que establece esta Constitución.”
Una rama de esos Poderes, mejor dicho, 16 integrantes de esa rama,-que es el Senado de la República que integra parte del Poder Legislativo, ha resuelto en las últimas horas aprobar por mayoría la derogación del Artículo 162 del Código Penal. El mismo establece que “El funcionario público que con abuso de su cargo, cometiere u ordenare cualquier acto arbitrario, en perjuicio de la administración o de los particulares, que no se hallare especialmente previsto en las disposiciones del código, será castigado con prisión de tres a veinticuatro meses e inhabilitación especial de dos a seis años.”
Tal artículo está incluido en el Capítulo II del Título IV, que legisla respecto de los delitos de abuso de autoridad y violación de los deberes inherentes a la función pública.
Es decir que si existe un acto arbitrario que no constituye fraude, conjunción del interés personal o del público, ni peculado, ni concusión, ni cohecho simple o calificado, ni soborno, igualmente se aplicará la sanción punitiva, por considerarse delito, ya que con un abuso de su cargo, se causó un perjuicio a la administración o a los particulares.
Por supuesto se trata de una herramienta de fundamental relevancia contra la corrupción, que es la enfermedad que se introduce en los Partidos, en los Gobiernos y en la Administración, y que destruye la organización o forma democrática republicana de gobierno.
Al respecto parecen existir más que claros ejemplos en el mundo, y especialmente en la región: Brasil, Argentina, Venezuela y tantos otros casos conocidos.
En el Uruguay el tema está instalado desde siempre y con un claro empuje en los últimos años: basta mencionar lo de PLUNA, los remates de aviones, el crédito del BROU a persona con nombre falso, sin aval y contrariando las disposiciones pertinentes, lo de ANCAP con cientos de millones de dólares dilapidados (como quien desparrama maníes), lo de la Planta regasificadora, lo de contratación de publicidad con emisoras que no existen, lo de Tarjetas corporativas de un Ente utilizadas “a la marchanta”, los temas de Aratirí, los créditos del FONDES, y podríamos continuar la lista. Hay personas procesadas y otras que están investigadas por la Justicia, hay nombres concretos y sumamente reconocidos en lo que son sus actuaciones por toda la ciudadanía.
¿Y que se les ocurre a 16 integrantes del Senado? comandados por el Senador Rafael Michelini y todos ellos integrantes del Frente Amplio que constituyen la mayoría y que tienen en sus manos la administración del país: DEROGAR LA DISPOSICIÓN que determinará, de transformarse en Ley, que queden sin enjuiciamiento no sólo quienes ya están encausados y próximos a recibir pena o sobreseimiento, sino que también quedarán “blindados” aquellos que están investigados (que son muchos), prácticamente todos pertenecientes a ese Partido (con alguna excepción menor), sino también aquellos que han cometido o están cometiendo en este mismo momento, graves irregularidades que encuadran en esa figura delictiva y todavía no están ni siquiera investigados, pero que seguramente habrán de estarlo, y eventualmente serán enjuiciados.
Más allá de tecnicismos jurídicos,-sin perjuicio de señalarse que la Suprema Corte de Justicia en sus últimos dictámenes estableció frente a planteamientos concretos, que tal norma se ajusta a la Constitución de la República-,seguramente no puede existir un peor momento desde el punto de vista de la conveniencia, para intentar semejante dislate. En un momento en que existe un descreimiento mayúsculo respecto al sistema político, 16 integrantes (no digo el Senado para no ofender la Institución), de esa rama parlamentaria, aprovechando su circunstancial mayoría y para defender la “chacra” partidaria y a sus amigos políticos, resuelven eliminar la peligrosa herramienta contra la corrupción. Ni siquiera se les ha importado que el descreimiento de la ciudadanía respecto del sistema político, que ya está en sus límites más bajos, llegue prácticamente al cero. Lo que importa es salvar a los “compañeros”, y en lo posible, mantener el poder, seguramente utilizando los mismos recursos que se han logrado acumular a través de la conducta ilícita tipificada en el Artículo 162 del Código Penal.
