Una carta escrita por una prima del cantante due publicada por él en Tumblr ha desatado opiniones a favor y en contra en las redes sociales. El periodista José Luis Perera le respondió públicamente en
http://contratapapopular.blogspot.com
El blog de Juanjo Pereyra publica ambos documentos que están siendo debatidos en este momento.
En primer lugar la carta que hizo pública Drexler publicada por El Observador.
Luego, la respuesta de José Luis Perera
"Solos", la carta de la prima venezolana de Jorge Drexler
El cantante publicó la carta de la joven que relata cómo es hoy la vida en Venezuela, en medio del enfrentamiento entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición
El músico uruguayo Jorge Drexler publicó en su cuenta de Tumblr una carta de su prima, que vive en Venezuela, en la que relata la situación que atraviesa el país.
"Carta de mi prima venezolana (hija de exiliados políticos de la dictadura uruguaya) en la cual nos explica a la familia la grave situación en Venezuela en estos días. Recomiendo su lectura.
'Solos
Por estos días vi la foto de los presidentes latinoamericanos posando con Raúl Castro en Cuba. Una foto por decir lo menos curiosa, de varios hombres y mujeres que en su mayoría pasaron media vida tratando de convencer a sus conciudadanos de que eran la mejor opción de gobierno en sus países, luchando por sus ideas justas o injustas, ganando con enorme esfuerzo unas elecciones, que sonreían junto al designado heredero de la monarquía cubana.
Como siempre que veo una cosa así, me acordé de Yoani Sánchez, me la imaginé en el piso de un carro recibiendo patadas en la cara, aquella vez que se la llevaron por andar escribeindo un blog, y me pregunté si la lluvia de golpes sería tal vez distinta si ella supiera que quien iba a salir mañana a defenderla y a acusar a los esbirros del régimen no era, digamos, la bestia de George Bush. Yo cuando pienso en los cubanos siempre termino diciéndome lo mismo: solos, los dejamos solos.
Eso de la foto fue antes de que empezaran las protestas en Venezuela. Claro que yo no iba a a protestar, no porque no sobren razones, sino porque me parecía que se estaba llamando a tumbar el gobierno. Entonces fue cuando otra vez, otra muchacha de la universidad en el Táchira fue atacada por unos malandros en pleno día, estuvo a punto de convertirse en otra de las decenas de miles de personas asesinadas por año en Venezuela (las cifras son oficiales), y los muchachos dijeron basta. Y salieron, protestaron, se portaron mal, quemaron cauchos, trancaron calles. Agarraron a unos cuantos, y los mandaron, sin proceso alguno, directamente a la cárcel de Coro a mil kilómetros de distancia. En una de esas demostraciones del surrealismo venezolano a las que nos hemos acostumbrado últimamente, los presos hicieron una protesta violenta y dijeron que esos muchachos no podían entrar en la cárcel, aquí solo hay criminales, dijeron, los estudiantes no deben estar aquí.
Así empezó todo, y aquí en Mérida esa misma tarde estaban protestando los estudiantes. Y salió Leopoldo López a llamar a una marcha. Tampoco iba a ir, no me gusta nada Leopoldo López, aunque tengamos enemigos comunes, y pienso que Henrique Capriles tenía mucha razón y mucho valor en llamar a que no se saliera a descargar la frustación sin ton ni son, arriesgando la vida de los estudiantes. Pero resultó que la noche anterior a la marcha salieron con mas fuerza que nunca los llamados “colectivos”. En Mérida se llaman Tupamaros. Todos los conocemos. Tienen motos, andan de a dos. El de atrás lleva el arma. Se cubren la cara. La mayoría viven en unos edificios que antes eran residencias de estudiantes, y donde ahora la policía no entra. Tienen también un “brazo civil”, digamos, que participa en las elecciones. Esa tarde salieron, rompieron las puertas de un edificio donde viven varios amigos míos, entraron con las motos. Disparando. Así en varios edificios donde viven estudiantes que salen a protestar siempre. Se pasearon por la ciudad, y las “ballenas” anti disturbios de la policía venían detrás de ellos apoyando. El patrón se ha repetido en todos estos días de manifestaciones en todo el país: sueltan a los colectivos adelante, con las motos, armados, y la guardia nacional viene atrás. Lo que pasa es que yo vivo aquí en Mérida y eso no lo vi en una foto de twitter: lo vi.
