Con motivo de nuestra nota anterior sobre los sentimientos que suelen despertar los núcleos poblados, cuando recurrimos a la evocación de nombres y situaciones que en algún momento avivan la nostalgia, hemos recibido una publicación dedicada a los 50 años del Club Social Cebollatí. Se trata de un excelente trabajo de investigación periodística, donde se reflejan en forma ordenada los principales acontecimientos registrados en el pueblo durante esos años, con amplia repercusión en el ámbito social, cultural y deportivo de esta institución. Tras analizar estos acontecimientos, los redactores publican una extensa lista de los vecinos que en diferentes oportunidades presidieron la institución entre los que podemos señalar a Orlando Segovia, Arturo Barrios, Oscar Vidal, Alfredo Mehlem, Hugo Sorozábal, Pedro Laulhé, Nilson Velázquez, Gregorio Gómez, Alido Moreno, y Nelson De Castro entre otros. Señala la publicación que generalmente “se elegía la Reina de la Primavera y los trascendentes bailes con las reinas del carnaval y del arroz. En un excelente catálogo fotográfico nos encontramos con las jóvenes más bellas del pueblo, según sus épocas, entre las que podemos observar a Elma Silvera (Reina 1955), Juana María Rodríguez, (Reina 1960), Nair García, (Reina 1959) Malena Acuña, (Reina 1962 y Marta Velázquez (Reina 1963) entre las primeras. Cabe destacar entre las reinas del arroz y del liceo local a las jovencitas Ana Medina 1998, Susana Bertone 1969, Kary Barrios 1986, Liliana Lorenzo 1991, y Helen Sánchez año 1988. Corría el año 1966 y como era habitual se elegía la reina de la primavera en el baile oficiala a realizarse el 24 de agosto. La tradición de elegir la Reina con la venta de bonos que los asociados adquirían, fue la modalidad venciendo en ajustada definición la señorita Cristina Gómez. La reina del año 1966 sumó 260 votos, seguida muy de cerca por Sully Moreno con 258, integrando la corte Marta Terra, Marta Moreno, Tereza Sorozábal y Dinora Gigena. La Comisión Directiva estaba integrada por Pedro Laulhe, Angelmir Arispe, Aldo Fortes, Gregorio Gómez y Omar Rodríguez.” También algunos lectores de “NUESTRA GENTE” y del blog de JUANJO se han adherido al reconocimiento periodístico, haciéndonos llegar breves comentarios sobre su vinculación familiar y afectiva con los habitantes del pueblo.
LOS LECTORES HACEN LA HISTORIA.
KARY BARRIOS:” Muy lindo tener esos recuerdos, especialmente para mi abuelo Fernando Barrios”.
GRAZIELA FERNANDEZ:”Tengo hermosos recuerdos de mi niñez, mi padre trabajó en la arrocera de Saglia. Luego me casé y mi esposo trabajó muchos años en las arroceras de la zona. Lindos recuerdos”.
DEMETRIO ALVAREZ:”También mi abuelo trabajó en lo de Saglia, hasta que pudo lograr su propia arrocera. Años más tarde que se fundió y siguió trabajando para Murdoch. En lo de Saglia tenía la cantina y recordamos que en una oportunidad nos empachamos tomando naranjita en botellas de vidrio”.
YOSELIN FERNANDEZ:” Yo también conservo lindos recuerdos de mi pueblito. Mis abuelos y tíos maternos eran de Cebollatí. Lo único que nos importaba junto a mi hermano Yaburú eran las vacaciones en que nos íbamos un mes para la casa de la abuela Anita Barrios y mi abuelo Roque Núñez, donde nos reencontrábamos con los primos. La casa de la abuela y el río eran nuestra pasión”.
EMI LUNA:” Me encantó. Tú sabes que mi esposo es de Cebollatí y trabajó muchos años en el comercio de Gómez y Sorozabal”.
Del blog de JUANJO:” Paaaa…! Recuerdo al TOTO con su cometa de lata, los días de cine en el Club Social, recorría el pueblo anunciando el evento y diciendo: ATENCION, ATENCION, ESTA NOCHE GRAN FUNCION. Cómo se lamentaba el pueblo cuando había creciente y Emir no podía pasar el río Cebollatí por la Quemada. Recuerdo que en mi barrio, a la entrada del pueblo ( pegado a lo del “Negro” Alipio) toda la gurisada hacíamos de todo para conseguir las monedas para la entrada al cine, desde vender botellas, hasta limpiar los galpones de Serralta, donde el gringo Basso nos ayudaba a barrer el arroz sucio y lo vendíamos a los vecinos para las gallinas”.
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