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miércoles, 22 de enero de 2014
Cabo Polonio Un pasado cargado de historia Por Julio Dornel
Escritor y periodista Julio Dornel
A 275 kilómetros de Montevideo, escondido entre extensos arenales y el atlántico se encuentra una de las mayores atracciones del Este uruguayo, con sus construcciones rústicas y espontáneas que fueron surgiendo cuando promediaba el siglo pasado. Mientras el atlántico golpeaba con fuerza la costa petrificada fueron surgiendo los primeros ranchos que le otorgarían al Cabo un entorno especial.
Los pescadores, lobos y gaviotas disfrutaron durante mucho tiempo del espacio marino y la belleza agreste de la zona. Sin embargo un día apareció el HOMBRE con su mochila llena de “civilización” para alterar el orden natural y la tranquilidad de la zona. El contacto con los pescadores hace surgir viejas historias de naufragios que trajeron a las costas rochenses los primeros “gringos” que poblaron la zona. El pasado y el presente que conviven hoy junto al ojo giratorio del faro nunca se pusieron de acuerdo sobre el verdadero origen del nombre. Para la gran mayoría el mismo proviene de un barco llegado de España el 31 de enero de 1735 naufragando en esta región, mientras para otros entre los que se encuentra el profesor Jesús Perdomo, la realidad es otra muy distinta: no solamente no fue en 1735, no había tormenta ni tampoco el navío se llama Polonio. Para el profesor Perdomo el 11 de noviembre de 1752 habría zarpado del puerto de Cádiz el barco llamado “Nuestra Señora del Rosario, Señor San José y las Ánimas” con un cargamento para Buenos Aires a cargo de un joven capitán de tan solo 25 años de edad llamado José Poloni. Señalaba Perdomo que en el camarote del Capitán y con la presencia infaltable del primer piloto José de Arturo, se realizaban algunas cenas regadas abundantemente con licores y vinos de Chipre.
De esta manera y como consecuencia de una comida bien acompañada por el alcohol en la noche del 31 de enero de 1753 y con buen tiempo, el barco golpeó en algún arrecife, abriéndose un rombo que provocó el naufragio. Los momentos de angustia que vivía la tripulación fueron aprovechados por el piloto de Arturo culpable de la tragedia para darse a la fuga. De acuerdo a las declaraciones de algunos tripulantes el joven piloto se encontraba en avanzado estado de ebriedad la noche del naufragio. Posteriormente fue detenido y conducido a la ciudadela donde en un final novelesco logra fugarse y nunca más se supo de su destino. Posteriormente el vecino José Galván solicita al Gobernador la autorización correspondiente para retirar restos del navío Polonio. Esta solicitud le fue concedida haciéndole notar que se trataba del barco “Nuestra Señora del Rosario, Señor San José y las Ánimas” a las órdenes del capitán José Poloni. Cabo Polonio, nombre del barco o del capitán continuará siendo el lugar preferido por muchos uruguayos y extranjeros que disfrutan anualmente de sus encantos naturales. Todo esto mientras la “civilización” no atraviese definitivamente los extensos arenales.
Nota publicada en enero de 2008.
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