Ser
famoso implica pagar un alto peaje en cuanto a la vida privada se
refiere, pues depende del personaje los rumores pueden ser continuos. En
el caso de las parejas de celebrities esto se acrecenta, y más si se
trata de actores de Hollywood.
Este es el caso
de Michael Douglas y Catherine Zeta Jones, a quienes la revista Star
divorcia. Esta publicación estadounidense lleva al matrimonio en su
portada, y añade que la ruptura sería cara para Douglas, pues tendría
que pagar unos 300 millones de dólares a la galesa.La República
De ser cierto la noticia resultaría muy chocante, pues ambos se han apoyado mutuamente en las desgracias que sacuden su vida en los últimos años. Y es Douglas que estuvo al borde de la muerte por un cáncer de garganta del que se ha recuperado, mientras que Zeta Jonas sufre un trastorno bipolar del que está siendo tratada.
Michael Douglas y Catherine Zeta Jonas se casaron en el año 2000. El 15 de agosto de ese año nació su primer hijo en común, Dylan Michael, mientras que la segunda y última hija de la pareja, Carys Zeta, vino al mundo el 20 de abril de 2003.
El trastorno
La actriz reapareció bellísima semanas atrás en Los Ángeles, en el estreno de la película “Red 2”, tras anunciar el pasado mes de abril que se iba a internar en un centro psiquiátrico para tratar un trastorno bipolar.
El trastorno bipolar, también conocido como trastorno afectivo bipolar (TAB) y antiguamente como psicosis maníaco-depresiva (PMD), es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo. Clínicamente se refleja en estados de manía o, en casos más leves, hipomanía junto con episodios concomitantes o alternantes de depresión, de tal manera que el afectado suele oscilar entre la alegría y la tristeza de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta patología.
Por lo general tiene expresión por un desequilibrio electroquímico en los neurotransmisores cerebrales. Adicionalmente, debido a las características del trastorno bipolar, los individuos tienen más riesgo de mortalidad por accidentes y por causas naturales como las enfermedades cardiovasculares. A pesar de ser considerado un trastorno crónico y con una alta morbilidad y mortalidad, una atención integral que aborde todos los aspectos implicados –biológicos, psicológicos y sociales– puede conseguir la remisión total de las crisis; de ahí la gran importancia de que el diagnóstico del afectado sea correcto.
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