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domingo, 21 de julio de 2013

No aclare que ocurece..jerarca involucrado en prostitución infantil balbucea explicaciones

De los Santos contó lo ocurrido

Se le vino la noche

Montevideo Portal
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El ex director general de la Intendencia Horacio De Los Santos contó cómo participó en la fiesta en Paysandú, que culminó con su pedido de procesamiento. “Todas estas muchachas que estaban en la reunión declararon que no me conocían (...) me gusta tomar unos whiskies y cantar, pero ninguna otra cosa”, afirmó.
La defensa del ex director general de la Intendencia de Paysandú, Horacio de los Santos, pedirá la totalidad de las escuchas telefónicas como prueba de que el jerarca municipal concurrió a la reunión sin saber que se trataba de una fiesta con prostitución de menores, según informó este domingo el diario El Telégrafo.
De los Santos-sobre quien pesa un pedido de procesamiento- aseguró que durante la audiencia se prestaron pruebas que no tienen que ver con los hechos ocurridos y la fiscal pidió el procesamiento de él y de una funcionaria de la intendencia por una acusación de una de las jóvenes que asegura que -a través de la funcionaria- le hizo una oferta.
El ex director general de la Intendencia Horacio De Los Santos contó al diario El Telégrafo que el martes, Sergio Carballo, procesado por la organización de fiestas con prostitución de menores, lo invitó a un asado.
”Como hacía mucho tiempo que no nos veíamos, acepté y le pedí que me avisara el lugar en donde se iba a hacer. El miércoles por la tarde me llamó para decirme que no íbamos a poder hacer el asado porque no había conseguido el lugar, a lo que yo le dije que iba a hablar con mi mujer para hacerlo en casa. Entran por el garaje, se traen un menaje y comemos aquí, tomamos unos whiskys o unos vinos. Ante esto el me responde que no, porque me dijo 'viene mucha gente de Montevideo y se ponen a gritar, a cantar, y eso va a traer complicaciones con los vecinos'. Ante eso yo le respondí: 'entonces dejame ver si puedo conseguir con la Intendencia la Casita de la Playa'”.
De los Santos señaló que cuando pidió la casa al encargado le dijeron que ya estaba ocupada para ese día: ”Cuando le comunico la situación a la persona que me había invitado a compartir el asado, me dice 'entonces dejá, yo te doy el cordero, lo guardás y cuando podamos lo hacemos', a lo que yo le contesto 'no, dejame averiguar si lo podemos hacer en la Casa del Parque, por lo que lo que llamé al encargado, quien al rato me llamó y me confirmó que estaba libre, que podíamos hacerlo allí. Seguidamente, volví a llamar al organizador de la reunión y le dije que podía ir; le dije 'mirá, podés ir allá a la Casita del Parque, la encargada va a estar hasta las 19, y tomás posesión del lugar para preparar la reunión”.
“A eso de las 10 de la noche voy para la Casita, con plato y cubiertos, al llegar me pongo a hablar con la encargada y con un señor que estaba haciendo el asado; y al rato llega el organizador de la fiesta con cuatro o cinco muchachas, lo cual a mí me sorprendió un poco porque se trataba de una reunión de amigos. Me las presentaron -ya que no nos conocíamos- pero como ellas se pusieron después a servir la comida, me pareció bien. Durante la reunión, yo dialogaba principalmente con la encargada de la Casita y con el hombre que estaba preparando el asado. Después, ya pasada la medianoche, tipo 0.30, llegan otros hombres a los cuales no conocía -si los veo hoy no los identifico, porque no sé quienes son- y otras dos mujeres, pero ya mayores, de más de 30 años”, afirmó al matutino señalando que además de las mujeres había entre 10 y 12 hombres.
“Yo llamé a un amigo de la Intendencia para invitarlo y menos mal que se había acostado y había tomado unas pastillas para dormir, y a otro amigo que, afortunadamente, tampoco pudo concurrir. En un momento determinado, yo ya me había tomado unos cuantos whiskies y me levanté para irme porque, sinceramente, ya no aguantaba más. Además, había comenzado a percibir algo extraño en la atmósfera de la reunión que no sé precisar porque yo estaba tomado, pero que no me gustó. En ese momento, la encargada de la Casita del Parque me pide que la lleve hasta el Corralón para marcar el horario de salida y que la trajera de nuevo a la Casita porque allí tenía su moto, ya con la intención de irse. Como estaba muy frío, accedí de inmediato y, cuando iba a salir, una muchacha