Al fallecer Ariel Sharon, Primer Ministro de Israel entre los años 2001 y 2006, desaparece una de las figuras más controvertidas en la historia del Estado judío. De las más criticadas y al mismo tiempo, de las más idolatradas, quien pasó de ser visto en algún momento como indeseable a ser considerado prácticamente el padre de la nación.
Durante años fue a ojos del mundo árabe-y en gran medida también de sus adversarios políticos en Israel-como un enemigo especialmente duro, belicoso, casi como símbolo de lo complejo del conflicto en la zona y de la hostilidad entre las partes. Pero cuando concretó finalmente su sueño de ser el Jefe de Gobierno de Israel, irradió otro mensaje: él traería la paz. Y lo más significativo fue que sin duda lo intentó.
Críticos creían que su ascenso al poder podría desembocar en una nueva guerra pero Sharon se vió a si mismo en los últimos años como el salvador, justamente el gobernante que lograría acercar la paz .Para ello, afirmaba, es necesario tener la combinación que él mostró en los últimos años: una convicción de que la negociación es inevitable, pero al mismo tiempo,de que hay que combatir a los grupos radicales responsables de atentados, para que no puedan determinar la realidad de la zona.
Tras décadas de actividad política, antecedida por muchos años como oficial en las Fuerzas de Defensa de Israel, está claro que el evento principal por el que se le recordará a Sharon en los libros de historia, será la desconexión de la Franja de Gaza . Aproximadamente dos años después de pronunciarse por primera vez en favor de una retirada de dicha zona, concretó lo que otros consideraban imposible, aunque muchos veían como necesario: desmanteló los 21 asentamientos en la Franja de Gaza y otros cuatro al norte de Cisjordania, evacuando así a casi 9 mil israelíes que allí vivían y que en su mayoría, al parecer, lo habían votado a él como Primer Ministro, pensando que Sharon, que tanto había impulsado la construcción de asentamientos, jamás los sacaría del lugar.
Pero Sharon ya era otro, había llegado a la conclusión de que era inevitable dar ese paso y lo concretó, sacando también a las tropas de la Franja, con la misma energía y determinación con que durante años había apoyado la creación de asentamientos.
. La izquierda no le perdonó durante mucho tiempo su rol en la guerra de Líbano, durante la que mintió al entonces Primer Ministro Menajem Beguin acerca del curso que tomaba la situación , en un pantano del que Israel logró salir recién casi dos décadas después.Especialmente, le recordaron que era Ministro de Defensa cuando Israel estaba en Líbano y cuando las falanges cristianas entraron a los campamentos de refugiados palestinos Sabra y Chatila y perpeptraron una masacre. El no tuvo nada que ver en ello, pero la comisión Kahan que le investigó determinó que debería haber supuesto que las falanges podría cometer esa barbaridad , prohibiéndole volver a ejercer como ministro de Defensa.Pero años después, se convirtió en lo que fuera su principal ambición política, Primer Ministro de Israel.
Su imagen comenzó a cambiar, ya antes de concretar la retirada de la Franja de Gaza, con la que ganó el corazón de sus adversarios de antes, recibiendo por otro lado las duras condenas de sus otrora aliados. Ya antes de demostrar lo fuerte y decidido de su liderazgo al concretar un paso que muchos temían desgarrara a Israel por dentro, la imagen de la que comenzó a gozar a los ojos de la ciudadanía israelí era de una especie de padre de la nación, preocupado por el bienestar de todos, consciente de la responsabilidad de preservar la seguridad de Israel.
Su carácter personal, su sentido del humor y sus gestos personales para con los funcionarios de su oficina-sin mantener mucha distancia ni formalismos, salvo los impuestos por sus guardaespaldas- le acercaron a la opinión pública general, viéndosele como un abuelo preocupado por todos y capaz de defender a Israel.
Sharon fue visto siempre como un "bulldozer"-aplanadora- palabra que los israelíes usan a menudo en términos positivos, dando a entender que cuando "Arik" emprende un proyecto, trabaja en serio y empuja hacia adelante.
Para los árabes, ello fue un serio problema cuando Sharon utilizó sus energías para construir numerosos asentamientos en los territorios ocupados, que consideraba parte integral de la tierra de Israel bíblica."Para mi, lo primero, es mi condición judía, esencial para mi ser israelí"-declaró Ariel Sharon repetidamente.Y aunque no fue nunca una persona observante de la religión, el legado histórico judío era para él nervio motor.
Sharon nació en 1928 en la entonces llamada Palestina, cuando el Mandato británico gobernaba lo que se convertiría luego en el Estado de Israel.A los 17 años se enroló al ejército y en su servicio fue herido dos veces en combate. "Yo aprecio más que muchos otros políticos la importancia de lograr la paz, porque sé cuál es el precio de la guerra"-solía decir, destacando que fueron numerosos los compañeros que perdió en el campo de batalla. Sus adversarios pensaban distinto: lo consideraban aventurero, irresponsable y descuidado.En la prensa israelí fue presentado a menudo como "un elefante en una tienda de cerámicas",por la falta de tacto, delicadeza y diplomacia que le atribuían.
Sharon mezclaba lo casi dogmático en él, con el pragmatismo. A Yasser Arafat lo llamó más de una vez de "mentiroso" y "asesino", pero negoció con él cuando fue Canciller en el gobierno de Biniamin Netaniahu. Sin embargo, cuando llegó a la conclusión de que el líder palestino era un obstáculo en el camino, fue terminante en su boicot.
Sharon fue siempre un hombre de grandes contradicciones, combinando una línea conservadora y un estilo poco diplomático y categórico, con un gran pragmatismo, que le hizo acreedor del aprecio de gobernantes y líderes diversos en el mundo entero.En Israel, cuando cayó en coma hace ya ocho años, dejó una sensación de vacío de liderazgo, de que se fue una de las grandes figuras de la historia de Israel.
Montevideo Portal
No hay comentarios:
Publicar un comentario