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viernes, 10 de febrero de 2017
CHUY 16 DE FEBRERO DE 1888: EL VALOR DE UN DOCUMENTO. Por Julio Dornel.
Julio Dornel, escritor,periodista
El 8 de diciembre de 1981 el Poder Ejecutivo aprobaba la Ley Nº 15227 donde los consejeros de Estado Milton de los Santos y Antonio Gabito proponían que la Villa de Chuy fuera elevada a la categoría de ciudad. Sin embargo para llegar al título de ciudad esta frontera debió recorrer un siglo de existencia, poniendo a prueba el esfuerzo de varias generaciones y donde cada una y a su manera debió aportar su cuota de sacrificio, de trabajo y de superación para llevar adelante los postulados de los primeros visionarios que poblaron la zona. Al margen de los trabajos de investigación histórica de varios autores locales que hemos publicado oportunamente queremos detenernos hoy en una carta que nos enviara días antes de su muerte el historiador Wilkins Machado desde la ciudad de Castillos. Desde su llegada a Chuy en el año 1963 Machado fue revelando trazos de la historia fronteriza y sus habitantes hasta completar con fidelidad poco común un verdadero estudio de nuestro pasado. Fue testigo de las turbulencias fronterizas participando simultáneamente de todos los movimientos sociales, culturales y deportivos de la época. Nunca fue espectador ni permaneció ajeno a las inquietudes populares ofreciendo siempre una cuota de su investigación a los alumnos de los centros educativos y a la población en general. En la carta aludida fechada en Castillos el 29 de Abril de 1988 (centenario de Chuy) en un verdadero documento de nuestras raíces históricas señalaba: “te mando unos pantallazos de lo que entiendo es la historia de Chuy. Su nombre se ha materializado tanto, se encuentra tan atrapado por el problema económico, que se han descuidado valores tales como su historia, su cultura, su medioambiente y sus cosas más importantes, tan es así que la escala de valores ha sufrido un cambio tal que aquello que antes significaba honor, honradez, amistad, cultura etc, hoy es apreciado de otra forma, se ha perdido el amor al terruño, todos han llegado a la indiferencia total y otros se guían por historiadores extranjeros para desde allí extraer nuestras raíces.”
Analizando luego el origen de esta población señalaba que “existen tres razones fundamentales, que nos llevan a la fecha mencionada; documentos a la vista, tradición y anécdota mediante de que el 16 de febrero de 1888 Chuy era un centro poblado puesto que en esa fecha ya existía aduana, policía y despachante de aduanas. Tres razones que por su importancia y significado determinan la realidad de un pequeño centro poblado.
En esta trilogía que hemos señalado se encuentran representados, los intereses legales de la República y su representación oficial en la frontera, los comerciales y los fiscales. Tres poderosas razones que nos lleva a sostener que en esa época y en esta zona del país existía un núcleo o centro poblado.
Antes de la fecha que hemos mencionado encontramos algunos de los elementos en que basamos nuestra tesis, pero nunca antes del 16 de febrero de 1888.” Finalmente y haciendo referencia a nuestros limites con Brasil, Machado señala que “Luego de la (es nuestra opinión) desgraciada intervención de Lamas en la concertación de limites entre Uruguay y Brasil (1851/ 52) se empieza a establecer los limites concertados mediante convenios y es así que a partir del marco Nº 1, ubicado a orillas del arroyo Chuy se comienza a construir una muralla con la intención de separar ambos países. Ya iniciada la obra, personas de relevancia de ambos países, se reúnen manifestando que entre ambas naciones no puede existir la vergüenza de un muro que nos separe. Como consecuencia de ello, luego de gestiones ante los gobiernos de ambos países, la obra no prosiguió y nuestra frontera pasó a ser una línea imaginaria que nos une y no un hecho físico separatista.
Aún hoy puede observarse la iniciación de esta obra, muro que arranca desde el marco Nº 1 ubicado sobre el arroyo Chuy, se prolonga por casi dos cuadras y tiene una altura aproximada de 2 metros y medio por dos de ancho.” En documento adjunto Machado nos enviaba el decreto de la Junta Administrativa de Rocha que menciona los nombres de los integrantes de la Junta Honorable Administrativa que integrarían la Comisión Local: presidente Antonio Fosatti, secretario León Ventura, y vocales Francisco Olivera, Juan Rodríguez y Ezequiel Silveira.
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