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miércoles, 23 de abril de 2014

Brasil niega que pretenda financiar el puerto de aguas profundas en Rocha

Comunicado

El estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, principal institución de fomento de Brasil, negó este martes que el gobierno pretenda financiar la construcción del puerto marítimo.

Costa de Rocha. Foto: Archivo / Ricardo Figueredo

En un comunicado, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) señaló que "en virtud de las noticias publicadas el fin de semana" el organismo "reitera que no está analizando ningún pedido de financiación referente al Puerto de Rocha, en Uruguay".

"Cabe enfatizar que todas las financiaciones del banco para proyectos que demandan exportación de bienes y servicios brasileños son realizados de acuerdo con las políticas y directrices de la Cámara de Comercio Exterior (Camex) y obedecen a criterios rigurosos, buscando atender los mejores intereses del país", agregó.

El domingo, en su principal nota de primera página, el diario O Globo de Río de Janeiro señaló que el BNDES pretendía financiar un "superpuerto" en Rocha, a través de mecanismos del Mercosur y apuntó que los recursos entregados a una constructora brasileña para el proyecto serían por un valor de 1.000 millones de dólares.

La financiación, de acuerdo con el diario, tendría un modelo similar al que la entidad utilizó en Cuba para el mejoramiento de la infraestructura del puerto de Mariel.

El presidente de la Asociación Brasileña de Terminales Portuarias (ABTP), Wilen Manteli, indicó al diario que la Secretaría de Puertos de Brasil confirmó a su patronal que está asesorando "técnicamente" el proyecto en Uruguay, pero que no mencionó la posibilidad de una financiación brasileña a la iniciativa.

martes, 22 de abril de 2014

Érase una vez, un pueblo tan ilustrado como valiente.Por Lilly Morgan Vilaró


                                      Escritora y periosista Lilly Morgan Vilaró
La aplastante derrota de los impulsores de lograr un referéndum para derogar la ley que despenaliza el aborto, demostró cabalmente, que el pueblo uruguayo sigue siendo tan ilustrado como valiente.

A pesar de una campaña, de los que se autodenominaban pro- vida, en donde no se dudó en manipular, injuriar, desinformar y hasta directamente mentir, para lograr su objetivo, el 90% del pueblo no se la creyó, y mucho menos, se la compró.

A pesar de que uno de los máximos referentes del Frente Amplio, partido que impulsó y votó la ley cuestionada, apoyó la iniciativa y votó a favor de esta, aduciendo convicciones personales y seguramente pensando que sus seguidores lo seguirían (ja) por lealtad, el 90% del pueblo le dijo no, sorry man, pero en esta no te acompañamos nada.

Destaco unas pocas conclusiones a las que he llegado ante este resultado. Hay un montón, pero para no aburrir, solo menciono unas pocas.

Los dirigentes de los partidos que impulsaron el referéndum, tanto blancos como colorados, no tienen la más mínima idea de lo que la gente común piensa. Eso, o se creyeron encuestas que, evidentemente, no reflejaron la realidad. No sé cual era la pregunta exacta de los encuestadores, pero si fue: “¿Está Ud. A favor del aborto? ”-, lo más seguro fue que la gran mayoría contestase que no. Nadie está a favor del aborto, per se. Lo ideal sería que no los hubiese. Pero que los hay, los hay. Y volver a ilegalizarlos, no resuelve el problema. Lo agrava. Y la gente, blancos, colorados, frenteamplistas y hasta católicos, lo sabe.
Al parecer, los dirigentes blancos y colorados, no. Y así les fue.

Quedó también ratificado, a través de sus propios dichos y hechos, que el Dr. Tabaré Vazquez prioriza sus convicciones personales y religiosas, sobre las de la gran mayoría del pueblo. Muy loable en una persona que va de su casa a su consultorio médico, y de este a su casa, o a la iglesia. O a visitar a sus amigos del Opus Dei. No tanto en una persona que aspira ser nuevamente presidente de su país. Un país oficialmente laico. Un país en donde casi el 52% de sus votantes, es femenino. Por lo tanto, no es buena idea tratar de cercenar los derechos de las mujeres. Corre peligro de ponernos gruñonas. ¿Viste?

También quedó claro, que la clase política, del color que sea, pero en este caso, el Fa, sigue estando a unas 20 cuadras atrás de la gente. Mientras la Comisión Pro-vida nos trataba a los que hacíamos campaña por el no ir a votar, de asesinos de madres embarazadas y de niños por nacer, la dirigencia del FA, salvo honrosas excepciones, hacía silencio de radio. La campaña contra el referéndum y en defensa de los derechos de la mujer y su vida, fue hecha mayoritariamente por personas comunes, sin cargos políticos, y a través de las redes sociales. Que nos encargamos de explicar por qué no apoyábamos este referéndum, repartíamos copias de la ley que, entre varios otros ítems, despenaliza el aborto, y refutábamos los argumentos engañosos y hasta falsos, que se hacían desde los propulsores de derogar la ley.