Por eso yo fui a la marcha, vestida de blanco como todos. No porque hay una conspiración del imperio para tumbar a Maduro en la que yo participo, ni porque me convencieron con un folletito de la CIA de dejar de ser la hija de un exiliado político de la dictadura uruguaya para convertirme en una fascista de la ultraderecha, para usar el término con que me llama nuestro presidente. Salí, con miedo eso sí porque las balas no me gustan, a decirles a los criminales de las motos que la ciudad no es de ellos, es nuestra, que podemos caminar por sus calles cuando queremos, que no pueden decirnos con sus motos y sus pistolas adónde no ir. Salí porque si mi padre estuviera vivo, habría salido conmigo del brazo con los estudiantes. Y fue hermoso, y cantamos, y se nos unió toda la ciudad en la manifestación más grande que se había visto hasta entonces. Y entonces vino la noche, y de nuevo salieron las motos. Me llamó una amiga, atrincherada en su apartamento: vienen los “tupas”, y la policía los proteje, y quién nos defiende a nosotros.
Los tupas. No escogieron el nombre por casualidad. Lo escogieron sabiendo que hay muchos, demasiados, tristes intelectuales de la así llamada izquierda latinoamericana, para quienes el discurso y el nombre lo es todo. Usted dice tupamaro, y ellos piensan en los torturados de la dictadura uruguaya, no en los muchachos que salieron ayer mostrando las heridas que la Guardia Nacional Bolivariana les hizo cuando los detuvo. Son el tipo de gente que si usted le dice guerrillero, ellos piensan en un joven buenmozo de barbita con una boina negra y su estrellita blanca, no en un anciano narcotraficante colombiano sin escrúpulos que es capaz de secuestrar niños para llevarlos a pelear a la selva. Son el tipo de gente que piensa que Chávez nacionalizó el petróleo venezolano y nunca se fijaron en la fecha. Son gente a la que usted les dice que los políticos venezolanos de oposición no salen en ninguna televisión venezolana desde hace meses porque está prohibido, y dicen: ah, pero. Y uno sabe que si mañana en su país prohibieran aparecer a los políticos de oposición, se indignarían. Que no estarían contentos si supieran que la tercera parte de los ministros de su país son militares, que oficialmente no hay separación de poderes, que el jefe del ejército juró que la oposición jamás ganaría una elección en este país, que la presidenta del Consejo Nacional Electoral celebra todos los años el aniversario del golpe de estado que quiso dar Chávez, y me paro porque la lista es larga.
En este momento en las calles de Venezuela está ocurriendo una tragedia. No es que hay disturbios y la policía antimotines dispara bombas lacrimógenas y muere alguno, no es eso, que lamentablemente pasa en todo el mundo a cada rato. Es que hay grupos armados financiados por el estado, disparando y matando. Y hay una censura informativa total.
Debería bastar que se supiera eso, debería bastar saber que en Táchira cortaron internet y sobrevuelan las ciudades aviones de guerra, que cerraron las emisoras de cable que daban noticias, debería bastar saber que están atacando a los periodistas, que hay estudiantes muertos, para que el intelectual de izquierda levante por fin los ojos de su enésima edición de “Las venas abiertas de América Latina” y mire alrededor, descubra que el siglo es el 21, que el muro de Berlín cayó, que los muchachos de la Sierra Maestra envejecieron y ahora no dejan a sus nietos gobernar, ni escribir un periódico nuevo, ni salir de su país, ni fundar un partido político, ni gritar abajo el gobierno. Que si en Venezuela no hay ni pan ni medicinas ni leche no es porque Obama está conspirando día y noche contra nosotros. Que somos perfectamente capaces de hundir económicamente un país sin ayuda de ninguna transnacional imperialista. La gente aqui piensa que los gobiernos latinoamericanos no dicen nada ante las atrocidades de este momento en Venezuela porque tienen intereses económicos. Yo pienso que no, yo pienso que es por la misma razón por la que se sacaron la foto aquella: porque viven en el siglo pasado.
Sí, Maduro dice que yo soy una fascista violenta de la ultraderecha que esta en una conspiración internacional para tumbar su gobierno. Que lo diga. Yo mañana vuelvo a salir con los muchachos, a exigir al gobierno que desarme a los colectivos, a decir que las calles son nuestras, a recordar a la estudiante que murió con una bala en la nuca, a darle fuerza a la otra que perdió un ojo. Y saldré con el mismísimo exacto orgullo, inocencia y alegría con que salen todos los estudiantes de América Latina a gritar viva la U, viva la Universidad, muera la bo, muera la bota militar. Y no, no les voy a explicar a los izquierdistas nostálgicos lo que pasa, ni les voy a mostrar los videos y a jurarles que es verdad, ni me voy a sentar a discutir con ellos cosas tan elementales como el derecho a la libertad de expresión, porque estoy, estamos, hartos. Está a la vista, mírenlo, mírennos. Estoy segura de que habrá (que hay) muchos que entiendan, y que esos no nos dejarán solos'".
