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jueves, 29 de agosto de 2013

Diputados convencidos de que son espiados; Interior no lo descarta

Hay 21 unidades que pueden hacerlo y es "difícil de controlar"

El País

En una comisión parlamentaria diputados del FA y la oposición manifestaron su convencimiento de que sus teléfonos pueden estar pinchados. El propio ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo que no lo descarta. Dijo que el actual sistema de escuchas "es difícil de controlar".

El Ministerio del Interior renueva su tecnología de vigilancia electrónica. Foto: Darwin Borrelli
Gonzalo Terra
La cúpula del Ministerio del Interior compareció ayer ante la Comisión de Constitución y Códigos de la Cámara Baja por requerimiento del diputado Jaime Trobo, quien manifiesta preocupación por la necesidad de dotar de mayores garantías a los sistemas de espionaje electrónico en manos del Estado para resguardar el derecho a la privacidad de las personas.
La extensa sesión derivó en manifestaciones de legisladores que dicen estar convencidos de que sus teléfonos están "pinchados", extremo que las autoridades del Ejecutivo no descartaron.
El diputado y exministro de Defensa Nacional, José Bayardi (Vertiente Artiguista) manifestó su preocupación por las escuchas clandestinas.
Bayardi dijo que hace unos días no aceptó que le cambiaran el teléfono porque "prefiero que me sigan escuchando los de siempre y no un coreano nuevo". "El primer concepto que debemos tener hoy es que si no queremos que nada se sepa, probablemente tengamos que decirlo muy al oído. A veces hablamos de esto con cierta ingenuidad. Yo quiero que el Estado me dé garantías de que me puede escuchar con una orden judicial, pero también quiero que me dé todas las garantías de que no me están escuchando ilegalmente actores fuera del sistema institucional", dijo.
El subsecretario de Interior, Jorge Vázquez, dio la razón al legislador. "Probablemente nos escuchen más de lo que pensamos", sostuvo.
El diputado Pablo Iturralde (Partido Nacional) fue más contundente. "Lo que nos pasa a todos es que hablamos con jerarcas y todos nos dicen que tenemos los celulares pinchados y que se cortan por eso. Estoy afirmando cosas que me suceden y que escuchamos dentro del sistema político todos los días", afirmó.
Ante esto, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, admitió: "Ese problema existe". "En el mundo he visto sistemas de investigación de cualquier tipo, no solo criminal, que preocupan. Si esos sistemas se estuvieran aplicando, no tenemos la tecnología adecuada para darnos cuenta. Es increíble lo que existe en el mundo", afirmó.
Los diputados señalaron su preocupación por escuchas ilegales. Interior admitió que los medios para hacerlo están a disposición de privados y no son costosos. "Se venden en el mercado", dijo Bonomi.

Garantías.

El eje de la sesión fue el reclamo de la oposición al Ministerio del Interior por garantías y protocolos para evitar desvíos en el uso de El Guardián, un moderno sistema de vigilancia electrónica adquirido en Brasil por US$ 2 millones que permite que al mismo tiempo 30 personas accedan a la vigilancia en tiempo real del tráfico que generan hasta 800 celulares y 200 teléfonos fijos. También habilita a crear cuentas espejo de hasta 100 suscripciones de e-mails y el monitoreo de hasta tres redes sociales.
"La enorme mayoría de los ciudadanos de nuestro país son honestos y quizás no tengan ningún tipo de problema si alguien los escucha", dijo Vázquez, cuando le tocó ante la comisión parlamentaria defender la compra de El Guardián.
Las autoridades de Interior señalaron que las garantías en el uso del sistema de espionaje las da la Justicia, que autoriza la vigilancia, y las empresas proveedoras de servicios que habilitan el acceso a sus servidores.
No obstante, Bonomi explicó que hoy 21 dependencias policiales pueden realizar escuchas "con sistemas caseros" y admitió que, por la dispersión, "es difícil de controlar". Ante esa estructura, señaló que El Guardián "es mucho más garantista de lo que tenemos".
Bonomi dijo que El Guardián "permitirá un control mucho mayor, da más garantías, porque cuanto más disperso está en el territorio, es más difícil controlar". El ministro dijo que habrá un nuevo protocolo para el uso de El Guardián. El mismo incluirá "listas blancas" que darán inmunidad a políticos y diplomáticos, que no podrán ser vigilados por sistemas de espionaje estatal.
No obstante, Guarteche explicó que todas las unidades que hoy hacen escuchas podrán seguir haciéndolo, salvo que la data quedará centralizada y bajo más supervisión.
En todo momento la cúpula ministerial dijo que las garantías existen, aunque Bonomi mencionó el reciente caso de un policía que en acuerdo con un funcionario de una compañía telefónica "escuchó indebidamente. "El caso está en la justicia y probablemente sean procesados", dijo.
Guarteche dijo a El País que tiene conocimiento de un caso pero ignora si es el mismo al que se refirió Bonomi. Según Guarteche, en el marco de una investigación se supo que un policía obtuvo el registro de llamadas entrantes y salientes de un celular sin la autorización judicial correspondiente.
Por su parte, el asesor en telecomunicaciones del Ministerio del Interior, Claro Taroco, dijo que El Guardián "pretende estructurar, cuidar y fortalecer el recurso de la medida de interceptación legal en un único sistema que brinde garantías legales y constitucionales a todos, tanto a los que están operando con él como a los que están bajo esa medida".
Bonomi dijo que para el funcionamiento de El Guardián es imprescindible el consentimiento de las empresas telefónicas, al cual solo acceden con autorización judicial. Sostuvo que no es el sistema el que da garantías sino el seguimiento del protocolo, y que las vulnerabilidades pueden darse en las empresas telefónicas. Recordó el caso de un funcionario de una empresa que le daba información a narcotraficantes sobre teléfonos interceptados.
El diputado Trobo no quedó conforme con las explicaciones. Dijo que el gobierno "debe ofrecer las máximas garantías a los ciudadanos", reclamó "transparencia" y objetó que la compra haya sido secreta. "Se actúa sobre la marcha", lamentó.

Negativa a dar detalles

El ministro Bonomi se negó rotundamente a dar detalles técnicos de El Guardián y defendió la compra secreta. Dijo que así se hizo para no dar ventaja al crimen organizado, y afirmó que se divulgó en su momento qué tipo de balas podían perforar blindados adquiridos por la Policía, lo cual pone en riesgo la vida de los uniformados porque, a su entender, los criminales se informan por la prensa y mejoran su armamento.
El director de Policía, Julio Guarteche, dijo que la vigilancia electrónica "ha permitido la desarticulación de más de ciento cincuenta grupos de criminales organizados" pero advirtió que mejoran su tecnología.

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