MARIO
CORBO DE LEON
AQUELLAS
ESCUELAS:
A occidente de las Sierras de Rocha y en un tramo de diez kilómetros
( dos leguas) por camino intransitable, se levantaban dos escuelas.
La No 86 donde desde 1907-1911 asistió como alumno mi progenitor y
la No.84 ,rancho largo conocida por la Escuela de Don Carmelo, por
haber sido levantada por el albañil Carmelo de León en los
primeros años del siglo XX.- A ambos centros de enseñanza Primaria
, concurriendo muchos educandos, habiendo ascendido la matrícula
escolar, hasta de cuarenta niños en algunos años. La obra educativa
y progresista de don José Batlle y Ordoñez comenzaba a dar sus
frutos y mucha gente tentada por las ventajas de planes
agropecuarios, se radicaba en el campo en tiempos que aún se
desconocía el Instituto de Colonización creado por Luis Batlle en
1948.- La escuela No.86 ubicada entre dos cañadas y a la sombra de
frondosos árboles, es un lindo y cómodo edificio que se mantiene
abierto, gracias a que en las cercanías, en un lugar histórico,
conocido por la Tahona , se radicó un grupo humano compuesto por
familias naturalistas, que además de plantar productos en forma
natural, son verdaderos emprendedores del progreso y la cultura .
Esas familias que visten sencillamente y se caracterizan por su
forma de ser, amables y cordiales, envían sus hijos a la Escuela
del pago. Entre 1947 a 1948, cursé mis primeros años en la
escuela No. 84, donde también fueron mis hermanos mayores . Cierro
los ojos y recompongo el paisaje en la memoria, en forma tan nítida
, que me parece estar asistiendo en estos mismos momentos
cabalgando en una yegua tostada que respondía al nombre de “Cotorra”
ignorando el motivo de tal denominación- Construida de ladrillo
colorado asentado en barro y techada de paja brava, tenía todo el
aspecto de un rancho con piso de tierra .- Alambrada en su
perímetro, el predio donado por don Ignacio Correa y Odilia Alvarez
su esposa, no excedía de una hectárea y media ,o quizá dos.- En
esa superficie, cubierta de chilca, pastaban nuestros caballos desde
la diez de la mañana a las tres de la tarde , vale decir en horario
escolar. Años más tarde, se construyó una escuela nueva a la vera
del camino , con más presencia y mejor confort. Hoy, solo quedan
las paredes de ese edificio, porque en aras de la emigración rural,
nuestra campaña va quedando despoblada. La escuela que llegó a
tener en mis tiempos de escolar más de veinte alumnos, fue
reduciendo su número de matriculados, hasta que inexorablemente hubo
de cerrar sus puertas. Hay una triste realidad que nos llama a
reflexionar y es que los Orientales hemos vendido el terrón a los
foráneos, con la aprobación de quienes nos han gobernado a partir
de la salida democrática en 1985.- Las taperas van quedando como
mudos testigos de un ayer y nuestros campos forestados van quedando
en manos de extranjeros que ni siquiera se radican en el Uruguay.
Invierten seguros de conservar bienes que en sus países pagarían
demasiado por estar improductivos. Esa es nuestra realidad y los
políticos son los verdaderos responsables de esta situación.-
MARIO
CORBO DE LEON
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