Es un verdadero acto de ataque al sistema democrático republicano de gobierno. El Señor Presidente de la República está sumamente preocupado por la enfermedad del cáncer provocado por el tabaco, que afecta seriamente la salud y a la sociedad toda. Pero creemos que los 16 Senadores de su Partido que acaban de aprobar este atropello, terminan de introducir en el contexto social, una enfermedad que es de consecuencias seguramente más graves que el flagelo que el Mandatario combate con tanto énfasis (lo cual compartimos).
Es por eso que decimos en la titulación de estas reflexiones, que sentimos vergüenza. Vergüenza republicana. Vergüenza democrática. Vergüenza oriental y uruguaya.
Pero todo no está perdido. Todavía y felizmente está vigente el sistema de gobierno que tantos sinsabores y sacrificios llevó construir a tantas generaciones. Y en él confiamos. Tenemos la gran esperanza que la Cámara de Representantes,-que la integran 99 Diputados de 5 Partidos Políticos, donde en todos ellos hay personas de gran capacidad, de mucha inteligencia, de mucho criterio, y por sobre todas las cosas de mucha honestidad-, dará lucha e interrumpirá este proceso cuasi escandaloso. Y en el propio Frente Amplio sabemos que hay gente con independencia intelectual y coraje cívico, que serán capaces de enfrentarse a esta oleada que intenta “barrer para debajo de la alfombra”, la suciedad y la resaca cívica.
Pero también si este sistema de control fallara, tenemos la esperanza de que el Señor Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez (esperemos que no se vaya a dar la circunstancia de que en alguna licencia del mismo no quede en ejercicio de la Presidencia el actual Vicepresidente, o ante alguna imposibilidad de éste, la Señora Senadora Topolansky, y que ahí llegue el proyecto para ser promulgado, porque sería el acabose), haciendo uso de la facultad que le otorgan los Artículos 137 y siguientes de la Constitución, interponga EL VETO que impida la vigencia de la Ley. Ha demostrado en alguna otra oportunidad, en su anterior Gobierno, que tiene o tenía, veremos, la necesaria entereza e independencia intelectual y personal como para hacerlo. Dijo hace pocas horas que él no se oponía a ninguna investigación, sin embargo no tuvo la fortaleza para hacer entender dentro del partido de gobierno, que así procedieran, y como consecuencia la mayoría parlamentaria del mismo se opuso a toda investigación hasta que los mismos desatinos e irregularidades en esa administración provocaron el quiebre de esa mayoría.
Pero si este contralor también fallara, nos queda el último reducto que sabiamente establece la propia Constitución de la República, cuando han fallado los poderes representativos, el ejercicio de la soberanía vuelve al titular de la misma, es decir A LA CIUDADANIA, y en ese caso como dijo sabiamente Artigas en la Oración de Abril en el Congreso de Tres Cruces: “Mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia soberana”. En este caso los poderes representativos habrían fallado todos, y entonces aparece “la presencia soberana” según expresa el Artículo 82 de la Constitución “…su soberanía será ejercida directamente por el Cuerpo Electoral en los casos de elección, iniciativa y referéndum…”; y al respecto el Artículo 79 inciso 2 de la Constitución establece que “el veinticinco por ciento del total de inscriptos habilitados para votar, podrá interponer, dentro del año de su promulgación, el recurso de referéndum contra las leyes y ejercer el derecho de iniciativa ante el Poder Legislativo.” Es decir pues que si fuera promulgada la Ley y entrara en vigencia, de inmediato corresponderá proceder a la recolección de firmas para que el 25% de los habilitados puedan interponer el RECURSO DE REFERENDUM para derogar la misma, y será la ciudadanía la que en voto secreto y con total libertad, se pronunciará si está a favor de que se mantenga este blindaje a la corrupción, o su voluntad es que desaparezca este “esperpento” y sigan siendo enjuiciados los corruptos con las herramientas que la Constitución, la Ley, y el sistema democrático republicano de gobierno establecen.
Conociendo al pueblo oriental y ejemplo de ello ha dado suficientes (pregúntenle a los dictadorzuelos o aprendices de tales, de 1980 que fue lo que les pasó), nos parece que ya conocemos el resultado.
A esperar pues, con la esperanza de las etapas que quedan del sistema representativo, en él confiamos, pero si falla, está el último y creemos que inexpugnable reducto, EL PUEBLO EN LAS URNAS.


