Escritor y periodista Julio Dornel
El 1º de abril de 1978 un fuerte olor proveniente del mar sorprendió a los pocos veraneantes que todavía quedaban en el pequeño balneario de Hermenegildo situado a 20 kilómetros de la frontera.
Pocas horas después la playa fue inundada de mariscos, peces, gaviotas y pingüinos muertos. Al otro día el fenómeno se trasladó a los caballos, vacas y ovejas lo que determinó la evacuación de la gran mayoría de los habitantes. Cuando han transcurrido 36 años de la tragedia, Hermenegildo ha logrado un crecimiento importante generado fundamentalmente por su proximidad a la ciudad de Santa Vitoria y pocos recuerdan este acontecimiento que fuera considerado en su momento como la mayor tragedia ecológica de la zona sur del continente americano. Sin embargo algunos pescadores que fueron testigos del desastre señalan que el fuerte viento proveniente del mar inundó la playa de un fuerte olor semejante al amoníaco que atacaba los ojos y la garganta creando serias dificultades para respirar. Declarado zona de emergencia Hermenegildo contó con la presencia de equipos médicos, técnicos, ecologistas y autoridades del Ministerio de Salud Pública que pretendían investigar las causas del extraño fenómeno.
La gravedad de la situación y la falta de una explicación razonable determinó que el gobierno de Río Grande movilizara a los técnicos por tierra y por el mar mientras aviones de la Fuerza Aérea sobrevolaban la zona. Los técnicos de la Compañía de Tecnología y Saneamiento Ambiental que participaron en las investigaciones señalaron que se trataba de un fenómeno natural provocado por la falta de oxígeno en el mar denominado “marea roja”. Sin embargo el reconocido ecologista José Lutzemberger discrepó con estas explicaciones señalando que el fenómeno tendría otras causas. Los integrantes de AGAPAN por su parte manifestaron que todo se debía a un cargamento de agro tóxicos que transportado por un navío brasileño se había hundido frente a las costas rochenses. Sin embargo el investigador Paulo Sampaio señaló que se trata simplemente de una coincidencia entre el naufragio del navío y el cargamento y que todo se debió al choque entre las corrientes marítimas de las Malvinas y el atlántico brasileño y que habría generado la proliferación de algas denominada comúnmente como marea roja. Cuando han transcurrido más de tres décadas de la tragedia, no existe un criterio coincidente sobre la misma, aunque todo ha vuelto a la normalidad y se tiene la convicción de que el fenómeno no se repetirá.
Muy buen recuerdo julio. Lindo articulo, siempre lo seguimos en los mismos. saludos henry
ResponderEliminarComo esta hoy después de la marea ahora que destruyo casas sobre la playa??
ResponderEliminarHa crecido por suerte es un paraiso
ResponderEliminarEs hoy un paraiso
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