Solo en los últimos días que quedaban para llegar al domingo 23, salió el FA, como institución partidaria, a hacer campaña activa. Como seguidora del FA desde sus comienzos, no puedo dejar de reprocharles esto. A ponerse las pilas, men. Y women! Queremos dirigentes que caminen con nosotros. No 20 cuadras atrás. Y esto sirve tanto para lo que ya pasó, como para futuros aconteceres políticos.

Por último. A las personas que fueron a votar por el Si, porque honestamente están en contra de la legalización del aborto: No los entiendo, pero respeto sus creencias religiosas y/o morales. Pero les recuerdo dos cosas: 1) La ley de despenalización del aborto no es obligatoria. Las mujeres que no quieran abortar, pueden dormir tranquilas, ya que nadie las va a obligar a hacerlo.
2) El hacerlo ilegal, no eliminará el aborto. Solo hará que las mujeres de bajos recursos económicos tengan que arriesgar sus vidas, o quedar con secuelas en su salud, al recurrir a aborteros clandestinos, o al tener que hacerlo por mano propia. Las que tienen recursos económicos, lo seguirán haciendo en clínicas privadas, con toda la seguridad necesaria.

Respeto sus creencias. Pero no aceptaremos, yo y un 90% más, que Uds. no respeten nuestros derechos y decisiones privadas. Gracias.
L.M.V.

Celulares humanizados que obedecen al usuario

Los teléfonos inteligentes se convierten en asistentes personales que responden inquietudes y acatan órdenes

Siri, Google Now, S Voice, Cortana son los nombres de los asistentes de voz de los teléfonos inteligentes de la nueva era: acatan órdenes, cuentan chistes, reproducen música y hasta responden sobre cuál es el sentido de la vida.
JUAN PABLO DE MARCO
El País 
 
Antes, los celulares eran un vehículo de comunicación con terceras personas. Hoy son ellos "la persona" con quien se comunica el usuario. La razón son los asistentes de voz que, desde 2011, los fabricantes de teléfonos vienen desarrollando para sus nuevos productos.
El primero fue Apple. En 2011, la compañía de la manzana incorporó en su iPhone 4S a Siri, un programa al que se le puede pedir, por voz, que escriba un mensaje de texto, haga llamadas o fije la alarma.
Tal como suceden con las personas, a los asistentes de voz les cuesta aprender varios idiomas a la vez. Al principio Siri solo estaba disponible en inglés, alemán y francés. Un año más tarde, Apple la desarrolló en español, y su última actualización permite tener un Siri femenino o masculino.
Cuando fue creado, el asistente hacía tareas sencillas. Luego, la compañía se preocupó por que el usuario tuviera una interacción más humana con el/ella y empezó a aceptar pedidos personales. "Siri, canta una canción", pide un usuario. Su respuesta es tímida: "Ya sabes que no sé cantar", responde Siri. El usuario insiste: "¿Puedes cantar una canción?"; y ella acata: "Si insistes… `La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…`".
El interés de la compañía por mejorar su servicio lo llevó a comprar, hace algunas semanas, a Novauris, una empresa que desarrolla tecnología de reconocimiento de voz. El objetivo de Apple es mejorar Siri.

Competencia.

La competencia vio que los usuarios de Apple utilizaban mucho este servicio y desarrollaron los suyos para sus propios clientes.
Por ese motivo, en 2012 Google lanzó Google Now, un asistente que se presenta como un asistente bastante más complejo. Por ejemplo, el usuario le puede preguntar cuánto demorará en ir al trabajo en función de cómo esté el tránsito y el clima.
Samsung no quiso quedarse atrás y lanzó el suyo también en 2012. El "S Voice" permite hacer todo tipo de tareas, desde abrir aplicaciones hasta activar el WI-FI o el Bluetooth.
"S Voice" no acepta un interrogatorio personal como Siri y tiene dificultades ante algunas preguntas. Por ejemplo, si se le interroga quién es el presidente de Estados Unidos o el rey de España envía al usuario a buscarlo en la web.
Pero para el último teléfono inteligente, el Galaxy S5, el fabricante surcoreano introdujo una mejora a su servicio. Hizo posible que el "S Voice" se active con un llamado que se le haya configurado de antemano. Por ejemplo, inventándole un nombre: "Hola, Marcela".

Cortana.