jueves, 8 de junio de 2017

Uruguay, ese país hermano que juega con el enemigo. Por Karina Fernández /revista puerto


Daniel Gilardoni explicó que estos barcos no son bienvenidos en Argentina y Brasil y que si Uruguay no presta este servicio otro lo hará.


 http://revistapuerto.com.ar


 
 Fue de los primeros países en adherir al Programa de Estado de Puerto Rector de la FAO para luchar contra la Pesca Ilegal No Declarada No Reglamentada pero le brinda apoyo a los barcos que operan en el Atlántico Sur y se perfila como su más importante base logística.
 En la Argentina no muchos hablan de esto, no lo hace ni lo hizo nunca el Gobierno Nacional, tampoco los grandes diarios. No hablan de Uruguay desde el altercado por las papeleras de Botnia aunque comparado con del impacto ambiental y económico que genera su rol en la Pesca Ilegal No Declarada No Reglamentada en el Atlántico Sur, ese problema resulta
irrelevante. Tampoco se ha condenado su rol en ámbitos internacionales,pese a que Uruguay forma parte del Programa Estado Rector del Puerto (PSMA) de la FAO, cuyo funcionamiento es oficial y vinculante desde julio de 2016. Desde el año pasado y quizás como consecuencia de su adhesión al plan PSMA nuestros vecinos buscan dar un viso de legalidad al aprovisionamiento y reparación de los barcos que operan en la Milla 201, celebrando acuerdos con empresas chinas que, según denuncian los propios uruguayos, podrían tratarse de pantallas para la Pesca INDNR. 
Gracias a las denuncias de los pobladores del Departamento de Rocha,mañana deberá dar explicaciones al respecto el Ministro de Agricultura Ganadería y Pesca en la Legislatura oriental. Hablar de Uruguay cuando
está concluyendo la semana de los Océanos resulta oportuno y necesario.

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Uruguay, ese país hermano que juega con el enemigo | revista puerto

Se lanza libro que recoge siete miradas académicas sobre el suicidio y reclama dejar de mirar para el costado Por Leo Lagos




   
La diaria



Tendemos a repetir que la gente se suicida más los domingos; sin embargo, los datos indican que no es así. También repetimos que la gente se suicida más en invierno. Hein aclaró: “Eso es una gran mentira uruguaya, que además es funcional, porque el invierno no se puede cambiar. Entonces nos quedamos tranquilos. La gente se suicida más en noviembre y diciembre, que es el período en el que uno evalúa su año”. Es más, el suicidio en Uruguay presenta características que se mantienen estables en el tiempo y que permitirían desplegar acciones más concretas que quejarse del opresivo invierno: “En Uruguay hay un suicidio cada 14 horas. ¿Quién el próximo que se va a matar? No te sé decir si es un jugador de fútbol, una profesional o un ama de casa. Pero te puedo decir que el mes que viene se van a matar más hombres que mujeres, más adultos mayores que jóvenes, más adolescentes que adultos, sin contar los ancianos, más hombres divorciados que hombres casados, que las mujeres que se suiciden van a ser tanto solteras como casadas. El suicidio es un fenómeno muy predecible en los grandes números”


Las cifras son alarmantes, pero el tabú nos impide aceptar la realidad: en Uruguay son más las personas que se suicidan que las que pierden la vida en siniestros de tránsito. Mientras que para enfrentar las muertes en las calles y rutas se toman medidas como la tolerancia cero al alcohol y se realizan campañas públicas, para el suicidio la única gran estrategia que se adopta es la del avestruz.

No son superhéroes que luchan en solitario contra la maldad del mundo. Tampoco son salmones que nadan contra la corriente. Sin embargo, un poco de eso tienen. Pablo Hein es docente e investigador del Departamento de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Udelar). Cristina Larrobla es investigadora y docente en la Unidad de Salud Mental en Comunidad de la Facultad de Medicina de la Udelar. Ambos son miembros del Grupo de Comprensión y Prevención de la Conducta Suicida, una unidad multidisciplinaria que involucra a las facultades de Medicina, Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias de la Educación, Información y Comunicación, Psicología y a la Dirección de Salud Mental y Poblaciones Vulnerables de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Me reciben en una pequeña oficina atiborrada de ejemplares de 70 años de suicidio en el Uruguay: 7 disciplinas, 7 entrevistas y 7 encuentros, libro financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica en su colección Art. 2, que recoge material del Programa de Comprensión Pública de Temas de Interés General y que se presenta hoy a las 9.00 en la sede de ASSE.