se sube en el asiento trasero del auto y me dice ´llevame a mí también hasta mi casa'”. “Cuando salgo del Parque, tomo por Montecaseros, cruzo Parkway y al llegar a Benito Chain me para la Policía, con un despliegue tremendo de móviles y efectivos. Me bajo del auto y, al ver que lo revisan todo, les digo 'lo único que tengo es una bolsa con huesos que traigo para los perros', y efectivamente verificaron que era así. Yo me enojé incluso y les pregunté '¿qué es éste despliegue tan grande?, ustedes tienen que andar persiguiendo delincuentes, tienen que ir donde está el delito y no acá'. Cuando me subo de nuevo al auto, me dicen “no, espere que le vamos a hacer una espirometría, bájese”, por lo que me bajo del auto, me hacen la espirometría, da niveles altos, me retienen la libreta de conducir y me dijeron “bueno, puede irse, y bajaron a la muchacha que había subido en mi auto”.
“Luego de eso, llevé a la encargada de la Casita hasta el Corralón y, como habíamos convenido, volvimos a la Casita del Parque para que recogiera su moto. Cuando la dejé ahí, se habían ido todos los que estaban en la reunión. Creo que quedaba gente dentro de algunos vehículos, prontos para retirarse. Vuelvo a casa, me acuesto, y mi preocupación era qué iba pasar con el asunto de la libreta de conducir que me habían retirado. A la tarde siguiente, fui a una comida en las carreras del hipódromo ya que, repito, mi única preocupación era por la alta concentración de alcohol en la sangre por la que me habían retirado la libreta; 'vendrá un procedimiento administrativo y bueno, paciencia, cometí la falta', pensé”.
“Sobre el atardecer me llama el intendente muy ofuscado, malo, que me dice 'no me avisó nada de esto, Horacio', a lo que yo le respondo '¿pero de qué, Bertil? Si es un problema personal, una espirometría que dio alta, me pareció que no daba ni para avisarle', y entonces me dice 'no, porque hay un problema también de prostitución con menores y drogas'. 'Ah, pero no sé nada', le digo. 'Yo ignoro totalmente todo eso; si es así el tema, yo ya pongo a disposición el cargo porque yo no lo quiero afectar en nada al partido'”.
De los Santos comentó que cuando recibió la citación al juzgado no decía que tenía que presentarse con un abogado, pero igual lo acompañó uno. Cuando declaró le hablaron de conversaciones telefónicas en las que él está organizando la reunión, “pero no se habla de la otras conversaciones telefónicas que mantuve anteriormente —que obviamente debían estar en poder de la Justicia, ya que el celular del procesado estaba pinchado-- en donde yo ofrecía mi propia casa; eso habla a las claras de que yo ignoraba por completo de que se trataba de una reunión con mujeres y drogas”.
Las pruebas que faltaron
Según contó en el juzgado se exhibió un video de una fiesta con mujeres semidesnudas que no tenía nada que ver con la reunión en la Casita del Parque “porque no hubo baile, ni siquiera música; esas imágenes que mostraron las habrán tomado en otro lugar y otra oportunidad. Yo se los dije, pero la fiscal no le dio ninguna importancia; y eso forma parte del documento que vamos a presentar el lunes para solicitar el diligenciamiento de pruebas”.
“Otra cosa que surgió claramente ahí es que todas estas muchachas que estaban en la reunión declararon que no me conocían y que la primera vez que me vieron fue esa noche. Asimismo, todas las otras personas que al parecer estaban involucradas en el consumo de drogas, también declararon que nunca me habían visto; o sea que Dirección de Investigaciones hacía tres meses que venía siguiendo este caso pero nunca me vio reunido ni con esta ni con otra gente, porque yo desde que asumí hace tres años en la Intendencia no hice más salidas de noche, y si salía lo hacía con mi señora”.
“El único motivo por el cual la fiscal está pidiendo mi procesamiento es porque una joven de 17 años --que el mes siguiente cumple 18-- dice que yo ofrecí dinero indirectamente a través de la encargada de la Casita, a cambio de servicios sexuales, y que dos amigas de ella escucharon cuando la empleada de la Intendencia hizo esa oferta; pero la funcionaria lo niega rotundamente”. Añadió que la joven que formuló esa declaración es la misma que luego se subió a su auto y con la cual, durante la fiesta “estuvimos cantando juntos porque yo en las fiestas soy así, me gusta tomar unos whiskies y cantar, pero ninguna otra cosa; y todos los que me conocen saben muy bien que es así”.


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