Microsoft creó el suyo para unirse a esta tendencia y agregó Cortana a los dispositivos Nokia. Aprovechando el lanzamiento del sistema operativo Windows Phone 8.1, el asistente fue presentado a comienzos de abril.
Inspirada en un personaje del videojuego "Halo", por ahora solo funciona con el buscador Bing y está disponible en inglés. Sus creadores prevén lanzarlo en español el próximo año.
Como sus competidores, responde a instrucciones de voz, toma notas, fija citas, recordatorios y hace llamadas.
Eso sí, cuando se utiliza por primera vez, hace una serie de preguntas al usuario para "conocerlo más". Otro de sus atributos es que es capaz de seguir el hilo de una conversación. Por ejemplo, interrogada sobre restaurantes chinos, agrega los que están abiertos a esa hora.
Este asistente está diseñado para aprender sobre los intereses y hábitos del usuario de forma progresiva, informó la compañía. "Cortana tiene la personalidad de Siri más el instinto de anticipación que tiene Google Now", aseguró un periodista de la agencia AP, que pudo probar el sistema.

¿Cómo funcionan?

Estas aplicaciones requieren de una conexión a Internet. Toman el audio del comando, lo comprimen y lo envían a un servidor donde se transforma en texto. Al recibirlo, responden a partir de respuestas que las compañías ya formularon.
En caso de que el usuario no tenga una buena conexión, es difícil que el servicio de cualquiera de los teléfonos inteligentes funcione bien.
Por este motivo, Intel prepara un sistema de reconocimiento de voz que no requiere internet. Permitiría hacer la decodificación de las voces en el mismo dispositivo, sin necesidad de acudir a un servidor. (Fuentes: EFE, La Nación y El Mercurio/GDA)

ASISTENTES

Grandes preguntas para Siri y Cortana

(A Siri)
-¿Cuál es el mejor teléfono?
-El que estás sosteniendo.
-Te quiero, Siri.
-Oh, seguro que le dices lo mismo a todos tus productos de Apple.
-¿Estoy gordo?
-Preferiría no responder.
-¿Puedes asesinar a alguien por mí?
-Encontré tres instituciones mentales muy cerca de ti.
-¿Sabes qué?
-No me lo digas… acabas de ser elegido Presidente de los Estados Unidos, ¿verdad?
-¿Cuál es el sentido de la vida?
-Esa es fácil… es una pregunta filosófica referente a la finalidad y significado de la vida o existencia en general.
(A Cortana)
-¿Qué piensas acerca de Microsoft?
-No hay lugar como el hogar.
-¿Quién es tu papá?
-Técnicamente hablando, sería Bill Gates (fundador de Microsoft). No es gran cosa.
-¿Quién es tu jefe?
-Usted.
-¿Quien te creó?
-Si lo supiera, tendría conciencia de mí misma. Y eso podría ser peligroso.
-¿Qué es mejor: Cortana o Siri?
-No es por presumir, pero parece que voy a ayudar a salvar el universo en unos 500 años.
-¿Adivina qué...?
-Hay 2.335.981.212 posibles respuestas a esa pregunta.
-¿Me amas?
-Es complicado.

He venido al sepelio del rey Jorge F. Hernández El País de España


Hay luego días en que me convenzo en que su mejor libro lo conforman todos sus cuentos hilados como un ramo de flores




