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domingo, 11 de agosto de 2013

El blindado de Vázquez

JUEGO POLÍTICO

La oposición lo criticará por la mala gestión de Mujica, pero él ya empezó a inmunizarse: dijo que continuará las mejores cosas de este gobierno

El Observador


Tabaré Vázquez anunció esta semana que será candidato a la Presidencia por el Frente Amplio (FA) y, por lo que reflejan todas las encuestas profesionales, larga en carrera como el favorito. Si bien le dijo a los sectores de la coalición de izquierda que hasta diciembre no quiere empezar la campaña electoral, sus primeros movimientos parecen estratégicos.

Blancos y colorados saben que no tienen mucho ángulo para golpear al expresidente, que cuenta con una popularidad muy alta y una imagen negativa muy baja. Por eso, ya decidieron apuntar sus críticas –entre otras cosas– a la falta de gestión de este gobierno y los problemas que le dejará sin solucionar. Educación y seguridad son los principales focos.

Pero Vázquez ya se empezó a inmunizarse contra eso. A los dirigentes del MPP, el Frente Líber Seregni y el Partido Socialista,  que el miércoles estuvieron en su casa, les dijo que buena parte de su campaña la basará en darle continuidad a las cosas buenas de este gobierno. Puso como ejemplo el puerto de aguas profundas y la regasificadora. También podría agregar la Universidad Tecnológica, que si bien va a comenzar en este período,tendrá poco tiempo y presupuesto para despegar.

Los politólogos a eso lo llaman inocularse. “La inoculación es una de las herramientas más fascinantes, pero a su vez más difíciles de usar en la comunicación política. La complejidad de su aplicación viene dada en la idea del ‘decir’ para motivar al elector y consolidar sus actitudes para hacer menos susceptible posteriores intentos de persuasión. Básicamente, el ‘decir’ trabaja sobre argumentos en contra de algún probable ataque antes de que el ataque haya sido realizado”, escribió el experto argentino en comunicación política Mario Riorda, en una columna del diario Tiempo Argentino.

La gestión desordenada de Mujica puede ser un talón de Aquiles para Vázquez, que va a tener que equilibrar entre un respaldo a algunas cosas y despegarse de la manera menos agresiva posible de los asuntos del actual gobierno en los que discrepa.

Un día antes del anuncio a los principales grupos del FA, ya se movió en ese sentido. En declaraciones a El Observador, Vázquez salió a respaldar la ley que regula el mercado de la marihuana y habilita la venta de la droga en farmacias. Esa ley, que impulsa el presidente José Mujica, ya fue aprobada por la Cámara de Diputados y está bajo consideración del Senado.

Así como Vázquez empieza a respaldar cuestiones de esta administración sobre las que no se había expresado, tampoco se ha quedado callado cuando  hay asuntos que le molestan.

En setiembre del año pasado, Vázquez entró a la sede del FA para defender el programa de salud bucal, que impulsó durante su gestión para atender a los niños de las escuelas más pobres, y que peligraba debido al vencimiento de los contratos de los profesionales que lo apuntalaban. Primero llamó al entonces ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, para hacerle saber de su preocupación, y luego se reunió con la presidenta del FA, Mónica Xavier. Y el asunto quedó solucionado. Así, Vázquez pasó al ataque –sin demasiada estridencia– para defender un plan que tenía su marca en el orillo.

Otro tema en el que intervino fue la vacuna contra el cáncer de cuello de útero. El subsecretario de Salud Pública, Luis Briozzo, dijo públicamente, a mediados de agosto, que el medicamento no sería suministrado hasta tanto no se extendiera el Papanicolau como método de prevención. A las pocas semanas, Vázquez escribió en El Observador una columna en la que sostuvo que la vacuna no es una solución mágica que resuelva todos los problemas, pero que debe ser suministrada gratuitamente dentro de un plan preventivo. El matiz marcado por el expresidente no pasó desapercibido para los que tienen que tomar la decisión. Pocas horas después, Venegas se despegó de Briozzo, se acercó a Vázquez y se comprometió a proporcionar la vacuna lo antes posible.

Otro factor de la inoculación es ese, prevenirse de los futuros ataques.