La publicación es necesaria y oportuna: por más esfuerzos que se hayan realizado, la tasa de suicidio de Uruguay sigue siendo la más alta de América Latina. Los números, lejos de bajar, parecen estar aumentando. En julio el Ministerio de Salud hará públicas las cifras de suicidios de 2016. Pablo Hein no es optimista: “Lamento decirlo, pero hay altas probabilidades de que las cifras hayan aumentado respecto de 2015, que ya fue un año de pico de suicidios”. Eso es lo que resulta alarmante: los dos picos de suicidios en las últimas décadas en Uruguay se registraron en 2002, en plena crisis, y en 2015, tras diez años de bonanza económica. ¿Por qué los uruguayos decidimos matarnos? ¿Por qué no hacemos nada por los que se matan a nuestro lado? Despejada la crisis económica como único factor explicativo, ¿no es tiempo de hacer algo al respecto? ¿Por qué no hablamos del asunto?

“El presidente de la República ha dicho varias veces que no hay que hablar del tema porque es un tema que se contagia. Nosotros, desde el Grupo de Comprensión y Prevención de la Conducta Suicida, pensamos que no es así”, dijo Hein. La línea de argumentación del presidente viene de larga data y parte de la premisa de que el suicidio es un fenómeno que genera imitación. “Si bien hablar del tema puede ser un factor de riesgo, por ejemplo, en los suicidios de cantantes populares para los adolescentes, y la OMS [Organización Mundial de la Salud] tiene un manual específico para los medios de comunicación acerca de cómo comunicar esas muertes, hay estudios empíricos que indican que la sociabilización del tema es provechosa”, aclaró Larrobla. De hecho, uno de los tantos mitos asociados al suicido afirma que los medios tienen prohibido informar sobre las muertes autoinfligidas. Hein retrucó: “En los medios hay ignorancia. Piensan que no se puede informar. Si el periodismo nacional viera lo que es el periodismo español, el periodismo francés o el periodismo alemán, dejaría de hacer eso de no informar sobre el suicidio”.

La sociedad es la culpable

Pensar que el suicidio se contagia como una enfermedad infecciosa es una de las tantas maneras que la sociedad elige para perpetuar el tabú ante la muerte y no ver lo que le disgusta. Otra consiste en pensar que se trata de un asunto de la psiquiatría. Pero Hein acotó: “El suicidio es un fenómeno de la sociedad. Ni siquiera se puede trasladar únicamente al entorno familiar. No son los López o los Hein, que no vieron un problema que tenía su hijo. Tratamos de silenciar el tema, que es de toda la sociedad, y se lo atribuimos a una familia específica”. Larrobla complementó: “También tiene que ver con patrones sociales de lo que es público y lo que es privado, con qué es lo que los medios hacen público y qué no. Lo mismo venía pasando con el tema de la violencia doméstica, que hoy se empieza a visibilizar. Antes era un tema privado: si se era un buen profesional o un buen gobernante, no importaba lo que la persona hacía en la casa con la mujer o con los hijos. Ese manejo de lo público y lo privado nos sirve como excusa para no visibilizar el problema y no hacernos cargo de él”. Hein considera que el problema es más profundo: “No todos los suicidios son sociales, pero tampoco son todos económicos, ni todos debidos a desórdenes mentales. Uruguay no tiene que discutir sólo el tema del suicidio, sino el tema de la muerte, el de quién controla la muerte y el del poder médico que hay en torno a ella”. Ante esto, hizo un llamado a la acción: “Es momento de sacarse el miedo. Es tiempo de políticas integradoras que trasciendan las recetas o los manuales psiquiátricos o psicológicos. ¡En la Comisión Honoraria de suicidio no hay ningún asistente social! Está el Mides [Ministerio de Desarrollo Social], pero no está la Facultad de Ciencias Sociales ni la de Comunicación. ¿No será tiempo de empezar a pensar la comunicación del suicidio?”.