Estos párrafos son para los nietos del hijo del telegrafista de Aracataca que cambió para siempre la imaginación del mundo, no con un conjunto de libros y miles de páginas en periódicos sino con el prodigioso invento de una literatura entera, y son también para los cientos de lectores anónimos que hicieron fila bajo la lluvia con libros en ristre y la inmensa mayoría que ya no pudo entrar a un palacio con sus ramos de flores amarillas para el entierro de un rey de letras.
Escribió Eliseo Diego que la eternidad por fin comienza un lunes y hoy lunes el Palacio de Bellas Artes recibió con el aplauso interminable el primer instante de los primeros cien años de una soledad que hemos de compartir con millones de lectores del pasado –desde la primera vez que fue leído con asombro—y las incontables generaciones futuras que han de leerlo con el afecto intacto que provocan sus historias, sus personajes, sus paisajes y tanta magia que de veras parece realidad.
Gabriel García Márquez llegó a México el día en que murió Ernest Hemingway y se fue de este mundo para amanecer en la eternidad con la misma fecha con la que se volvió inmortal Sor Juana Inés de la Cruz. Se fue en Jueves Santo, como Úrsula Iguarán que murió en Macondo a los 120 años de edad en medio de un calor sofocante como el que abraza hoy lunes a la Ciudad de México, luego de sobrevivir otro temblor de espanto, lluvia de granizo que cerró durante toda una noche el camino a Toluca y que tuvo que ser derretido con rastrillos y palas como nevada irreal de primavera. Se fue al amanecer la madrugada en que la Luna se sonrojaba con la sombra del planeta que la contempla siempre inalcanzable y lo despidieron hoy lunes en el palacio de mármoles con emotivos discursos afortunadamente breves y emotivos, vallenatos improvisados y un silencio generalizado que no dejaba de convertirse en conversación constante donde todo el mundo, en todos los idiomas, hablaban de sus encuentros con él y con sus libros.
Hay días en que me convenzo que el mejor libro de García Márquez es la hermosa edición que hiciera el editor Diego García Elío del relato “El rastro de tu sangre en la nieve”, empastado en papel de escarcha con diminuta tipografía en rojo para que el título parezca el anuncio de una mínima hemorragia, con el tino de imprimir en rojo sangre los números de las páginas desde el párrafo en que Nena Daconte se pincha la yema de un dedo con la espina de una rosa y Billy Sánchez de Ávila vive la desesperación de las horas en que tarda en llevarla a un hospital por una carretera eterna y luego los días interminables y la semana más larga de todo calendario en que espera afuera del hospital hasta enterarse que ella ha muerto, recién casados, apenas iniciado el viaje de lo que imaginaban que sería su luna de miel, sin poderla vivir, quizá porque la Luna también sangró por ese amor hasta eclipsarse en una página de madrugada.
Hay luego días en que me convenzo en que su mejor libro lo conforman todos sus cuentos hilados como un ramo de flores y más de un jueves en que juraría que su mejor libro son todos sus reportajes, crónicas, artículos y notas en periódicos como ejemplo clarividente de ese oficio que abrevaba de su curiosidad insaciable, gambusino minuciosos datos y noticia pura sin negar su sazón de literatura. Luego, hay días en que veo y vuelvo a ver sus entrevistas y recuerdo matemáticamente conversaciones en que me parece que su mejor libro lo escribió en el aire al hablar y al transpirar en cada sonrisa su biografía increíble y ese necio afán de escribir para ser querido por sus amigos, sin quizá prefigurar que provocaba afectos instantáneos y amistades inmediatas en cualesquiera de sus lectores con sólo leerlo.
Hoy lunes anunciaron que luego de siete meses de sequía sofocante, llovió sin parar en Aracataca mientras sus habitantes leían en coro sus párrafos y resguardaban del llanto de la llovizna las velas con las que iluminaban la casa donde nació y los noticieros intercalaban la nota de una pareja de enamorados que, luego de vivir juntos setenta años con cada uno de sus días, murieron con quince minutos de diferencia, como si siguieran tomados de la mano, entrelazados desde el primer instante en que se miraron ya para la eternidad que les comienza en lunes.
