Gracias a Snowden se conoce que los grandes de Internet son todo menos transparentes
El País de España
Lo mejor de los informes Transparency es su
nombre. Como se llaman así, hay que escribirlo así y el lector los lee
así. Informe de Transparencia de Google, informe de Transparencia de
Microsoft, y el jueves, informe semestral de transparencia de Twitter.
La moda la inició Google y básicamente consiste en publicar el número
de exigencias que les llegan desde distintos Gobiernos, Tribunales de
Justicia o Policía para que les informen quien es el autor de una cuenta
o la propia cuenta o para que retiren contenidos. Y estos grandes de
Internet alardean de las ocasiones en que han dicho no a esos poderes o
se han resistido heroicamente hasta el final. El presunto informe de
Transparencia acaba siendo simplemente una ejercicio de autopropaganda y
un presunto lavado de imagen ante su clientela para que vean cómo les
protege.
Que Google o Facebook, por poner un ejemplo, se resistan a
cumplir una orden judicial, como ha ocurrido con contenidos nazis o de
difamación, hasta sus últimas consecuencias, realmente no preocupa al
ciudadano, más le preocupa sin duda que gracias a lo que saben de él le
mande una publicidad a medida, tan a medida que es capaz de insertar
publicidad sobre compresas en los días de menstruación de la navegante,
pues también sabe su edad y sexo.
Pero cada seis meses lanzan el informe Transparency para lavarse la cara. El de Twitter ha sido el último,
y su portavoz alerta a la población que han aumentado un 40% las
peticiones de organismos oficiales para retirar información o exigir
identidades. Una cifra bastante espectacular, si no fuera porque no
explica al lado, lo que han crecido, por ejemplo, las cuentas de Twitter
en el mismo periodo y el número de tuits.
Sin embargo, Snowden ha matado los informes Transparency.
El ex empleado de la NSAS ha demostrado que todo es una pamema, porque
mientras cuentan con pelos y señales cada reclamación de un Gobierno, de
un juez, han callado todos las órdenes -no peticiones- de información
de la NSA, los servicios de seguridad de Estados Unidos, en virtud de la
Ley Patriótica (Patriot Act) que, básicamente consiste en "haz lo que
te ordeno o vas a la cárcel". En ninguno de esos informes de
transparencia, se advierte, en honor a la misma, que hay otras
peticiones, aunque no pueden revelar. Ahora, de repente, cuando se ha
descubierto el pasteleo -por obligación, sin duda- entre las empresas de
internet y los servicios secretos del mundo -no es solo el
norteamericano- han solicitado al Gobierno de Estados Unidos que les
permita publicar el número de peticiones realizadas por la NSA. Cuando
esto ocurra, esos informes servirán de algo, mientras tanto esos
informes Transparencia de Twitter, Google, Microsoft y demás son solo
una mala autopropaganda de algo que no tienen.
En las misma semana de la transparencia de Twitter, se publica un estudio de tres universidades norteamericanas sobre la colaboración de Skype (empresa de Microsoft) con la censura,
vigilancia y persecución de las autoridades chinas. Más de 4.000
términos puestos bajo vigilancia en el chat de Skype solo en 21 meses de
estudio. Y Microsoft calla, aunque bien podría alardear de neutralidad:
espía para china y espía para Estados Unidos.
En el mundo de los acuerdos, Apple se lleva la palma esta semana. No hay como sentirse débil como para flexibilizar posturas. Tim Cook viajó a Pekín para entrevistarse con los responsables de China Mobile,
la primera operadora del país. El objetivo es lograr que comercialicen
sus móviles y tabletas. Si lo logra, habrá salvado las cuentas del año y
su acción volverá a escalar. El otro acuerdo al que se llegará tarde o
temprano es el de las patentes. Tanto Apple como Samsung ya han
comprendido que la pelea no les lleva a ninguna parte, que las victorias
en los juzgados son lentas, caras e inútiles y que el consumidor hace
tiempo que dejó de creer en buenos y malos. El tema de las patentes
llega a niveles que rozan el ridículo cada día. Un juez le ha sacado los
colores a Apple al señalar que la patente sobre el uso de dos dedos
para ampliar una imagen no es suya, aunque la empresa replicó que sí es
la primera que la aplica al móvil. Aunque
esta semana la nota la ha dado Zynga, que dice que la expresión "con
amigos" es suya y nadie más la puede utilizar sin pagar. A Zynga le ha dado un golpe de calor.
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