Futuro incierto para el Río Santa Lucía; no encuentran un "plan b"
El pronóstico para el Río Santa Lucía es
poco alentador. Se necesitan cinco años para que la calidad del agua
mejore. Eso si se cumple el plan de protección. Mientras, expertos
afirman que el país no tiene un "plan b".
Gabriela Cortizas
El País
"Todo tiene un efecto residual muy importante.
Aunque se aplique un plan (de protección), eso tiene una inercia de
nutrientes volcados a los cursos de agua que no se liberan de un día
para el otro", dijo a El País Luis Reolón, director de la División de
Evaluación de la Calidad Ambiental de la Dirección Nacional de Medio
Ambiente (Dinama).
Para Reolón no es una novedad la aparición de algas en
el río, fenómeno que se sintió con fuerza en marzo del año pasado y que
terminó en agua potable con mal olor y sabor. La temperatura y los
nutrientes vertidos al agua por las industrias dispuestas a lo largo de
toda la cuenca hacen que este fenómeno sea esperable. Y no es una
situación que vaya a cambiar en el corto plazo.
"Estamos hablando de cosas sabidas y tenemos claro que
se van a seguir dando por un buen tiempo. Hasta que podamos ir mejorando
todos los aspectos ambientales de la cuenca", dijo. Y agregó:
"Difícilmente podamos encontrar una mejora importante de la calidad del
agua en menos de cinco años".
Aunque el Ministerio de Vivienda diseñó un plan de
acción que maneja plazos hasta 2015, los nutrientes permanecerán varios
años en las aguas del país.
Incierto.
El Santa Lucía no es el único recurso hídrico del
país contaminado. Según expertos la contaminación está totalmente
extendida, por lo que dificulta la disposición de un "plan b" para el
país.
"En mayor o menor medida, las aguas superficiales
están afectadas negativamente por la acción humana. A partir de la
década pasada hubo un aumento productivo muy importante -agropecuario e
industrial- y eso ha llevado a que los sistemas acuáticos se hayan visto
afectados", dijo a El País el doctor Luis Aubriot, experto en
Liminología de la Facultad de Ciencias.
Según Aubriot, la cosecha de soja está afectando
directamente el monte ribereño. "Quieren plantar hasta las orillas del
río. Están desmalezando mucho monte", aseguró. Estos montes son los que
funcionan como filtro de las aguas.
La situación ha llevado a que la búsqueda de posibles
nuevas fuentes de agua potable se hayan visto acotadas. "Casi todas las
cuencas del país se han visto afectadas negativamente. Esto provoca que
los recursos naturales sufran. En casi todas las poblaciones del país
se han detectado floraciones de cianobacterias, en muchos casos tóxicas
como en la Cuenca del Río Negro o del Río Uruguay. Entonces, la búsqueda
de nuevos sitios para obtener agua son en vano", aseguró.
Hay recursos hídricos que todavía están en buenas
condiciones como Paso del Soldado y el Arroyo Casupá. En estos lugares,
según Aubriot, se evalúa construir embalses. Sin embargo, se trata de un
arma de doble filo. El experto explicó que la construcción de embalses
fomenta el crecimiento de cianobacterias. "Las cianobacterias son
bacterias que tienen clorofila, que pueden hacer fotosíntesis, y tienen
la capacidad de generar muchas sustancias. Entre ellas algunas
aromáticas que dan mal olor y sabor al agua. También pueden generar
toxinas: neurotoxinas, patotoxinas y dermotixinas", perjudiciales para
la salud.
"Los controles (en el Santa Lucía) van a ser mucho
más estrictos que en el resto del país. El tema es que todos esos
controles van a llevar un tiempo en concretarse y, mientras, la calidad
del agua sigue siendo igual o peor", dijo.
La Facultad de Ciencias y OSE tienen un convenio en
vías de aprobarse para hacer un trabajo conjunto a largo plazo. "La
idea es generar un sistema de alertas tempranas de fenómenos nocivos
para la calidad de agua que se puedan realizar velozmente", dijo.
Incluso se maneja un sistema de detección en tiempo real, pero que
conlleva un alto costo.
Plan.
El Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente presentó
el pasado año el "Plan de acción para la protección del agua en la
Cuenca del Santa Lucía" con varias pautas a cumplir.
La primera medida se enfoca en reducir el impacto de
las emisiones líquidas de los vertimientos de origen industrial al río.
Se establecieron industrias de "prioridad 1" y de "prioridad 2",
dependiendo de la magnitud de sus vertidos. Las 22 de primera prioridad
tenían plazo hasta el pasado diciembre para presentar un proyecto de una
planta de tratamiento que debe estar construido para 2015. La mayoría
pertenecen a la industria cárnica.
Según Julián Ruiz, especialista en Derecho Ambiental
de Ferrere que fue consultado en momentos de crisis por la Dinama,
algunas empresas ya presentaron sus planes ambientales. Además, el
organismo multó a varios establecimientos por no cumplir con los valores
de la normativa sobre vertidos.
"Pero sancionar no es suficiente porque se debe
apuntar a que se conserve el curso del agua y no a sancionar porque sí",
dijo el especialista.
"Yo creo que las medidas son las que están en carpeta. Quizá tendrían que haber sido adoptadas antes", acotó.
"La situación sigue igual. No ha mejorado. Va a
llevar unos años. Hay muchos aportes que continúan siendo recibidos",
puntualizó también Aubriot.
Plan de acción ambiental
1.Vertimientos industriales
Reducir el impacto de las emisiones líquidas de
origen industrial con la presentación y ejecución de plantas de
tratamiento. Plazo final: diciembre de 2015.
2.Saneamiento doméstico
Reducir el impacto de las emisiones líquidas de los
vertimientos de origen doméstico (saneamiento). La prioridad es Fray
Marcos, San Ramón y Santa Lucía. Presentación de proyectos antes de
junio de 2014 y ejecución a diciembre de 2015.
3.Control de fertilización
Declarar como zona prioritaria la cuenca
hidrográfica y exigir de forma obligatoria a todos sus padrones rurales
el control de la aplicación de nutrientes y plaguicidas. Presentación de
los planes de uso, manejo y conservación.
4.Control de feed lots
Suspender en la cuenca hidrográfica declarada "Zona
A" (prioritaria) la instalación de feed lots (engorde a corral) y la
ampliación de los existentes hasta que exista una nueva reglamentación.
5.Control de tambos
Exigir el tratamiento de efluentes a todos los
tambos de la cuenca. Antes de diciembre de 2013 para los tambos con más
de 500 vacunos (en operación a diciembre de 2015) y de setiembre de 2014
a los de menos de 500 (en operación a abril de 2017).
6.Planta de Aguas corrientes
Implementar una solución definitiva al manejo y
disposición de lodos de la planta de tratamiento de agua potable de
Aguas Corrientes. 7.Acceso del ganado
Controlar el aporte de nutrientes. Restringir el
acceso del ganado a abrevar en los recursos de la "Zona A". Construir un
perímetro de restricción en los embalses de Paso Severino, Canelón
Grande y San Francisco.
8.Zona sin contaminación
Instaurar una zona de amortiguación en la "Zona A" sin laboreo de tierra y uso de agroquímicos en franjas.
9.Extracción ilegal
Intimar a los responsables de la extracción ilegal
de agua superficial y subterránea de la "Zona A" a que soliciten permiso
en seis meses.
10 .Reserva de agua
Declarar "reserva de agua potable" la cuenca hidrológica del Arroyo Casupá.
11.consulta de opiniones
Consultar a la Comisión Cuenca del Santa Lucía.
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