Escritor y periodista Julio Dornel
Estamos culminando un ciclo periodístico dedicado al nuevo aniversario
de la Escuela Nº 28 “República Federativa de Brasil, con notas y
reportajes a los alumnos, maestros y vecinos, que pasaron por sus
salones en sus 110 años de existencia. En la nota final volvemos
nuevamente al maestro Ruben Flugel, que tras
pacientes investigaciones ha ido documentando la verdadera historia de
este centro escolar. Por falta de espacio nos vamos a detener en la
introducción del extenso trabajo, donde el escritor nos va detallando
el panorama que presentaba la frontera en los primeros años del siglo
pasado.
“Hace ya mucho tiempo, en el año 1900, Chuy aparecía a los ojos del viajero como un modesto rancherío, compuesto por modestas viviendas. En ese entonces, la comisaría, la aduana y algún comercio de ramos generales eran los edificios más sólidos y atractivos del paraje. Por los caminos de tierra, polvorientos en verano y cubiertos de agua y barro en el invierno, transitaba diariamente la gente del lugar. Vivían dedicados a las más diversas actividades; agrícolas, ganaderas, industriales, comerciales, administrativas etc. El nivel cultural de la población era bajo como es fácil comprender. Sin escuela, ni medios de comunicación apropiados, el aislamiento transitorio contribuía a acentuar aún más el problema. Los niños de entonces, al igual que en otras zonas del departamento y del país no disponían de un centro educativo permanente y las más de las veces crecían si saber leer ni escribir, o haciéndolo en forma muy rudimentaria. En esa época, la escuela más próxima era la nº 12 ubicada en la naciente población de 18 de julio, al pié de las Sierras de San Miguel. De esa forma, algunos niños y jóvenes, aunque en forma irregular, se trasladaban a recibir una instrucción elemental. Los que podían, pagaban un maestro particular- Marcelino Villazuso- que atendía en el comercio del señor León Ventura Altallier, ubicado próximo al arroyo Chuy, en la intersección de las actuales calles Francisco de los Santos y León Ventura. El paso de los años acentúa las necesidades. Cada vez son más los niños que viven en el caserío y los alrededores. Comprendiéndolo así , las autoridades de Instrucción Primaria, resolvieron el traslado de la Escuela Nº 28, que hasta entonces funcionaba en Cebollatí. Así fue como a un precario salón de paredes de adobe, piso de tablas y techo de paja, ingresaron hace 80 años un grupo de niños y un maestro. Era la mañana del 11 de setiembre de 1905. En trabajo del maestro Flugel nos va llevando durante varios capítulos por la verdadera historia de la escuela, a partir del 9 de octubre de 1899, en que se instalo en Rocha la escuela Nº 9 para varones. Ese será motivo para la otra parte del trabajo de investigación realizado durante muchos años por el maestro Flugel. Hoy es un día especial para nuestra ciudad: LA ESCUELA Nº 28, ESTÁ CUMPLIENDO 110 AÑOS…….
“Hace ya mucho tiempo, en el año 1900, Chuy aparecía a los ojos del viajero como un modesto rancherío, compuesto por modestas viviendas. En ese entonces, la comisaría, la aduana y algún comercio de ramos generales eran los edificios más sólidos y atractivos del paraje. Por los caminos de tierra, polvorientos en verano y cubiertos de agua y barro en el invierno, transitaba diariamente la gente del lugar. Vivían dedicados a las más diversas actividades; agrícolas, ganaderas, industriales, comerciales, administrativas etc. El nivel cultural de la población era bajo como es fácil comprender. Sin escuela, ni medios de comunicación apropiados, el aislamiento transitorio contribuía a acentuar aún más el problema. Los niños de entonces, al igual que en otras zonas del departamento y del país no disponían de un centro educativo permanente y las más de las veces crecían si saber leer ni escribir, o haciéndolo en forma muy rudimentaria. En esa época, la escuela más próxima era la nº 12 ubicada en la naciente población de 18 de julio, al pié de las Sierras de San Miguel. De esa forma, algunos niños y jóvenes, aunque en forma irregular, se trasladaban a recibir una instrucción elemental. Los que podían, pagaban un maestro particular- Marcelino Villazuso- que atendía en el comercio del señor León Ventura Altallier, ubicado próximo al arroyo Chuy, en la intersección de las actuales calles Francisco de los Santos y León Ventura. El paso de los años acentúa las necesidades. Cada vez son más los niños que viven en el caserío y los alrededores. Comprendiéndolo así , las autoridades de Instrucción Primaria, resolvieron el traslado de la Escuela Nº 28, que hasta entonces funcionaba en Cebollatí. Así fue como a un precario salón de paredes de adobe, piso de tablas y techo de paja, ingresaron hace 80 años un grupo de niños y un maestro. Era la mañana del 11 de setiembre de 1905. En trabajo del maestro Flugel nos va llevando durante varios capítulos por la verdadera historia de la escuela, a partir del 9 de octubre de 1899, en que se instalo en Rocha la escuela Nº 9 para varones. Ese será motivo para la otra parte del trabajo de investigación realizado durante muchos años por el maestro Flugel. Hoy es un día especial para nuestra ciudad: LA ESCUELA Nº 28, ESTÁ CUMPLIENDO 110 AÑOS…….
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