La pregunta de Hein resonó unos segundos y antes de que el sonido de sus palabras dejara de rebotar en la habitación, fue por más: “El único informe sobre suicidio, que salió al aire el año pasado en Canal 10, duró tres minutos y 20 segundos. Terminó con una psiquiatra diciendo que el suicidio es un tema meramente psiquiátrico”. Si uno lee el libro 70 años de suicidio en el Uruguay queda claro que eso no es así. Pero resulta que esos discursos son funcionales: expían de toda culpa a la sociedad en general y a quienes deciden las políticas. “Si a la sociedad se le dice que el suicidio es un tema de neurotransmisores, todos nos quedamos tranquilos. Pero después viene la Ballena Azul y la gente no entiende por qué hay adolescentes que se suicidan”, argumentó Hein, que no esquivó el bulto: “Capaz que es porque les pongo la vara muy alta en las clases y se sienten frustrados. O capaz que es porque a mis hijos les transmito, hasta inconscientemente, ciertos niveles de consumo desmedido”. Larrobla dijo que los medios de comunicación no siempre callan: “El único caso de suicidio que los medios publican es el del que comete feminicidio y luego se autoelimina. Para ese no hay tabú, y además te describen con lujo de detalles cómo hizo para matar a la madre delante de los hijos y cómo hizo luego para pegarse un tiro él”. Y una vez más, los medios deforman la realidad: “En términos estadísticos, es más alto el fenómeno de los hombres de entre 35 y 45 años que se matan sin matar a la pareja”, ilustró Hein. Entre los hombres de esa edad el divorcio es un factor de riesgo mayor que entre las mujeres, pero tal vez el hecho no sea tan atractivo para los medios de comunicación, ya que no les permite vender una historia con un culpable que hace algo aborrecible.

Un poco irónicos

Larrobla dijo que esto “va de la mano de la visibilización de la violencia de género”. “En la medida en que se sacó el velo de ese tabú, se habla más del tema. Pero con el suicidio cuesta más”, agregó. Tendemos a repetir que la gente se suicida más los domingos; sin embargo, los datos indican que no es así. También repetimos que la gente se suicida más en invierno. Hein aclaró: “Eso es una gran mentira uruguaya, que además es funcional, porque el invierno no se puede cambiar. Entonces nos quedamos tranquilos. La gente se suicida más en noviembre y diciembre, que es el período en el que uno evalúa su año”. Es más, el suicidio en Uruguay presenta características que se mantienen estables en el tiempo y que permitirían desplegar acciones más concretas que quejarse del opresivo invierno: “En Uruguay hay un suicidio cada 14 horas. ¿Quién el próximo que se va a matar? No te sé decir si es un jugador de fútbol, una profesional o un ama de casa. Pero te puedo decir que el mes que viene se van a matar más hombres que mujeres, más adultos mayores que jóvenes, más adolescentes que adultos, sin contar los ancianos, más hombres divorciados que hombres casados, que las mujeres que se suiciden van a ser tanto solteras como casadas. El suicidio es un fenómeno muy predecible en los grandes números”. Larrobla acotó: “La historia personal, la individualidad y la subjetividad tienen un peso muy importante, y son los elementos que hacen más difícil detectar y poder prevenir el suicidio. Podés hacer una campaña de prevención pensando en esos perfiles muy generales, pero no podés saber quién va a intentar suicidarse en los próximos diez minutos”.

Para Hein, los uruguayos somos un poco irónicos: “Festejamos cosas como la baja de la mortalidad infantil, pero no nos angustiamos por otras, como la tasa de suicidio adolescente”. Luego acribilló a la diaria con datos: “En 2015 hubo 208 homicidios. Unas 500 muertes por accidente de tránsito y 569 muertes por suicidio según cifras oficiales. Siempre hubo, salvo en el año 2012, más muertes por suicidios que por homicidios o por accidentes de tránsito. Entonces, Uruguay es irónico: piensa en los homicidios y en las muertes en el tránsito, pero no piensa con la misma intensidad y con la misma sociabilización en el suicidio. ¿Por qué no nos estamos diciendo ‘cuidate de vos mismo’, ‘cuidá al que tenés cerca’?”. Larrobla sentenció: “Este no es un tema exclusivo de psiquiatras y psicólogos. Todos podemos ser vehículo de referentes y de derivaciones oportunas. Lo que demuestran muchos estudios es que hablar de manera correcta, con los elementos necesarios y con un buen sistema de derivación en red, es un factor protector. Lo que no se habla, se actúa”.
Leo Lagos