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martes, 23 de febrero de 2016

ADALBERTO CORREA. MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN LA FRONTERA. Por Julio Dornel.




Mientras vamos transitando  las páginas del libro “La Merín Imita el Mediterráneo”, del historiador brasileño Ruben de Ávila Carrasco, más valoramos la historia y la cultura de los Campos Neutrales, cuya sobrevivencia queda reflejada en el acervo histórico consultado por el escritor. Si bien se trata de un nuevo capítulo que conforma la obra de Ávila Carrasco, contiene diversos matices que discrepan con otros escritores, en el momento de analizar detalles de un movimiento revolucionario como fue sin ninguna duda el ingreso de Adalberto Correa por esta frontera. Los ciclos autoritarios se venían reiterando y la iniciativa de Adalberto  se encontraba a  pocos metros de un rancherío denominado Chuy, que comenzaba a desarrollarse como núcleo poblado. Algunos historiadores han señalado que Adalberto y su gente pretendían ingresar a territorio norteño  por esta frontera. Otros han señalado que el encuentro por demás violento e inesperado, no se registró en el paraje La Higuera sino en las proximidades del arroyo San Miguel. Todo abría terminado con la rendición de Adalberto, que cae herido en una pierna, mientras sus tropas se dispersaban en distintas direcciones. El origen de los relatos están relacionados con la opinión personal de sus autores quienes en algunas oportunidades se han situado a prudencial distancia de la realidad. Para algunos fue en el paraje La Higuera que se produjo el enfrentamiento entre los revolucionarios de Adalberto y las fuerzas orientales. Sin embargo el relato directo de Adalberto Correa señala que “estando en Montevideo procuré entrevistarme con  el Dr. Assis Brasil y el General Zeca Neto a fin de examinar las posibilidades de invadir Río Grande. Nuestro encuentro se realizó en la ciudad de Melo donde residía el Dr. Assis como emigrante. Debatido el asunto llegamos a la conclusión de que la invasión debería ser realizada por Santa Vitoria do Palmar, por tratarse de un municipio rico y que podría soportar buenas contribuciones de guerra y ser menor la vigilancia de las autoridades borgistas. Vendí los bienes que me quedaban y comencé a importar  material bélico desde Alemania. Habíamos alquilado tres casas en Montevideo para depósito de armamentos y municiones, tratando de no concentrar el material en un solo punto para burlar la vigilancia de las autoridades. Me estaba faltando dinero para la compra de algunos aviones, esperando conseguirlo en Santa Vitoria do Palmar, con las contribuciones  de los establecimientos bancarios después de tomar la ciudad. Era evidente que no íbamos a participar en forma aislada para invadir el Estado de Río Grande. La siguiente carta que el General Zeca Neto me enviara desde Monte Caseros (Argentina)  el 4 de junio de 1925 nos da una idea general del movimiento. “Sr. Adalberto Correa. Estimado amigo y compañero de lucha. Mis sinceras felicitaciones. Ya recibí los fusiles, ametralladoras y municiones, estoy negociando 200 Máuseres  y  100 mil tiros. El asunto de las guarniciones está bien encaminado y de acuerdo a lo que habíamos planificado. Esperaré que el Coronel Julio Barrios haga su entrada en Quaraí, porque por la barra del mismo arroyo deberá entrar el Coronel Virgilio Viana. El General Honorio, de acuerdo a lo planificado  deberá entrar por la Cuchilla Negra o por donde mejor se den las condiciones en su momento. El General Leonel Rocha seguirá costeando el Uruguay, llevando al Coronel Inocencio Silva que le entregara armas y municiones. Prestes pretende volver para el sur una vez preparado su ejército. En la parte final de la carta, el general Zeca Neto hace alusión a los aviones, informándome además que “mañana seguiré hasta Libres donde ultimaremos los detalles para nuestra marcha triunfal de acuerdo a los objetivos que habíamos planificado”. Sin embargo las cosas comenzaron a complicarse y las derrotas en otros puntos del Estado, dieron comienzo los trágicos acontecimientos que terminaron con el líder revolucionario internado por varios meses en un hospital montevideano. En próximas ediciones: EL COMBATE CON LAS TROPAS URUGUAYAS. Un nuevo capítulo del libro La Merin imita el Mediterráneo, del historiador  fronterizo Ruben de Ávila Carrasco.

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