Por fin arrancó el
mundial de fútbol y digo por fin, porque yo ya me salía de la vaina
por empezar mis artículos sobre el tema.
El país anfitrión,
que como todo el mundo sabe, es Brasil, comenzó ganando el partido
inaugural contra ya no me acuerdo cual equipo. Pero no importa
demasiado, porque fuese quien fuese, todos sabíamos que iban a ganar
los brasileños. Aunque el árbitro fuese argentino o finlandés. En
fin, un partido casi tan aburrido como el show de inauguración. En
donde tuvimos que escuchar a Jennifer López y a otro señor llamado
Pitbull, cantar como perros…perdón, cantar algo tan típicamente
brasilero como lo es el rap.
Los disculpamos
porque sabemos que Brasil no tiene cultura musical alguna y mucho
menos cantantes de la talla de JL y Fido. Digo, Pitbull.
Después le tocó a
Costa Rica contra Uruguay. Los uruguayos pensaron que ese partido
sería como quitarle un chupetín a un niño y en vez de la garra
charrúa, apenas pusieron una inofensiva uña de gato.
Por
su lado, los ticos venían a participar con hambre de gloria mundial
y no tenían la menor intención de desaprovechar la ocasión. Y vaya
si no la desaprovecharon. Sacaron la lima y dejaron a los charrúas
sin garra alguna.
Mientras tanto, USA
y Rusia disputaban su partido en el estadio de Ucrania. El juego va
para largo, pero por ahora va ganando Rusia. Veremos cuál será la
próxima jugada de USA. Una cosa es segura: los que van a perder, son
los ucranianos.
Back in Brasil, que
quiere decir: otra vez en Brasil, pero lo escribo en inglés para que
lo entiendan los de la CIA, los tanos derrotaban a los británicos y
se fueron a festejar con su propio vino tinto traído de Italia.
Y llegó el gran
momento: Argentina versus Bosnia. Es decir, Messi contra Bosnia. Ya
que al parecer el equipo argentino completo es Messi. Al igual que
los uruguayos, Sabella pensó que los bosnianos-herzegovinos, o los
boszergovinos para acortar el trabalenguas, eran papita para el loro.
O para Messi.
Pero los
boszergovinos también venían por primera vez a competir en un
Mundial como nación soberana de Bosnia. Y pusieron todo lo que les
quedó después de la terrible guerra en Yugoslavia que terminó
partiendo al país pedazos.
Claro que Argentina
ganó. Pero en realidad, no se lo merecía. Otro partido
aburridísimo. Lo único positivo es que Messi no vomitó ante las
cámaras.
Al mismo tiempo,
pero un poco más lejos, el partido entre los sunitas y shiítas
iraquíes se desarrollaba con una clara supremacía del equipo de
ISIS. Que quiere decir algo así como: Estado Islámico de Iraq y
Siria.
Hay que señalar que
los Isistas juegan con varias ventajas. La primera: el ejército
oficial iraquí salió corriendo, dejando armamento, vehículos y
todo lo demás que le había dejado el ejército norteamericano antes
de irse del país.
Ni siquiera se
molestaron en hacer como que peleaban o defendían a la ciudad de
Mosul. Simplemente se las tomaron antes de que llegase ISIS.
¿Por qué sucede
esto?
Pues por varias
razones, pero para citar unas pocas: los soldados sunitas se negaron
a pelear contra los sunitas de ISIS. Porque odian al gobierno de
Malaki que es shiíta y que no se ha hecho querer demasiado por los
sunitas.
El árbitro de este
partido es un tal Obama que, por ahora, se niega a intervenir. Al
menos, directamente. Y le está pidiendo ayuda a Irán. Surrealista,
¿no?
Acá el único
beneficiado por el momento, es Arabia Saudita. Ya que seguirá siendo
el país de mayor producción de petróleo y el precio de este, con
el quilombo en Iraq, subirá otra vez a las nubes.
Volveremos a Brasil
cuando la ocasión o el partido lo amerite.L.M.V.