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viernes, 16 de marzo de 2018

El recuerdo para “un muchacho pintoresco”… COLOCARON EN DIFUSORA ROCHENSE UNA PLACA EN HOMENAJE A PABLO NUÑEZ Por Rodolfo Benencio





En la tarde de ayer, familiares y amigos del recordado periodista Pablo Fabián Nuñez Silva colocaron una placa en su memoria. La iniciativa fue de los compañeros de Difusora  Rochense, lugar donde Pablo trabajo muchísimos años, dejando una huella imborrable, y donde ahora la Mesa de Operadores lleva su nombre.

Su vocación periodística se despertó muy temprano; a los 14 años ya rondaba por los pasillos de la antigua sede de Difusora Rochense, donde aprendió los secretos del oficio con los grandes maestros del dial de aquellos años. Como informativista se dio el gusto de trabajar no solo con su voz, sino también con su pluma en el diario El Este, y con su imagen en Canal 9. Su atípica personalidad fue recordada con cariño, siendo definido como “un muchacho pintoresco” por Hugo Schiavo, uno de sus tantos compañeros de aventuras. También afloraron los recuerdos de Roberto Nelson Gutiérrez, con quien durante muchos años conformó “el dúo dinámico” de Difusora Rochense, casi como un “matrimonio” donde había risas, pero también discusiones de aquellas, que terminaban siempre, sin importar el resultado final, con su sonora carcajada. Una de las grandes cualidades de Pablo era la facilidad que tenía para “hacerte calentar”, o para hacerse el enojado, y era difícil discernir si estaba bromeando o iba en serio. También hubo espacio para que lo recordaran otras personas con las que vivió muchísimos momentos, como Pablo Fernández, que recordó la gran ayuda de su tocayo cuando iniciaba su carrera radial. Todos coincidieron en lo que Pablo significaba para la sociedad, un hombre que se había ganado la confianza de los rochenses, que lo llamaban constantemente para informarle de hechos, noticias e inquietudes que nunca caían en saco roto.
Fue uno de los pocos que se animó a hacer periodismo de investigación en Rocha, y eso le costó desde amenazas, hasta daños en su vehículo. Nada lo amedrantaba. Su buen humor y su solidaridad fueron dos de los aspectos mas destacados, y también hubo espacio para la picardía, para contar aquellas anécdotas que no siempre se pueden contar. Fueron muchos momentos emotivos, que seguramente quedarán para siempre en las retinas de su familia, de su hermano Schubert, de sus queridos hijos, y de esa compañera incansable que fue Adriana. Una ceremonia que dejó en claro una verdad incontrastable: Pablo sigue presente en lo que nos dejó a cada uno de nosotros, y cuando un ser humano es tan intenso en su entrega a los demás, nunca muere, porque vive en todas las personas que fueron tocadas por su magia…

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