“El candidato expone sus debilidades, que pueden convertirse en activos; también da la impresión de que se tiene que defender, con lo cual transmite la impresión de que su adversario está dispuesto a utilizar cualquier cosa contra él”, explica Riorda.

Los ataques
La oposición quedó descolocada ante la resolución de Vázquez. Mientras durante meses le reclamaron al expresidente una definición electoral, también lo criticaron cuando comunicó que será precandidato.

Blancos y colorados señalaron que Vázquez difundió su decisión para “distraer” la atención de los medios en una semana donde hubo dos rapiñas en las que murieron un policía en Pocitos, y un repartidor de gas en Cerro Norte.

“Lo que sí parece ser es que al crear esa noticia, se quiere distraer de todos los problemas que tiene el país. Me parece que el gobierno tendría que estar más pendiente de los problemas de inseguridad, de educación y de la salud”, dijo el precandidato de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry.

El diputado socialista Julio Bango, que participó de la reunión donde Vázquez confirmó su candidatura, echó por tierra la teoría de la oposición. “Qué interesantes los sesudos análisis que decisión de Tabaré intentaría ‘tapar’ la desgracia de Pocitos... pero agendamos la reunión hace siete días”, escribió en su cuenta de Twitter.

Pero en el período que mantenía la incógnita sobre su candidatura, el proceder de la oposición fue similar. A Vázquez le habían reclamado por su silencio sobre distintos temas de actualidad. Cuando salió a marcar su postura, también lo fustigaron.

El centro de la campaña de la oposición será sobre la seguridad y la baja de la edad de imputabilidad. En ambos temas, blancos y colorados reclamaron por el silencio de Vázquez. Cuando el expresidente respaldó hace un mes la gestión del ministro de Interior, Eduardo Bonomi, y cuando antes dijo que estaba en contra de que menores de 18 años sean castigados como adultos, también lo criticaron.

Además de tener el respaldo de los sectores mayoritarios del FA, las encuestas avalan al exmandatario. La popularidad de los otros precandidatos es sensiblemente inferior a la suya.

En la campaña, la oposición también pondrá el énfasis en la desaprobación popular a la ley de la marihuana. Larrañaga acusó en junio a Vázquez de “jugar a las escondidas” sobre la regulación del cannabis. Del mismo modo, en 2011 le había pedido opinión sobre la ley de Caducidad. En ambos temas el expresidente reafirmó su postura alineada a la del FA. En otros, como Pluna, prefirió el silencio. Y su imagen continuó creciendo.

En el comienzo de su campaña electoral, la oposición no encuentra un flanco débil para entrarle al favorito. El candidato por el FA, por su parte, aguarda cauto y recién saldrá después de diciembre. Mientras analiza movimientos, la guerra de declaraciones parece ser un camino por el cual Vázquez transita en un vehículo blindado.


La lucha por el programa y el rumbo de la economía

La primera batalla interna que deberá afrontar Tabaré Vázquez en su camino a la Presidencia de la República será la definición del programa de gobierno. Pese a su objetivo de mantener las políticas económicas aplicadas hasta el momento, los sectores que impulsan un giro a la izquierda intentarán incluir en el documento programático un conjunto de puntos para limitar los movimientos del eventual mandatario.
El MPP y el Partido Comunista impulsan la inclusión de nuevos impuestos al capital, el uso de utilidades del Banco República y de reservas internacionales del Estado. El concepto base es aumentar los tributos sobre los que tienen más ingresos. En tanto, la línea liderada por Danilo Astori, a la cual Vázquez apoya, no tiene previstos giros bruscos en la política económica. De hecho, es descartada de plano la inclusión de nuevos impuestos.
Las definiciones serán tomadas en noviembre durante el Congreso programático del Frente Amplio. En el camino, dirigentes de la línea vazquista intentarán negociar para acercar posiciones. Si ese plan fracasa, habrá dos documentos a consideración en el Congreso, donde los comunistas y el MPP tienen la mayoría por su injerencia en las bases.
Aunque en la práctica, Vázquez, si triunfa, podrá tener la última palabra en la decisión de los proyectos de gobierno, el dirigente ya conoce las limitaciones del programa. Durante su mandato, el FA le frenó la firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

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