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lunes, 23 de octubre de 2017

NERY REGGIARDO Semblanza por Oscar Bruno Cedrés


                                 Escritor y periodista Oscar Bruno


NERY REGGIARDO, un melense de corazón gigante, que se vino para nuestros pagos allá por el año 1978, que hizo de todo en esta vida pero que aún hoy “no encontró la vocación”.

Nacido en la capital arachana el 25 de agosto de 1949, día que se festeja la declaratoria de nuestra independencia, alumno de la Escuela No. 13 en la que tuvo como director al maestro Dagoberto Vez Mendoza.

Comenzó su participación futbolera en los recreos de la escuela en la cancha que había enfrente a la misma, en el Barrio Centenario, en la hora de los recreos.

Siguió luego en el Liceo No. 1 y en Plaza de Deportes, practicando todo deporte que se presentaba, pero el fútbol era el principal.

Con 15 años comenzó a militar oficialmente, lo hizo en el Club Ferrocarril de la divisional B, equipo con los colores iguales al de Boca argentino, era el mejor equipo de entonces en dicha categoría, ganaron cinco años consecutivos, tiempos en que también estaban Central, Mendoza, Dublín entre otros, jugaron dos ascenso, los dos contra Racing.

Nery era lateral izquierdo, No. 6, ya era lo que hoy llaman carrilero, el subía y lo cubría el cinco o el ocho, no olvidar que es de los pagos de Don Ondino Viera, el hombre que revolucionó el fútbol uruguayo y también el brasilero.

Fue compañero de Escuela de Milton “El Tornillo” Viera, que defendiera a Nacional, Peñarol, Boca, Olimpikos de Grecia, y selección de Uruguay.

El técnico lo era el “Chueco” Vera, de oficio bandoneonista.

Alcanzó a ser citado para jugar en la selección de Cerro Largo, jugo en partidos amistosos, pero una lesión lo radicó del plantel para los torneos zonales.

También jugó en los campeonatos de barrios de Melo, defendiendo al equipo de Chuy.

Llevaba una vida muy activa, ya que jugaba al fútbol, iba al Liceo Nocturno y trabajaba en una textil, Iltartem, propiedad de unos italianos, hinchas del Breccia.

Con 18 años parte hacia la capital, va a estudiar a la ETA, Escuela Técnica de Aeronáutica, que estaba en la Base Aérea No. 1 de Carrasco egresando como mecánico de avión.

Voló en los famosos aviones brasileros Bandeirantes, haciéndolo como Comisario de Abordo, viajes que iban a Treinta y Tres, Melo, Vichadero, Rivera, volviendo por las ciudades litoraleñas.

Realizó el Curso para ingreso a Meteorología en Montevideo, y cuando le dieron la lista de ciudades para elegir para ir a trabajar, eligió a Rocha.

Lo hizo porque dese joven recordaba las trasmisiones deportivas donde el fútbol rochense tenía gran destaque, los títulos del Quinquenio, el del Interior, figuras como el Nito Vera, Gonzalvo, el Nino González, y también el ciclismo rochense de la mejor época, la del Pancho Pereyra, el Tupa Cardoso, el Tropero Gómez, Vicente, que ganaban todos los domingos en donde corrieran, y aquello que decían los relatores que hablaban del Atlántico.

Dio clases en la Escuela Agraria de Rocha, que está pegado al predio que tiene Meteorología, donde él fuera “fundador” de la Estación Rocha, por lo que tenía dos laburos uno al lado del otro.

De su pasaje por la Agraria, conoció al Maestro Villar, con quien se hizo amigo y que fuera el que lo arrimara al Coro Municipal de Rocha, donde era el Director Néstor “Tito” Rosa, que le tomara la prueba y lo pusiera en la Cuerda de Bajos, como barítono, junto a Marco Acosta, Wilson Feijoo, entre otros.

Con el Coro realizó varias giras, y tuvo el privilegio de tener como profesora a la gran María Borges.

En una gira entabla amistad con Julio Víctor González, el Zucará, que era el que manejaba el ómnibus, y es quien lo arrima al canto popular: “un gran tipo, un ser humano excepcional”, para Nery.

Debuta en una fiesta final del Magisterio rochense en el Club Social Rocha, donde actúan además Sol y Palma, Los Zucará, el Dúo Larbanois –Carrero, lo hace interpretando “Como un sangrador” y “El Linyera”.

Tuvo un breve pasaje por el Instituto Magisterial, pero no culminó, por aquello de que no encontraba su vocación, la de maestro tampoco lo era.

Con el canto, con su voz tan particular, Reggiardo, recorrió prácticamente todas las Escuelas y Colegios de Rocha, llevando canciones para niños, haciéndolo siempre en forma gratuita, como también lo hizo en muchos espectáculos benéficos para quien lo necesitara.

Grabó junto a un gran grupo de cantores rochenses el primer “Derrochando Coplas”, invitado por Julio Víctor González, donde cantó la canción a “Lucho”.

También “Cantovivo” junto a Gabriel Nuñez Rótulo, donde Nery canta Puerto de los Botes, el Vals del Centenario, El curandero, A mi escuela vieja,- dedicada a la Escuela No. 4 del Barrio Lavalleja-, Gurisito del Puerto, todas cancines de gran apego popular.

Dice Nery: “Sin ser cantor, lo hago con sentimiento y desde el corazón”.

Destaca a Julio Guerra, el gran poeta melense, recientemente fallecido como el mejor poeta uruguayo de todos los tiempos, un hombre de vida bohemia, pero consustanciado con la gente, con el pueblo.

También tuvo una academia de choferes, por más de 12 años, se llamaba “Albatros”, fue piloto de rally en Melo, realizó el curso de piloto teniendo un Cesna 172, y luego un Cesna 180 RTI, con los que realizaba vuelos de bautismo, vuelos panorámicos, vuelos de pasajeros, fue quien instaló en la Represa de India Muerta la oficina que estudia todo lo concerniente a Meteorología en dicha zona, y controlaba su funcionamiento, tarea que realizó por más de 30 años.

Las trasmisiones deportivas radiales tuvieron su lugar en la activa vida de Reggiardo, Difusora Rochense fue donde realizó su actividad, era vestuarista y además realizaba reportajes, tiempos de los torneos locales y del Este, con Néstor San Martín como Director, José Luis Ramos, un palomense como relator de las preliminares, siendo el treintaitresino Mario Rodríguez el locutor comercial, Hugo Schiavo Pereyra el comentarista, habiendo sido los relatores el sanducero Walter Miranda, el “gordo” Walter Hugo Da Rosa, Antonio Sánchez, y el capitalino Javier Máximo Goñi.

Es en apretada síntesis la vida de un “melense” con alma “rochense”, que hoy disfruta de su familia, su esposa, sus tres hijas y su hijo,- dos melenses, dos rochenses- y siete nietos, y de la gratitud del pueblo de Rocha que lo hizo un hijo más.

Nos decía en el final de la entrevista que le hiciéramos Nery Reggiardo de donde salió esta semblanza, sobre que le dejo la vida: Amigos. “Los amigos son el pan, el pan humano, el pan blanco, como el amigo de todos los amigos que comparto.”

Para Nery la semblanza del día de hoy como pequeño homenaje a su gran trayectoria, pese a no haber encontrado aún hoy su vocación.




Octubre/2017

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