Como
es tradicional y lo hace regularmente un conjunto de Ediles de la
primera Junta Departamental que tuvo Rocha luego del período de
facto, realizó reunión de camaradería, siendo esta vez el lugar
elegido la pintoresca casa de Sergio “Cacho” Bonilla ubicada en
la calle “Juan María González” del mitológico Puerto de los
Botes rochense.
Previo
al almuerzo algunos de los asistentes recorrieron el proverbial y
turístico lugar.
Allí
en la recorrida se vio al “Gordo” Antonio Valdivieso junto a su
compañero de tareas del “Estadio Sobrero” Claudio Malo,
realizando tareas de reparaciones en su provisión, la que es
atendida por su esposa.
En
frente descansando en su casa estaba el viejo defensor de la “roja”
del Deportivo La Rural, Nelson Barboza, hoy con alguna cana pero
manteniendo su enhiesta figura de defensa.
Poco
más sobre la costa del arroyo de Rocha, otro personaje de la zona y
del fútbol, Santiago Rodríguez, golero de profesión, juez de
oficio, rodeado de recuerdos de viejos tiempos del fútbol rochense
junto a su hijo Robert, whisky por medio y saboreando el amargo, deja
correr el tiempo en la apacible zona.
Como
si fuera una zona futbolera desde la costa aparece otro histórico
jugador del fútbol rochense: Mario Lazo, el aguerrido defensor de la
casaca del Irineo de Espada y también campeón con la albiverde de
los Tres Barrios.
El
popular “Felpa” Sosa quien muy gentilmente colaboró con los
comensales y Yamandú Sosa, recién jubilado, son otros de los
lugareños con los que intercambiaron saludos los “viejos” ediles
en su paseo por la zona.
Otro
hombre vinculado al fútbol como técnico de Rampla y de la Escuela
Municipal de Fútbol, “Lucho” Rodríguez, paseaba en su moto
junto a su señora por la calle principal, saludando a todos al
pasar, con su sonrisa siempre a flor de labios.
En
esa zona de remanso y tranquilidad, los viejos Ediles del 85, bajo
los hermosos sauces del patio de la casa de “Cacho”, escuchando
tangos con la voz inigualable del varón del tango Julio Sosa y del
“Pepe” Guerra con sus históricas letras, degustaron del menú
basado en pescado y una rica salsa, cuya preparación es “todo un
secreto”, que el anfitrión con mucha dedicación y esmero
preparó. Por su puesto no faltaban los refrescos, el agua mineral y
alguna bebida espirituosa, para acompañar.
Allí
estuvieron el exitoso empresario Heber Lema de los Santos; José “El
rojo” Ciganda, el hombre de las pastas con unos kilos de más; el
eterno “Negro” Pedro Fernández, para quien los años no pasan;
el actor teatral de primer nivel rochense Luisito Sosa Romero con su
frondosa cabellera blanca en canas, pero siempre dispuesto a comer;
Hibo Fontes, hoy disfrutando de la jubilación de aduanero, de los
nietos y su nueva y hermosa residencia; Gonzalo López Mesías,
abogado famoso, de primer nivel, pero de vivir sencillo, en el que el
tiempo también va dejando sus huellas; Juan Carlos Lyoret,
funcionario de Primaria, ocupando un significativo e importante
cargo en la capital, pero volviendo al pago todos los fines de semana
para atender su actividad “inmobiliaria”; y Oscar Bruno Cedrés,
hoy funcionario de deportes de la Comuna y avenido periodista y
escritor.
Entre
cuento y cuento, entre los recuerdos de tiempos lindos ya idos, con
Juan Delgado y Paul Molina revoloteando la zona para decirles a los
“viejos guerreros” que ellos aunque se fueron físicamente,
espiritualmente están siempre presentes en todas las tenidas
levantando la copa del tradicional brindis, los Ediles del 85 se
volvieron a reunir, esta vez en el Puerto de los Botes, la próxima
donde sea, pero siempre unidos como hermanos, como decía Paul.
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