MINISTERIOS DE INTERIOR Y DEPORTES PRESENTARON DENUNCIA
Diez jugadores de Nacional y Peñarol
declararon hoy en la sede de la Dirección Nacional de Inteligencia por
los violentos incidentes en el clásico. Mañana serán conducidos ante la
Justicia.
Los diez jugadores de Nacional y Peñarol
que declararon hoy en la sede de la Dirección Nacional de Inteligencia
quedarán detenidos en la dependencia oficial. Mañana serán conducidos
ante la Justicia que continuará con las indagatorias sobre los
incidentes ocurridos ayer en el clásico por la copa Antel.
Los citados a declarar por Nacional fueron: Santiago García, Leonardo Burián, Ignacio González, Pablo Álvarez, Darwin Torres y Diego Arismendi. En Peñarol los citados son Fabián Estoyanoff, Carlos Nuñez, Jorge Rodríguez y Jonathan Sandoval.
Álvarez es considerado víctima y el resto fue como testigos. Según pudo comprobar El País en la sede de Inteligencia, también concurrió a la sede el gerente deportivo de Nacional, Alejandro Lembo. Los jugadores aurinegros por su parte están acompañados por el gerente deportivo, Carlos Sánchez y el encargado de seguridad del club, Washington Vega.
También llegaron a declarar el árbitro del partido, Martín Vázquez, y el cuarto asistente.
Según fuentes del Ministerio del Interior se identificaron a 30 personas que ingresaron a la cancha de ambos clubes aunque no todos generaron incidentes. Las fuentes también dijeron que los videos "muestran bien a los protagonistas del enfrentamiento".
El caso ingresó en el Juzgado Letrado en lo Penal de 9° turno a cargo de la jueza Blanca Rieiro y participa en la investigación la Dirección General de Información e Inteligencia a raíz de una denuncia presentada por el Ministerio del Interior y el de Deportes.
El artículo 323 Bis del Código Penal establece que quien en una competencia deportiva "participare de una riña o compeliere a participar en ella, la dirigiese o la propiciare, será castigado con pena de tres a 24 meses de prisión". En 2000 esto se aplicó tras una trifulca en el clásico del clausura.
"Bochornoso, bochornoso", resumió la ministra de deportes, Kechichian a El País. "Quedamos muy preocupados y queremos ver qué se va a hacer a nivel de los clubes", agregó.
Consultada sobre si los clubes deberían sancionar a los jugadores, Kechichian sostuvo: "Sí, en lo personal creo que sí. Cuando estamos en una batalla fuerte para que la sociedad toda pueda participar de esos partidos, si desde la propia cancha y los propios jugadores dan esa imagen, es preocupante".
Por instrucción de la ministra, el subsecretario Antonio Carámbula que integra la comisión de seguridad en el deporte, tomará contacto hoy con las partes. "Queremos ver qué se hace a nivel de los clubes", remarcó la ministra previo a viajar a Madrid para participar de una feria de turismo
Carámbula dijo a través de Twitter en la misma línea que esperan que "las directivas de Nacional y Peñarol apliquen sanciones contra los responsables del bochorno que se vivió en el clásico". Y agregó: "El combate contra la violencia en el deporte implica un largo camino a recorrer. Ayer retrocedimos varios pasos. El que vea ésto como una pelea e hinchando 'por los míos' no está entendiendo nada ni ayudando nada. No. Todos igual de impresentables".
Los citados a declarar por Nacional fueron: Santiago García, Leonardo Burián, Ignacio González, Pablo Álvarez, Darwin Torres y Diego Arismendi. En Peñarol los citados son Fabián Estoyanoff, Carlos Nuñez, Jorge Rodríguez y Jonathan Sandoval.
Álvarez es considerado víctima y el resto fue como testigos. Según pudo comprobar El País en la sede de Inteligencia, también concurrió a la sede el gerente deportivo de Nacional, Alejandro Lembo. Los jugadores aurinegros por su parte están acompañados por el gerente deportivo, Carlos Sánchez y el encargado de seguridad del club, Washington Vega.
También llegaron a declarar el árbitro del partido, Martín Vázquez, y el cuarto asistente.
Según fuentes del Ministerio del Interior se identificaron a 30 personas que ingresaron a la cancha de ambos clubes aunque no todos generaron incidentes. Las fuentes también dijeron que los videos "muestran bien a los protagonistas del enfrentamiento".
El caso ingresó en el Juzgado Letrado en lo Penal de 9° turno a cargo de la jueza Blanca Rieiro y participa en la investigación la Dirección General de Información e Inteligencia a raíz de una denuncia presentada por el Ministerio del Interior y el de Deportes.
El artículo 323 Bis del Código Penal establece que quien en una competencia deportiva "participare de una riña o compeliere a participar en ella, la dirigiese o la propiciare, será castigado con pena de tres a 24 meses de prisión". En 2000 esto se aplicó tras una trifulca en el clásico del clausura.
"Bochornoso, bochornoso", resumió la ministra de deportes, Kechichian a El País. "Quedamos muy preocupados y queremos ver qué se va a hacer a nivel de los clubes", agregó.
Consultada sobre si los clubes deberían sancionar a los jugadores, Kechichian sostuvo: "Sí, en lo personal creo que sí. Cuando estamos en una batalla fuerte para que la sociedad toda pueda participar de esos partidos, si desde la propia cancha y los propios jugadores dan esa imagen, es preocupante".
Por instrucción de la ministra, el subsecretario Antonio Carámbula que integra la comisión de seguridad en el deporte, tomará contacto hoy con las partes. "Queremos ver qué se hace a nivel de los clubes", remarcó la ministra previo a viajar a Madrid para participar de una feria de turismo
Carámbula dijo a través de Twitter en la misma línea que esperan que "las directivas de Nacional y Peñarol apliquen sanciones contra los responsables del bochorno que se vivió en el clásico". Y agregó: "El combate contra la violencia en el deporte implica un largo camino a recorrer. Ayer retrocedimos varios pasos. El que vea ésto como una pelea e hinchando 'por los míos' no está entendiendo nada ni ayudando nada. No. Todos igual de impresentables".
El técnico de Peñarol, Jorge Goncálvez, adelantó
cuando se le consultó por qué haría el cuerpo técnico con los jugadores
tras la trifulca que se les daría "un chas-chas en la cola". El
presidente de Nacional, Eduardo Ache, dijo por su parte a la radio Sport
890 que “quién miró se dará cuenta que fueron agredidos” los jugadores
de su equipo.
Posteriormente al partido hubo cinco detenidos y un
policía herido, informó el director de la la Guardia Republicana,
inspector principal Rovert Yroa.
Después del partido, alrededor del estadio Centenario
hubo desorden, daños a vehículos, pedrea a un ómnibus e "incidentes
frente al Clínicas entre la parcialidad de Nacional y Peñarol donde
resultó herido un policía de la brigada Puma por el impacto de una
botella en la cara", agregó Yroa, según informó la Unidad de
Comunicación del Ministerio del Interior. El policía resultó con
fractura del tabique nasal.
El director de la Guardia Republicana dijo que "el
jefe de servicio de la Guardia Republicana se comunicó con la jueza de
turno y le elevó el informe de lo ocurrido entre los jugadores de
Nacional y Peñarol en la cancha y hoy está elevando nuevamente el
informe arbitral y el informe final del jefe del operativo".
En el partido clásico hubo entre 200 y 300 efectivos de la Guardia Republicana.
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