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miércoles, 7 de agosto de 2013

Juez decide hoy la suerte de los menores que mataron al policía


Volverán a declarar a partir de la hora 13

La Justicia determinará hoy cuál de los dos menores detenidos tras el tiroteo del lunes en Pocitos fue el que remató al agente Carlos Rodríguez en el piso. Además se investiga una doble partida de nacimiento de uno de los detenidos.
Walter Fernández, herido de un balazo en la ingle, acompañó a la familia de Rodríguez. Foto: I. Guimaraens.

Diego Castro
 
 El País
 
El presidente José Mujica ordenó que la bandera nacional estuviera ayer a media asta en señal de duelo por la muerte del policía. Fue la única señal pública del gobierno.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, no se hizo ver y evitó a los medios en toda la jornada. Tampoco se dejó ver en el velatorio de Rodríguez ayer en la Jefatura de Montevideo, donde según testigos concurrió a saludar a la familia del policía y se retiró.
"Necesitábamos plata y se nos ocurrió robar El Correo de Pocitos", dijeron a la Justicia los dos detenidos tras el tiroteo.
Desde el Poder Judicial se señaló que uno de los dos delincuentes tiene doble partida de nacimiento. Una indica que es mayor de edad, la otra que cumplirá 18 años en pocos días.
Los detenidos volverán a declarar hoy a la hora 13, y en el correr de la tarde los magistrados tomarán resolución, aunque se da por descontado que serán internados en el INAU.
Según declararon fuentes judiciales, los rapiñeros viven en el Cerrito de la Victoria, a pocas cuadras de distancia. Como precisaban plata, buscaron en internet el calendario de pagos de jubilaciones y constataron que, en el local de El Correos de Benito Blanco y José Marti, habría una importante cantidad de dinero. Según los delincuentes, el asalto no tuvo mayor planificación y luego de organizar los principales detalles, convocaron a "El Porteño", un adulto con diversos antecedentes, en Uruguay y Argentina, que resultó muerto en la balacera.
No obstante, ni el fiscal ni la jueza creen en la versión de los menores, ya que algunas características del episodio los hace pensar que se trató de un asalto organizado y hasta con cierto grado de profesionalidad, dijeron fuentes judiciales.
Uno de los menores detenidos dijo que el arma utilizada en el robo la compró en la feria de Piedras Blancas y el otro indicó que la adquirió a través de un conocido.
Inicialmente, los jóvenes iban a ser representados por el defensor de oficio de menores, Guillermo Payseé, pero luego las familias de los adolescentes designaron a la abogada particular Natalia Freitas.
En tanto, continúan las investigaciones policiales para cerrar el caso. En principio, si bien los dos menores detenidos negaron la presencia de un cuarto integrante de esta banda, la Policía continúa en su búsqueda. Incluso, en la mañana de ayer, mientras se velaba a Rodríguez en Jefatura, un grupo de efectivos realizaba un operativo, que no arrojó resultados, en zonas aledañas a Millán y Lecoq, en busca de este individuo, señalado por varios testigos del hecho como el primero en huir de la escena del crimen.
Pero, además, se busca vincular a estos menores con otros robos de similares características al que pretendieron realizar el lunes, no solo en Montevideo, sino también en Canelones. Testigos del hecho vincularon a dos de los delincuentes que irrumpieron en el lugar, con los mismos que tres meses atrás se llevaron $ 500.000 de la misma sucursal.
La investigación tendió redes hasta Canelones, donde la Policía busca saber si esta misma banda fue la que robó la sucursal de El Correo de Pando, y si tienen alguna vinculación con el robo a la sucursal Las Piedras de la empresa Creditel, ocurrido el mes pasado, donde los ladrones se llevaron, además de dinero, un chaleco antibalas y un revólver calibre 38, propiedad de uno de los guardias de seguridad del local.
Fuentes policiales confirmaron que el vehículo en los que llegaron al lugar de los hechos, era robado. El vehículo habría sido hurtado el domingo de un parking de Pocitos.

Entrega.

Durante el intento de huida, los delincuentes llegaron hasta el Mauí Club Solarium, donde se plantearon tomar rehenes a uno de los empleados del lugar.
"¿¡Dónde hay una salida a la rambla!?", gritaban a una de las empleadas, en su desesperado intento de escapar. No había salida, entonces se plantearon tomar rehenes o entregarse.
"¿Qué hacemos? No nos podemos entregar ahora", dijo uno de los jóvenes.
Finalmente, presionados por el tiroteo policial, los dos delincuentes decidieron entregarse a la Policía, que ya los tenían rodeados.

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