FÚTBOL URUGUAYO
Estaba
claro que cuando se acercara la fecha de inicio del Torneo de la
Segunda División Profesional (conocida antiguamente como la Divisional
B), 8 de marzo, los inconvenientes de carácter económico financieros
iban a prevalecer sobre el panorama deportivo.
La situación es gravísima: clubes pobres, sin ingresos suficientes por derechos de televisión, lejos de los sponsors, con poca venta de jugadores, por no decir ninguna y contratos que casi nunca pueden cumplir y pagar.
Esa es la natural escenografía de la B en Uruguay, por tanto nada parecía extraño, sin embargo en esta oportunidad se sumó otro problema: producto de los graves inconvenientes renunció la Mesa Ejecutiva de la Segunda división. Por tanto la B se quedó casi sin autoridades.
Este episodio, obviamente, genera una nueva complicación ya que a esta situación se sumó la intención de algunos clubes de enviar a sus jugadores al Seguro de Paro teniendo en cuenta que no podrían pagar sus contratos.
Este último punto es el que puede repercutir en el fútbol uruguayo en su conjunto, así el abogado de la Mutual, Ernesto Liotti lo explicó en 100 % Deporte de Sport 890: “Quiero aclarar que no todos los clubes son iguales como se dice por ahí, no todo el fútbol uruguayo es igual. La figura del Seguro de Paro tiene ribetes jurisdiccionales, porque los jugadores no son tratados como todos, no reciben despidos, no les pagan salarios ni aguinaldos, por tanto es absurda esa medida”.
Con respecto a las repercusiones que esto puede tener, el abogado afirmó: “Los contratos de los jugadores son muy sui generis a pesar de que están registrados en BPS, por tanto no sería coherente el envío al Seguro de Paro pero si esto sucede la Mutual para de inmediato la actividad en todas sus categorías”.
Por tanto el inconveniente que originalmente comienza por temas de la B, termina abarcando a todo nuestro fútbol, al respecto Liotti finalizó: “Si claro, la Mutual no puede evaluar la situación de sus socios según la camiseta que llevan, si se para se para todo el fútbol”.
FOTO: La dirigencia presidida por Gustavo Campos en 2013. (Tenfield)
La situación es gravísima: clubes pobres, sin ingresos suficientes por derechos de televisión, lejos de los sponsors, con poca venta de jugadores, por no decir ninguna y contratos que casi nunca pueden cumplir y pagar.
Esa es la natural escenografía de la B en Uruguay, por tanto nada parecía extraño, sin embargo en esta oportunidad se sumó otro problema: producto de los graves inconvenientes renunció la Mesa Ejecutiva de la Segunda división. Por tanto la B se quedó casi sin autoridades.
Este episodio, obviamente, genera una nueva complicación ya que a esta situación se sumó la intención de algunos clubes de enviar a sus jugadores al Seguro de Paro teniendo en cuenta que no podrían pagar sus contratos.
Este último punto es el que puede repercutir en el fútbol uruguayo en su conjunto, así el abogado de la Mutual, Ernesto Liotti lo explicó en 100 % Deporte de Sport 890: “Quiero aclarar que no todos los clubes son iguales como se dice por ahí, no todo el fútbol uruguayo es igual. La figura del Seguro de Paro tiene ribetes jurisdiccionales, porque los jugadores no son tratados como todos, no reciben despidos, no les pagan salarios ni aguinaldos, por tanto es absurda esa medida”.
Con respecto a las repercusiones que esto puede tener, el abogado afirmó: “Los contratos de los jugadores son muy sui generis a pesar de que están registrados en BPS, por tanto no sería coherente el envío al Seguro de Paro pero si esto sucede la Mutual para de inmediato la actividad en todas sus categorías”.
Por tanto el inconveniente que originalmente comienza por temas de la B, termina abarcando a todo nuestro fútbol, al respecto Liotti finalizó: “Si claro, la Mutual no puede evaluar la situación de sus socios según la camiseta que llevan, si se para se para todo el fútbol”.
FOTO: La dirigencia presidida por Gustavo Campos en 2013. (Tenfield)