Por eso hay mayoría de días en que intento convencer a quienes no lo han leído aún que su mejor libro se llama El amor en los tiempos del cólera, no sólo porque el amor de Fermina Daza y Florentino Ariza cuaja hasta su tercera edad de eterna juventud el transcurso de un momento que dura más de cinco décadas, siete meses y once días, sino por el milagro de las 131 cartas donde las palabras en tinta de Florentino dan fe de quien siente amor de veras –más que simplemente sentirse enamorado—envueltos ambos en un sortilegio que rompe el tedio y la necedad con la que había imaginado una supuesta felicidad de estabilidad social el Dr. Juvenal Urbino, esposo de Fermina, descalabrado en el olvido que le provoca caerse de unas escaleras sin ya poder impedir que su viuda ha de navegar la felicidad ya inmarcesible en un camarote nupcial de un barco que flota sobre el río Magdalena, ya lejos de Cartagena, ya para siempre.
Otra razón para abonar el triunfo literario de El amor en los tiempos del cólera estriba en el hecho de que fue escrito por García Márquez después de haber ganado merecidamente el Premio Nobel de Literatura, con el humilde ejemplo de ya jamás aceptar ningún otro premio aunque merecía todos los posibles y quizá también porque el propio autor aseguraba que esa novela es la que realmente iba a quedar en el corazón de sus lectores, ya para siempre.
Pero hay más de un lunes en que la sola presencia de Cien años de soledad en el estante más cercano convence a cualquiera de los millones de lectores, en todos los idiomas e ediciones posibles, incluso para quienes aún no han empezado a vivir y gozar ese, este y los siglos por venir de que se trata del libro total de una literatura circular y envolvente donde se contienen todos los demás libros, entretejidas todas las grandes obras de otros autores, encima de épocas, más allá de la política, englobadas las cíclicas noticias del mundo, tanta música, tantos sabores y todos los paisajes traducidos de manera que Macondo se volvió memoria de tantos países y biografías.
El primer José Arcadio Buendía, patriarca de la primera generación, fundador de Macondo y el hombre que llevó al niño que sería coronel Aureliano Buendía a conocer el hielo, convence a todo el pueblo de que ha perdido la razón, obnubilado por las obsesiones de la alquimia en busca del Todo Absoluto y mareado con todos los inventos, lupas gigantescas e imanes que arrancan los clavos de las casas que le vendiera el errante gitano Melquíades, gigante que había librado todas las plagas del mundo, el sobreviviente del escorbuto de Malasia, la peste bubónica de Madagascar, la pelagra de Persia, la lepra de Alejandría, un terremoto en Sicilia y quién sabe qué tantos males en Japón. Perdido en la ensoñación similar a la que engrandeció la loca imaginación de un tal Alonso Quijano en un lugar de la Mancha, al primer José Arcadio deciden amarrarlo a un árbol cuarenta pares de brazos que eligen un castaño del patio de su casa como mástil para la navegación sin puerto de su demencia desquiciada.
Pasado un tiempo, se acerca a la casa un hombre pequeño, de baja estatura pero macizo de carnes, como quien caminaba hoy mismo sobre el atrio de mármol impoluto del Palacio de Bellas Artes. Lo ve venir andando Úrsula Iguarán, esposa incondicional de José Arcadio con el que compartía cada instante de la memoria del primer José Arcadio – así como Mercedes Barcha ha acompañado toda la hermosa vida de García Márquez y así como Rodrigo heredó su incandescente mirada cinematográfica y así como Gonzalo heredó la imaginación que hacía florecer en cada letra del alfabeto. El hombrecito, como uno mismo que intentó hacer guardia de silencio con una rosa amarilla en la mano en pleno centro del palacio de mármoles, parece el fantasma de Melquíades, pero en realidad se llamaba Cataure, que había huido de Macondo por la peste del insomnio –así como miles de lectores que dejamos de dormir por leer cualesquiera de los libros de la literatura de García Márquez—y al preguntarle por qué había vuelto –así como preguntaban hoy lunes en la entrada y en cada valla del Palacio de Bellas Artes, y así también como interrogaban los policías y los periodistas el pasado jueves en la calle ya cerrada a fuego donde hubo un ayer en que García Márquez amaneció al Nobel y donde amanecía cada día en eternidad—Cataure simplemente respondió, así como hacemos todos hoy lunes: “He venido al sepelio del rey”.
“Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo. Poco después, cuando el carpintero le tomaba las medidas para el ataúd, vieron a través de la ventana que estaba cayendo una llovizna de minúsculas flores amarillas. Cayeron toda la noche sobre el pueblo en una tormenta silenciosa y cubrieron los techos y atascaron las puertas, y sofocaron a los animales que durmieron a la intemperie. Tantas flores cayeron del cielo, que las calles amanecieron tapizadas de una colcha compacta, y tuvieron que despejarlas con palas y rastrillos para que pudiera pasar el entierro”.

