Si nos guiamos por algunos comentarios de nuestra prensa escrita llegaremos a la conclusión de que deberíamos recurrir a las previsiones de los chantas para asegurar nuestro futuro o por lo menos evitar alguna sorpresiva caída. Señalaba el periodista Fernando Schmidt en un suplemento de BRECHA que entre los asesores de la presidenta argentina se encuentra el famoso astrólogo Horangel que predijo el atentado de las Torres Gemelas, la caída de De la Rúa, la muerte de Lady Di y el accidente del trasbordador Columbia. Siempre se dijo- agregó Schmidt- que los grandes lideres siempre tuvieron asesores metafísicos; astrólogos, adivinos, psíquicos y brujos. El que no tenía asesores era Chávez, que en realidad eran los brujos quienes lo consultan a él. Cuentan además que Napoleón Bonaparte siempre le pedía consejo a una famosa clarividente y que Indira Gandhi cuando fue primera Ministra de la India, no tomaba decisiones importantes sin antes consultar a un gurú personal. De Menem, el ex presidente argentino, se decía que consultaba a una bruja y no se referían precisamente a la esposa. Cierto o no, es evidente que existe cierta preferencia por consultar a los chantas, que suelen aprovecharse en muchas oportunidades de la credulidad de la gente.
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