Edil Lista 84| Partido Nacional Rocha
Sabido
es por todos los que leen esta nota los hechos ocurridos en la Plaza
Independencia de la ciudad de Rocha, capital del departamento. Ante dicho
suceso –tiroteos como ajuste de cuenta entre delincuentes, discurso ya oficial del Ministerio del Interior y la
Policía Nacional- muchos vecinos e incluso referentes políticos han manifestado
(tal como quien escribe lo hace) su parecer acerca del tema y de paso, sobre la
seguridad pública en general. He aquí mi opinión que ha tenido variaciones
varias desde que comencé a militar en política, hace unos cinco años, fruto
quizás de un proceso de madurez que fue incentivado por motivos varios.
En mi
humilde parecer creo que el tema seguridad pública tiene una connotación
política, y política partidaria. Es decir, aquí la responsabilidad lisa y
llanamente es de quien ocupa el Ministerio del Interior (E.Bonomi) y del
subsecretario (hermano del Pte. Vázquez, y eso que no iban a acomodar
familiares). Aquí lo que queda claro es que el Ministro del Interior y su
equipo son inútiles para controlar la situación que hoy azota al Uruguay y más
inútiles aún para gestionar efectivamente el cuerpo policial. Mucha tinta y poca solución, así
podríamos definir lo que el Ministerio viene haciendo en política de prevención
del delito y, eventualmente, sofoque del mismo. Esto se resuelve: primero,
quitando al Ministro, y luego, leyendo los programas de gobierno a la hora de
votar.
Luego
de la responsabilidad del Ministro que está atornillado al sillón (palabras del
Pte. Mujica), naturalmente cabe la responsabilidad del sistema penitenciario.
Nuestra Constitución vigente versa de una manera hasta poética si se quiere que
las cárceles no servirán para mortificar y si lo harán para rehabilitar al
procesado. ¿Qué cárcel rehabilita? No seamos hipócritas, manteniendo en
cautiverio a los reclusos no rehabilitamos a nadie. La cosa es clara, el
procesado tiene sobre sí una pena y una deuda con la sociedad, pues que el
sistema penitenciario durante la reclusión
haga que el individuo trabaje, produzca, repare y así entienda el
sacrificio y enmiende la fractura que causó a su gente. Mucha burocracia
penitenciaria y los resultados cada vez son menos.
Lo
mismo con el I.N.A.U y los menores infractores, una institución que fue creada
para amparar a los huérfanos o los que por alguna razón no tienen contención
familiar hoy se convierte en una cárcel de menores (PARADOJA:
NO VOTAMOS LA REFORMA PERO ESTÁN EN CENTROS DE RECLUSIÓN IGUALMENTE)
Y
finalmente, hay una gran responsabilidad social. ¿No será que el consumismo y
el individualismo nos hizo dejar de lado lo afectivo y los valores? Como
comunidad tenemos un gran debe en revitalizar los valores, que por viejos no
son obsoletos. El respeto, la solidaridad, la empatía, la tradición…¡pah!
Cuánto perdimos en una década y qué poco hacemos por volverlo a recuperar.
Lector,
lectora: el mensaje es simple. Cambiemos cada uno de nosotros, preocupémonos
por el colectivo, por el todo, dejemos el “yo-yo”
de lado y de poner la culpa de persona en persona y pensemos un poco más en la
sociedad y en el futuro de todos y de apoco la cosa va a ir mejorando. Pero
sigamos en este rumbo, sigamos fomentando el consumismo (que no va como crítica
al capitalismo, jamás, no seamos necios y adelanto que será tema de otra
columna) que seguramente en un futuro no
muy lejano viviremos tras las rejas, y no tendremos futuro alguno en la
medicina, en el derecho, en el Gobierno porque habremos perdido toda una
generación que tenía mucho para aportar pero poco respaldo para comenzar.
Gracias
por su tiempo.
Muy bueno....
ResponderEliminarSi afuera no trabajan en las cárceles tampoco lo haran aunque le atenúen las penas