El Observador
Homero Rodríguez Tabeira conoció a Alfredo Zitarrosa tiempo antes
de que se conviertiera en un cantor reconocido. Lo vio por primera vez
en la escalera de 18 de Julio y Olimar, donde entonces estaba radio El
Espectador, cuando fue a realizar un pago. "Apareció un chiquilín, pero
con tremenda voz de hombre", recuerda.
Tiempo después, Alfredo comenzó a trabajar como locutor en Radio
Centenario, donde Rodríguez Tabeira ya tenía el programa Caravana.
Durante esas dos horas nocturnas –y como era costumbre en la época- la
única tarea de Zitarrosa era dar la hora. Para matar el rato, se iba a
estudiar guitarra con Bobby Pimentel al estudio del radioteatro.
Un día, el operador Quito de Lema le dijo a Rodríguez Tabeira:
"Quiero que escuches cómo canta este flaco". Sonaba la zamba
"Recordándote". "No lo podía creer", relata el presentador. Y decidió
ponerla al aire.
"Yo tenía la picardía de pasar una canción y dejar que la gente
escuchara un rato sin saber quién era el intérprete". Ese día, se
taparon los teléfonos. Decenas de personas llamaban sin parar para
conocer la identidad de esa voz grave y profunda. En un ambiente donde
casi todo lo que se escuchaba era importado de Argentina, el cantor
oriental impactó y caló profundo en la audiencia uruguaya.
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