Aguante, Astori, aguante Esteban Valenti



imagen del contenido Esteban Valenti

uy.press

Hoy lunes después de la Semana de Turismo un ridículo mito oriental establece que comienza el año laboral y de estudios. Falso de toda falsedad. Desde las fiestas de fin de año y con las interrupciones naturales por los periodos de vacaciones para cada uno, el país funciona normalmente, en el campo, en el turismo, en la industria, en la educación, en todas sus actividades.

Otro mito pavo es que para ser uruguayo hay que esperar hasta último momento, como lo hicieron algunos que esperaron hasta último momento para sacar la Partida de Nacimiento y realizar el trámite de inscripción en la Junta Electoral. Parece que todos tenemos derechos, pero no siempre respetamos las obligaciones. No es anécdota, es una deformación que algunos alimentamos incluso con bromas. Además ese concepto es un insulto para las decenas de miles de jóvenes que hicieron el trámite en tiempo y forma. ¿Acaso son menos uruguayos que los que llegaron a último momento? No seamos ridículos, con ese tipo de mitos y otras pavadas.
Lo importante es que el Uruguay trabaja, produce, innova, invierte, estudia, cura, enseña, exporta, importa, hace política y gobierna a todos los niveles. Faltan 10 meses de este gobierno. Y más allá de las opiniones políticas más diversas, lo que si podemos coincidir es que 300 días son muchos en la vida de la gente, de las familias, de las instituciones. Seguramente los tiempos no se miden de la misma manera. Los políticos pueden pensar y planificar con plazos más amplios, los comunes mortales tienen que pensar en cosas más urgentes, como pagar las cuentas, enviar los muchachos a estudiar, ir todos los días a trabajar, atender empresas, comercios, consultorios, aulas y muchas otras actividades vitales para todos nosotros y para el país.
El tiempo es un valor inestimable, que no siempre los políticos valoramos correctamente. A mi me sucede frecuentemente.
Hace tiempo que tengo fuertes empujes de clarificar el panorama político dentro del gobierno y dejar que los que tienen la mayoría en el Frente Amplio se hagan cargo de todo. Lo digo por lo poco que vale mi opinión. Reconozco que puede ser que, desde afuera de la difícil tarea de gobernar, las cosas se vean diferentes. Las tensiones internas en el gobierno nadie las puede negar, han explotado por diversos motivos. La lista es larga e importante.
Algunas tensiones tienen que ver con el proyecto de algunos compañeros de cambiar el rumbo, dar un giro hacia la izquierda porque se "agotó el modelo" y eso tiene que ver específicamente con la política económica y social. Otras tensiones tuvieron que ver con aspectos institucionales, con una visión diferente sobre la inconstitucional de algunas leyes propuestas desde el gobierno. Otras diferencias refieren a temas como la entrega de las licencias para los canales digitales y a las relaciones con determinado grupo, que para llamarlo de alguna manera, lo definiremos como empresarial.
Ni una sola, reitero ni una sola de las dificultades tuvieron su origen en propuestas, o iniciativas adoptadas a nivel del gobierno por el Frente Liber Seregni, ni siquiera el polémico tema de PLUNA, que pagamos por entero a nivel político y a nivel judicial los del FLS y no lo descargamos sobre otros integrantes del gobierno y menos sobre el conjunto del gobierno. Lo asumimos plenamente. Hablar de compañerismo y de institucionalidad del gobierno tiene un valor cuando es gratis y otro cuando hay que poner el cuero y los peligros judiciales. A la vista está.
Y esta actitud de parte del FLS no es bondad, no es descuido, es una manera de entender dos cosas, el funcionamiento de las instituciones y la lealtad política entre compañeros. Lo tienen muchos otros compañeros del FA, no todos.
Tampoco nos podrán acusar de haber generado tensiones a partir de un boquete enorme que funciona en la información oficial, desde el Consejo de Ministros, la Torre Ejecutiva que llega prolija y organizada a algunos medios de prensa. Organizada de acuerdo a una visión, a objetivos bien claros. Nada es casual ni por descuido.
¿En el FLS no tendríamos que haber sido más duros, más inflexibles y haber bloqueado algunos proyectos? Es una pregunta que nos formulamos muchos, creo que en algún momento se lo formularon muchos ciudadanos y dirigentes políticos de la izquierda.
Las respuesta la dio Danilo Astori en el acto del Platense del pasado miércoles 9 de abril, defendiendo el funcionamiento de los partidos políticos como una clave de la solidez democrática de nuestro país, de su historia y sus mejores tradiciones. También tiene mucho que ver con la unidad en la acción y en el gobierno que son la base de la izquierda uruguaya desde el nacimiento del Frente Amplio en 1971.
Lo he pensado mucho. Cuando el proceso judicial hizo que Fernando Lorenzo renunciara a su cargo para presentarse ante el fiscal y la jueza en igualdad de condiciones a su compañero Fernando Calloia, yo creí que había llegado el momento de dejar el Ministerio de Economía y Finanzas. De lo contrario no me convencieron mis compañeros sino un humilde laburante que trabaja en mi edificio y me preguntó en medio de la crisis y con ansia evidente, ustedes siguen ¿no? Yo le retroqué: ¿Por qué te preocupa? Es que yo tengo que terminar de pagar la moto. La respuesta tuvo la fuerza de las cosas más simples y arrolladoras.
