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lunes, 23 de febrero de 2015

DON RITO BERRUETA. RECORDADO CON CARIÑO OLIMAREÑO. Por Julio Dornel.


Escritor y periodista Julio Dornel

En ediciones anteriores el escritor Ruben Darío Lago con su habitual gentileza destaca nuestra publicación sobre el músico Rito Berrueta, señalando que si bien “lamentablemente ha pasado a otra dimensión, estará integrando la gran orquesta celestial rodeado de los mejores músicos de todas las épocas”.  Complementando el comentario de Lago, les ofrecemos el último reportaje realizado a don Rito en oportunidad del homenaje que le tributara el pueblo olimareño.
“Hace algunos años por iniciativa del Club de Leones de Treinta y Tres, amigos y músicos del este,  la capital olimareña fue testigo de un sentido homenaje a Don Rito Berrueta por su extensa trayectoria junto a la música popular.
En aquella oportunidad le correspondió a Beatriz Robaina integrante de esa institución, realizar una breve semblanza biográfica del homenajeado señalando que "don Rito es bisnieto de inmigrantes españoles procedentes de las Islas Canarias, afincados en el paraje El Penitente a pocos kilómetros de la ciudad de Minas.
En esos pagos nació don Rito el 5 de enero de 1914, donde vivió hasta que sus padres se trasladaron a la capital minuana para que pudiera concurrir a la escuela. Ya con su primer violín comprado en un cambalache por 3 pesos con 20 centavos, llega al departamento de Treinta y Tres para trabajar de telefonista en un establecimiento arrocero. Años más tarde se instala con una zapatería en la localidad de Charqueada y posteriormente llega a Cebollatí con la zapatería y el violín, haciendo botas, tocando en los bailes y llevando la contabilidad de una arrocera. En 953 forma una orquesta con Artigas Ferreira, alumno y amigo que lo acompaña hace más de 60 años. Para que su hija pudiera continuar los estudios regresa a Treinta y Tres donde da comienzo a una intensa y dilatada trayectoria, que lo ha tenido como uno de los mayores exponentes de la música popular olimareña. Participante activo de todos los espectáculos bailables, apoyó desinteresadamente las reuniones benéficas de todo el departamento.

La Sala Cultural y el Salón Azul del Municipio ha sido el escenario reiterado donde el público olimareño pudo disfrutar de memorables actuaciones de la Típica Treinta y Tres que contaba con la presencia de la cantante Alba del Olimar, mientras el grupo orquestal contaba con Artigas Ferreira en guitarra eléctrica, "Pepo" das Neves en el piano y don Rito en el bandoneón. Un recuerdo especial para los ZORROS GRISES, que marcaron una época especial de la música típica olimareña integrado por don Rito y Alido Correa en bandoneón, Carlos Lenú en piano, Ariel Perdomo en contrabajo y Artigas Ferreira en guitarra eléctrica.
Pese a sus 96 años recuerda con emoción los encuentros en las noches largas del Cebollatí del arroz, que luego se fueron espaciando con su traslado a treinta y tres para continuar con su zapatería y dar comienzo a una nueva etapa de su creación musical. Fue en aquella aldea rodeada de arroceras que cimentó vivencias inolvidables con ruedas de muchos amigos entre los que recuerda a Manuel Sahaban, Juan Gómez, Pototo Segovia, Arturo Barrios, Jaime Serralta, el "Chico" Sorozabal y el "Vasco Izaguirre. Expresivo, cordial, generoso y amigo de "fierro", Don Rito se acerca lentamente al siglo de existencia con la sabiduría que otorgan los años y la seguridad de haberse incorporado definitivamente a la lista de personajes ilustres que han alternado en la música popular del este uruguayo. Pocos encuentros y muchas anécdotas con sus reflexiones puntuales sobre su vida junto a la música, nos "autorizan" a cerrar la nota con los versos de TIEMPOS VIEJOS, de Canaro y Romero:
“Te acordás hermano, qué tiempos aquellos
¡veinticinco abriles que no volverán!
Veinticinco abriles, volver a tenerlos,
Si cuando me acuerdo me pongo a llorar...
En la nota gráfica la foto del escudo familiar de los Berrueta en la casa solar existente en Guipúzcoa (España) y otra similar en Navarra.

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