Las hijas lo comprobaron al cotejar el inventario
Un centenar de cuadros de Carlos Páez
Vilaró fueron robados del taller del artista en la localidad de Tigre,
provincia de Buenos Aires, denunciaron las dos hijas mayores del
artista. Agó y Mercedes Páez Rodríguez, harán la denuncia a Interpol.
MALDONADO
MARCELO GALLARDO
sáb nov 29 2014
El País
El descubrimiento del faltante de las obras se
produjo durante el cotejo del inventario de los bienes del artista
uruguayo, fallecido el pasado 24 de febrero. Son cerca de un centenar
las obras que desaparecieron del taller que fuera propiedad del artista
plástico.
Según confirmó a El País Mercedes Páez Rodríguez, hija
del artista, se formulará la denuncia en Interpol de Argentina,
presentada por el estudio del abogado González Díaz Cantón.
"Papá había guardado toda la información de sus obras
que tenía en El Tigre. La tenia guardada en un pendrive", indicó la hija
de Páez Vilaró.
"Esas obras las dejó correctamente inventariadas.
Cuando cotejamos la lista con lo que había nos percatamos que faltaban
cien cuadros", añadió.
"El estudio de abogados que nos representa en Buenos
Aires nos avisó que habíamos sido autorizadas por la viuda de papá
(Annette Deussen) para realizar el inventario", señaló Páez, indicando
que "cuando vinimos después de nueve meses de su muerte nos encontramos
con que faltaban esa gran cantidad de obras".
La mujer explicó que en la casa de Tigre vive todo el
año su hermanastro Sebastián (de 20 años, hijo del artista y Annette),
además de un casero y una secretaria que trabaja tres o cuatro veces por
semana.
"Mi hermana Agó pudo entrar al taller recién nueve
meses después que murió papá porque ninguno de los tres hermanos mayores
estábamos autorizados por la viuda", señaló Mercedes.
"Ahora nos autorizaron para pudiéramos hacer el
inventario, aunque no nos permitieron entrar a la casa. Solo pudimos
pasar al taller. Cuando fuimos a constar la existencia de esos cuadros,
ya no estaban más. Faltan cien", agregó.
Mercedes Páez contó además versiones acerca de
hipótesis tejidas en el seno familiar, sobre que un jardinero es el
ladrón de los cuadros. "Me suena raro", dijo.
"Los jardineros no roban cuadros, generalmente esos robos los comete otro tipo de personas", agregó.
Diferencias.
Una interna familiar separa por un lado a la viuda
del artista con los hijos mayores fruto del primer matrimonio de Páez
Vilaró con Madelón Rodríguez (fallecida en 2011). Las diferencias se
dispararon al día siguiente del fallecimiento del pintor.
Por voluntad expresa del pintor, su cuerpo fue
sepultado al día siguiente de su fallecimiento en el panteón de la
Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu) del cementerio del
Norte.
Empero, su esposa Annette solicitó y obtuvo de las
autoridades el permiso correspondiente para trasladar los restos al
cementerio fernandino al día siguiente de haber sido sepultado en
Montevideo.
Hoy, los restos del artista descansan en el
cementerio de Maldonado, en un panteón construido originalmente para
alojar el cuerpo de su suegra, fallecida años atrás.
El panteón fue diseñado por el propio Carlos y tiene
la misma impronta que caracteriza a su obra más conocida: Casapueblo,
su taller, su museo y su lugar en el mundo.
Desde la familia señalaron que la decisión de la
viuda del artista, disparó una complicada interna familiar con alguno de
los hijos del primer matrimonio quienes, según dijeron, no fueron
consultados acerca de este traslado.
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