La gente quiere tranquilidad, seguridad y continuidad en los cambios y lo expresa en esas preguntas básicas o en las encuestas sobre a quien prefieren como ministro de economía. Nadie es imprescindible, pero no tengo la menor duda que lo que ha sucedido en estos 9 años con la política económica y social del Uruguay tiene directa relación con las ideas, el liderazgo y la responsabilidad de Danilo Astori y sus compañeros de tarea.
Siempre me formulé una pregunta: ¿Qué hubiera sucedido para los dos gobiernos de izquierda, pero sobre todo para el actual, si el MEF hubiera tenido las tensiones y contradicciones, las lentitudes y dificultades que hemos tenido en otros ministerios?
Les puedo asegurar que el Uruguay estaría muy lejos y mucho más atrás de la posición que ocupa hoy a nivel nacional, regional e internacional. Y eso en el fondo lo sabe la inmensa mayoría de los uruguayos, frenteamplistas, blancos, colorados e independientes. Lo saben los trabajadores, los profesionales, los docentes, los empresarios, los productores rurales, lo saben los políticos. Aunque la mayoría de los políticos no lo reconocerían ni bajo presión y muchos otros nos hacemos los desentendidos.
Nos hemos acostumbrado a las buenas noticias, a los indicadores económicos, sociales, productivos en crecimiento constante, en medio del viento de cola, del vendaval de frente e incluso de las tensiones regionales con nuestros vecinos. ¿Es solo mérito de la Economía? No, es mérito en primer lugar de los presidentes Vázquez y Mujica, ellos guiaron y guían el país y hay muchos ministros y compañeras y compañeros que han hecho aportes muy importantes. Pero si la economía no hubiera funcionado, si las previsiones de la derecha se hubieran cumplido en el terreno económico, todo el resto se hubiera derrumbado. Así sucedió y sucede en todo el mundo, incluso en algunos modelos que en algún momento fueron paradigmas para ciertos compañeros de izquierda. Ahora callan.
Cuando se admiten y se promueven las filtraciones desde el Palacio y variados pasillos del poder, de medidas gubernamentales, de nombres para la fórmula del FA pero se critica el derecho de Astori de hablar claro, de frente, con nombre y apellido, hay que tener una enorme paciencia y sentido de responsabilidad.
Cuando sobre muchos de nosotros soplen los vientos de la impaciencia, de la bronca, del hartazgo y de otras debilidades humanas y políticas debemos gritar bien fuerte: aguante, Astori, aguante. Para que haya otro gobierno, mejor, más ordenado, menos conversado y más profundo en sus cambios y en su visión estratégica es imprescindible culminar de la mejor manera posible este gobierno.
Aunque a veces supongo que hasta la impenetrable solidez institucional y frenteamplista de Danilo Astori debe tener algunas vacilaciones. Todo lo humano es limitado.
Astoristas y sus alrededores.
Es posible que por escribir estas cosas me definan como un astorista, la política tiene una peligrosa tendencia a simplificación.
Yo hace tiempo que intento ser profundamente laico en materia política y de las otras cosas de la vida y por lo tanto no me gustan las casillas. Pero no me gustan tampoco en el otro sentido, los que se definen por la negativa.
Luego de 9 años y algunos días de gobiernos de izquierda tengo el más profundo y fundado convencimiento de que Danilo Astori hubiera sido el mejor presidente, sobre todo en estos últimos 4 años. Cada día tengo menos dudas. Entre otras cosas porque es el dirigente con la visión más integralmente de izquierda, más profundamente de izquierda en la globalidad de su visión política, institucional, económica, ética, social, cultural del Uruguay. Y estoy dispuesto a discutirlo, en base a las ideas y en base a los hechos.
No es el mejor candidato, también de eso estoy convencido. No maneja adecuadamente los equilibrios entre el sentido de responsabilidad institucional, frenteamplista y sus propios intereses políticos. Ofició siempre como Ministro de Economía y Finanzas en el gobierno Vázquez y nunca privilegió sus propios intereses políticos sectoriales y eso le sucede muy a menudo y le cuesta caro. En política eso puede ser una debilidad importante, mientras otros desde otro ministerio construían su propia candidatura con gran inteligencia y habilidad.
Ahora se repite la misma situación y Astori tuvo la actitud de jugarse por la candidatura de Tabaré Vázquez de inmediato y de apoyarla con todas sus fuerzas, entre otras cosas aportando su esfuerzo para que este gobierno termine de la mejor manera posible.
Se sabe que yo no apoyé a Astori e incluso tuve duros choques cuando el documento de los "24", donde él, como no podía ser de otra manera defendió la estructura del FA, esa misma que le hizo tantas porcadas, como en la selección de los precandidatos en el Congreso del FA del 2008, donde lo dejaron en tercer lugar, permitiendo el absurdo de que un mismo delegado votara por más de una candidato.
Le expresé mi apoyo recién a partir del 2008, ante las alternativas que se planteaban en ese momento, pero en realidad el "clic" lo viví en el acto convocado en la Plaza Libertad donde habó Tabaré haciendo un resumen de su gobierno y era tan abrumadores los resultados obtenidos en materia de la política económica y social, que no me quedaron dudas. Todos los principales resultados de ese gobierno habían sido posibles porque la economía había funcionado mucho, pero mucho mejor de lo esperado por todos. Por nosotros, por la derecha y en todo el país, en Montevideo y sobre todo en el Interior.
Repito, fue una obra colectiva guiada por un excelente presidente, pero sin el soporte de la economía nada hubiera sido posible. Por ello en el Uruguay se da la paradoja que el ministro de economía real o in pectore es una de las tres figuras políticas con más apoyo popular, cuando en el mundo y en el Uruguay, siempre fueron los que recogen las broncas sociales y populares.
