Volverán a declarar a partir de la hora 13
La Justicia determinará hoy cuál de los
dos menores detenidos tras el tiroteo del lunes en Pocitos fue el que
remató al agente Carlos Rodríguez en el piso. Además se investiga una
doble partida de nacimiento de uno de los detenidos.
Diego Castro
El País
El presidente José Mujica ordenó que la bandera
nacional estuviera ayer a media asta en señal de duelo por la muerte
del policía. Fue la única señal pública del gobierno.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, no se hizo
ver y evitó a los medios en toda la jornada. Tampoco se dejó ver en el
velatorio de Rodríguez ayer en la Jefatura de Montevideo, donde según
testigos concurrió a saludar a la familia del policía y se retiró.
"Necesitábamos plata y se nos ocurrió robar El Correo de Pocitos", dijeron a la Justicia los dos detenidos tras el tiroteo.
Desde el Poder Judicial se señaló que uno de los dos
delincuentes tiene doble partida de nacimiento. Una indica que es mayor
de edad, la otra que cumplirá 18 años en pocos días.
Los detenidos volverán a declarar hoy a la hora 13, y
en el correr de la tarde los magistrados tomarán resolución, aunque se
da por descontado que serán internados en el INAU.
Según declararon fuentes judiciales, los rapiñeros
viven en el Cerrito de la Victoria, a pocas cuadras de distancia. Como
precisaban plata, buscaron en internet el calendario de pagos de
jubilaciones y constataron que, en el local de El Correos de Benito
Blanco y José Marti, habría una importante cantidad de dinero. Según los
delincuentes, el asalto no tuvo mayor planificación y luego de
organizar los principales detalles, convocaron a "El Porteño", un adulto
con diversos antecedentes, en Uruguay y Argentina, que resultó muerto
en la balacera.
No obstante, ni el fiscal ni la jueza creen en la
versión de los menores, ya que algunas características del episodio los
hace pensar que se trató de un asalto organizado y hasta con cierto
grado de profesionalidad, dijeron fuentes judiciales.
Uno de los menores detenidos dijo que el arma
utilizada en el robo la compró en la feria de Piedras Blancas y el otro
indicó que la adquirió a través de un conocido.
Inicialmente, los jóvenes iban a ser representados
por el defensor de oficio de menores, Guillermo Payseé, pero luego las
familias de los adolescentes designaron a la abogada particular Natalia
Freitas.
En tanto, continúan las investigaciones policiales
para cerrar el caso. En principio, si bien los dos menores detenidos
negaron la presencia de un cuarto integrante de esta banda, la Policía
continúa en su búsqueda. Incluso, en la mañana de ayer, mientras se
velaba a Rodríguez en Jefatura, un grupo de efectivos realizaba un
operativo, que no arrojó resultados, en zonas aledañas a Millán y Lecoq,
en busca de este individuo, señalado por varios testigos del hecho como
el primero en huir de la escena del crimen.
Pero, además, se busca vincular a estos menores con
otros robos de similares características al que pretendieron realizar el
lunes, no solo en Montevideo, sino también en Canelones. Testigos del
hecho vincularon a dos de los delincuentes que irrumpieron en el lugar,
con los mismos que tres meses atrás se llevaron $ 500.000 de la misma
sucursal.
La investigación tendió redes hasta Canelones, donde
la Policía busca saber si esta misma banda fue la que robó la sucursal
de El Correo de Pando, y si tienen alguna vinculación con el robo a la
sucursal Las Piedras de la empresa Creditel, ocurrido el mes pasado,
donde los ladrones se llevaron, además de dinero, un chaleco antibalas y
un revólver calibre 38, propiedad de uno de los guardias de seguridad
del local.
Fuentes policiales confirmaron que el vehículo en
los que llegaron al lugar de los hechos, era robado. El vehículo habría
sido hurtado el domingo de un parking de Pocitos.
Entrega.
Durante el intento de huida, los delincuentes
llegaron hasta el Mauí Club Solarium, donde se plantearon tomar rehenes a
uno de los empleados del lugar.
"¿¡Dónde hay una salida a la rambla!?", gritaban a
una de las empleadas, en su desesperado intento de escapar. No había
salida, entonces se plantearon tomar rehenes o entregarse.
"¿Qué hacemos? No nos podemos entregar ahora", dijo uno de los jóvenes.
Finalmente, presionados por el tiroteo policial, los
dos delincuentes decidieron entregarse a la Policía, que ya los tenían
rodeados.
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