A LA PRIMA DE JORGE
No se tu nombre (la carta no lo dice), solo que sos la
prima de Jorge Drexler, venezolana, hija de exiliados políticos de la dictadura
uruguaya, y que le escribiste una carta a Jorge explicando la grave situación
en Venezuela.
Ya al comienzo de tu carta uno
puede prever lo que vas a decir –y te juro que no soy adivino-, ya que te
refieres al presidente Raul Castro como el “designado heredero de la
monarquía cubana”. Dejame decirte que si para explicar la situación
venezolana tienes que comenzar por hablar mal de Cuba y poner a la bloguera
Yoani Sánchez como una mártir (esa que no esconde su simpatía por la dictadura
de Fulgencio Batista, en la cual según sus palabras “había una libertad de
prensa plural y abierta, programas de radio de toda tendencia política), y
al bueno de Bush como quien le tendió una mano a la pobrecita, entonces uno
presiente como viene la mano.
Entiendo cuando dices que no ibas
a salir a protestar porque estaban llamando a tumbar al gobierno, y que tampoco
lo ibas a hacer cuando salió Leopoldo López llamando a manifestar, porque no te
gusta aunque tengan enemigos comunes (qué lástima que no aclaras quienes son
esos enemigos comunes, me hubiese gustado saberlo).
Pero al parecer lo que te llevó a
salir fueron los llamados “colectivos”, esos que en Mérida se llaman Tupamaros.
“Todos los conocemos. Tienen motos, andan de a dos. El de atrás lleva el
arma. Se cubren la cara. (...) Esa tarde salieron, rompieron las puertas de un
edificio donde viven varios amigos míos, entraron con las motos. Disparando.
Así en varios edificios donde viven estudiantes que salen a protestar siempre.
Se pasearon por la ciudad, y las “ballenas” anti disturbios de la policía
venían detrás de ellos apoyando. El patrón se ha repetido en todos estos días
de manifestaciones en todo el país: sueltan a los colectivos adelante, con las
motos, armados, y la guardia nacional viene atrás. Lo que pasa es que yo vivo
aquí en Mérida y eso no lo vi en una foto de twitter: lo vi”.
Eso fue lo que te decidió, y está bien, a nadie le gusta
la violencia, y cuando uno ve la violencia desatada tiene que salir a
protestar. Por eso supongo que habrás salido a protestar en 2002 cuando la
violencia opositora provocó el golpe de estado contra Chávez, y doy por descontado que
habrás salido a protestar cuando en abril del año pasado, luego de las elecciones
que legítimamente ganó Maduro, cuando la violencia opositora provocó 9 muertos
y 78 heridos, entre las vícitmas dos niños de 11 y 12 años (busqué tu
carta contándole a Jorge pero se ve que no la recibió o se olvidó de colgarla).
Y por eso te fuiste a la marcha “vestida de blanco como
todos”. Me hiciste acordar a “las damas de blanco”, perdóname la digresión.
Y fuiste a la marcha “No porque hay una conspiración del imperio para tumbar
a Maduro en la que yo participo”....es raro, porque esa es la consigna de
las marchas, y la intención declarada de los convocantes (te dejo por acá un artículo de Atilio Borón) , seguir manifestando
hasta que caiga el gobierno; un gobierno elegido democráticamente hace menos de
un año, y que volvió a ganar en diciembre nuevas elecciones por un margen aún
mayor.
Tal vez tengas que informarte un poco más, porque mira que la conspiración existe y el objetivo es ese, y al participar estás siendo parte de eso.
http://www.atilioboron.com.ar/2014/02/la-amenaza-fascista-en-venezuela.html
Tal vez tengas que informarte un poco más, porque mira que la conspiración existe y el objetivo es ese, y al participar estás siendo parte de eso.
http://www.atilioboron.com.ar/2014/02/la-amenaza-fascista-en-venezuela.html
Dices que saliste con miedo, porque las balas no te gustan
(y a quien le gustan ¿no?), “a decirles a los criminales de las motos que la
ciudad no es de ellos, es nuestra, que podemos caminar por sus calles cuando
queremos, que no pueden decirnos con sus motos y sus pistolas adónde no ir”.