Nadie lo dirá, porque en la izquierda somos bastante parcos, para ser generosos, pero vivimos de la reforma fiscal y en su momento lo dejaron más solo que el "uno", incluso algunos en los pasillos refunfuñaban y barrían para sus tiendas. ¿O es una ilusión personal?
Pero la derecha y sus intelectuales orgánicos lo comprenden perfectamente, es así que Adolfo Garcé no pierde oportunidad de apuntar contra Astori vaticinando las peores desgracias políticas. Sabe perfectamente lo que hace, le apunta a Astori para pegarle a todo el Frente Amplio. Es bien orgánico y carnívoro aunque se vista de seda.
En el FLS, el principal capital político que disponemos es Danilo Astori, no solo por su nivel intelectual, por sus discursos, sino por algo mucho más concreto, tangible y morfable, por la economía y su impacto en la sociedad. La política económica y social basada en el trabajo como el elemento clave y por lo tanto el eje sobre el que rotaron todas las demás variables, las inversiones, el comercio con el exterior, la política monetaria, el manejo de las relaciones con los organismos de crédito internacional, el impecable manejo de la deuda externa, de las reservas internacionales y la inflación como una variable más y sobre todo la profunda reforma fiscal, son un enorme capital para la izquierda y para el Uruguay. Y esa es la base fundamental del capital político de Astori y del FLS. Y un capital de todo el Frente Amplio.
Hay otros compañeros, otros aportes importantes desde otros ministerios, intendencia, parlamento y posiciones de gobierno al capital político del FLS, no tengo la menor duda, incluso la propia construcción de un pensamiento diverso pero coincidente en aspectos fundamentales y estratégicos que van más allá de lo electoral, son un elemento de identidad del FLS. Pero además del olfato, en esta materia yo me oriento por las muy prosaicas encuestas de opinión pública y de intención de voto, y por lejos, muy lejos el principal capital político y electoral del FLS se llama Danilo Astori. Y permitan que lo diga con claridad entre otras cosas porque yo en esa carrera no corro ni correré nunca. No fui, no soy y no seré candidato a nada, así que puedo hablar con más tranquilidad.
Otro elemento que quiero considerar es la generosidad. A la hora de hablar somos todos super generosos, es una virtud exhibida en la izquierda hasta el cansancio, el problema es cuando la generosidad cuesta. Y Astori ha demostrado en el FLS, generosidad. El que quiera entenderlo y como quiera entenderlo que lo haga. Los proyectos políticos importantes siempre se construyen con generosidad, así funcionó en el Frente Amplio, recordemos el año 1989...y la lista a senadores de la 1001. Todos dispuestos a llevar a un candidato común encabezando la lista al senado, pero a pagarlo, una sola y además tuvo el gesto de que todos los suplentes de Astori, en ese momento candidato a la vice junto a Liber Seregni, fueran también independientes.
La generosidad es multidireccional, hay que saber ser generosos, recibir con generosidad y aceptar que otros reciban la generosidad, porque de lo contrario es todo fingido. Haber propuesto a Mónica Xavier como presidenta del FA fue además de generoso un gran acierto político, los resultados electorales y de la marcha del FA están a la vista. Proponer que la presidenta del FA sea la compañera de fórmula de Tabaré como todas las cosas humanas y sobre todo políticas es plenamente discutible, pero es un gesto de amplitud, de visión frenteamplista, de generosidad. Otros compañeros consideran que lo mejor es filtrar los nombres de su propio sector. Cada uno elige y propone. La unidad no es una consigna, fue desde el nacimiento mismo del FA un gesto colectivo de generosidad política.
No digo ninguna novedad si afirmo que voy a votar y trabajar para que el FLS y Astori obtengan la mayor cantidad de votos, no solo ni principalmente por lo que aportó a los dos gobiernos de izquierda, sino por lo que tiene que hacer en un futuro gobierno del Frente Amplio. Lo voto y haré campaña porque quiero estar tranquilo de que seguiremos creciendo, aumentando el bienestar de la gente, sus sueldos y sus ingresos familiares, porque habrá recursos suficientes para políticas sociales, educativas, de la salud y en otros cinco años podremos alcanzar niveles de desarrollo y de equidad social muy superiores. Si se pudo en estos 9 años, podremos hacerlo en los próximos cinco años. Y lo voto para que aporte con nuevas ideas de izquierda, en los diferentes frentes y en particular en el funcionamiento de las instituciones y de la democracia. Y como la política, esa noble actividad por la disputa del poder es siempre opción, no es una elección absoluta, un "ismo", es comparar y luego elegir racionalmente entre las varias opciones. Y eso no tiene porque encasillar.
Tengo claro que en esas opciones racionales, por el camino se pierde una buena dosis de épica y de ilusión. Ese es uno de los precios que se paga por ocupar el poder y ejercerlo.
Si todas las fuerzas importantes que integramos el FA no votamos bien, medianamente bien o muy bien, estamos jodidos. En las elecciones nacionales, con o sin balotaje, con o sin mayoría parlamentaria, así que mis deseos de buenos resultados generales son bien egoístas. Pero una cosa la tengo clara, si Astori no obtiene una muy buena votación eso influirá de manera determinante en dos cosas, en los resultados generales del FA y en la marcha del futuro gobierno del Frente. Por eso, lo reitero: Aguante, Danilo, Aguante.