Casualmente estaba leyendo que capturaron a una banda fascista que actuaba en
motos, y que están identificados; supongo que no serán los que tu mencionas, o
si?
Sabes, algo me llama la atención en tu carta. En un
momento dices “Son gente a la que usted les dice que los políticos
venezolanos de oposición no salen en ninguna televisión venezolana desde hace
meses porque está prohibido, y dicen: ah, pero. Y uno sabe que si mañana en su
país prohibieran aparecer a los políticos de oposición, se indignarían”.
Eso es realmente raro. Uno lee y escucha por acá el
malestar del gobierno venezolano con los medios de la oposición que a diario
difunden mentiras y tergiversaciones, pero los venezolanos no las pueden ver.
No entiendo por qué se molesta tanto el gobierno entonces, si esos mensajes de
la oposición están prohibidos y por lo tanto no se ven ni se oyen ni se leen.
A mi me da la sensación –con todo respeto te lo digo- de
que estás viendo las cosas medio como al revés. Yo he leído por ahí que hay
grupos armados financiados desde el exterior provocando disturbios y violencia
en Venezuela, pero tu dices que “hay grupos armados financiados por el
estado, disparando y matando”. ¿Para qué tendría que financiar grupos
armados el estado si tiene la policía y el ejército armados hasta los dientes?
Te quejas de que “hay una censura informativa total” de
que “cortaron internet”, etc. Sin embargo yo estoy leyendo tu carta ¿la
mandaste por correo? Eso habla muy bien de la excelencia del correo venezolano.
Yo mandé una carta a Perú por correo y demoró 26 días en llegar. La tuya llegó
prácticamente al instante. Pero el corte de internet explica algunas otras
cosas. Por ejemplo, explica por qué tanta información falsa y tanta foto
trucada; es obvio, como allí no se pueden sacar fotos y los medios están
censurados y no hay internet, entonces hay que sacar fotos de otras partes del
mundo y publicarlas como si fueran sacadas en Venezuela.
Tu dices que “La gente aquí piensa que los gobiernos
latinoamericanos no dicen nada ante las atrocidades de este momento en
Venezuela porque tienen intereses económicos. Yo pienso que no, yo pienso que
es por la misma razón por la que se sacaron la foto aquella: porque viven en el
siglo pasado”. Pero estás equivocada, mira que los gobiernos
latinoamericanos han dicho cosas sí. Claro, como no tienes internet y los
medios están censurados tal vez por eso no las pudiste leer ni ver ni escuchar.
Pero yo te cuento que por ejemplo el gobierno cubano (la monarquía según tu) ha
dicho: “El gobierno cubano expresa pleno apoyo a la Revolución Bolivariana y
Chavista y convoca a la más amplia solidaridad internacional con la convicción
de que el pueblo venezolano sabrá defender sus irreversibles conquistas”; y
te digo que el Gobierno de Ecuador condenó los hechos de violencia perpetrados
por grupos de derecha en Caracas, capital venezolana, y en diversos estados del
país, y se solidarizó con el pueblo y el Gobierno nacional, y te digo que el
presidente de Bolivia, Evo Morales reiteró su rechazo a las acusaciones del
Gobierno de los Estados Unidos, liderado por Barack Obama, contra los países
progresistas y antiimperialistas de la América Latina. Pero también tu gobierno
ha recibido el apoyo de los gobiernos de Panamá, de Uruguay, de Brasil, de
Argentina, etc...
Dices finalmente: “Sí, Maduro dice que yo soy una
fascista violenta de la ultraderecha que está en una conspiración internacional
para tumbar su gobierno. Que lo diga (...)Y no, no les voy a explicar a los
izquierdistas nostálgicos lo que pasa, ni les voy a mostrar los videos y a
jurarles que es verdad, ni me voy a sentar a discutir con ellos cosas tan
elementales como el derecho a la libertad de expresión, porque estoy, estamos,
hartos. Está a la vista, mírenlo, mírennos"
No creo que seas una fascista
violenta de la ultraderecha. Sí es obvio que sos de derecha, y que –tal
vez sin
proponértelo- estás participando de una conspiración internacional para
tumbar
al gobierno venezolano, gobierno democráticamete electo por el pueblo
venezolano, aunque tu no te hayas enterado, lo cual es comprensible por
la "censura informativa total" de la que hablas. Tu carta es parte de eso. Y no sos la única, todos
estamos hartos, aunque por razones diferentes. Muchos estamos hartos de que se
intente torcer el destino pacíficamente decidido por los pueblos y que haya que luchar todos los días
por evitarlo, aunque más no sea desenmascarando las falsedades.