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domingo, 7 de julio de 2013

JUAN CASTILLO "Vázquez genera alegrías y enojos, felicidades y tristezas"

JUAN CASTILLO

"Vázquez genera alegrías y enojos, felicidades y tristezas"

El País

El vicepresidente del Frente Amplio y exsecretario general del Pit-Cnt, Juan Castillo, considera que los reclamos de los gremios de la educación, en el marco de la Rendición de Cuentas, son justos.

Sostiene que sería trágico para los uruguayos que el FA no gane en 2014. Foto: Francisco Flores.
Carlos Tapia
 
Sostiene que aunque él prefiere una candidatura única y ve a Tabaré Vázquez mejor posicionado, para muchos frentistas algunas de sus actitudes, como votar en el prerreferéndum para derogar la ley que permite el aborto, enojan. Por eso, tampoco descarta que quizá, para evitar la fuga de votos, se deba optar por candidaturas múltiples. Además, sostiene que le molesta cuando el presidente José Mujica dispara contra los trabajadores públicos y educadores.
-Planteó que quizá Tabaré Vázquez no debería ser candidato único del FA. ¿Por qué?
-Esto lo dije ante la pregunta de un periodista. No estoy proponiendo que haya candidaturas múltiples. Eso se decidirá recién en noviembre. Lo que está pasando es que aparece propuesto por los grandes medios de comunicación lo previsible de que Vázquez sea el candidato. Muchos se alinean; pero, también están los que tienen ideas distintas. Vázquez genera alegrías y enojos, felicidad y tristezas con sus apariciones y sus declaraciones. Me consta como dirigente del FA que cuando salgo a los comités de base algún compañero se preocupa por alguna decisión última que ha tomado.
-¿Por estar en contra de la ley que permite el aborto?
-Sí, por ejemplo por ir a votar el día 23. Ante tal situación, creo que en su momento el FA va a tener que evaluar que si hay un porcentaje de compañeras y de compañeros que enojados con Tabaré puedan no votar en nuestra fuerza política; tal vez el instrumento que se tenga para ser el gran paraguas que nos cobije a todos es que aparezca algún o algunas figuras alternativas. Ojo, yo no estoy promoviendo esto. Soy comunista y mi partido tiene una concepción de candidaturas únicas.
-¿Y para usted el mejor candidato único es Vázquez?
-Las encuestas marcan dos escenarios. Si las elecciones fueran el domingo que viene el FA tiene tal porcentaje de votos, pero si Vázquez fuera el candidato la cifra es mayor. En política nadie juega para perder, yo tampoco.
-¿Qué opina del reclamo de los últimos días de los sindicatos de la educación?
-Me parecen justos. Cuando se está decidiendo la Rendición de Cuentas es cuando los gremios de la actividad pública tienen la oportunidad para hacer sentir su reclamo y hacer propuestas. Hay una primera etapa que es la discusión de la Rendición y otra que es el debate parlamentario. Así que yo creo que por 90 días más algunos se considerarán conformes con lo que el Parlamento vaya aprobando y otros van a seguir. Hay diferencias importantes entre lo que se demanda y lo que el Poder Ejecutivo envió. Me parece justo, además, porque en algunas áreas, como en la educación, la salud pública y la construcción de viviendas, hay demandas que durante muchas décadas estuvieron estacionadas, no atendidas, algunas veces con recortes financieros. Hay un retraso tremendo, a pesar de todo lo que se avanzó en los gobiernos del FA. Todavía dista de ser un presupuesto justo.
-¿En qué consiste su plan de crear un frente sindical dentro del FA?
-Eso no se entendió bien. Lo que hemos creado es un área sindical. Es una comisión donde participan todos los responsables políticos de cada uno de los componentes del FA. Ya está funcionando. Nos reunimos cada 15 días y evaluamos qué es lo que está pasando: demandas, preocupaciones, índices de conflicto… Se busca que esto sirva para que nuestros compañeros en el Parlamento vean cuáles de esas demandas pueden ser correspondidas desde allí. Les soplamos lo que se reclama. Y, al mismo tiempo, sirve para que las corrientes sindicales afines al FA tengan un punto común de discusión. A mediano plazo también vamos a intentar reproducir eso en cada centro de concentración de trabajadores. O sea, que haya comités funcionales del FA en cada lugar de trabajo donde tengamos un número importante. Esto es para identificar claramente que no todos los trabajadores son frenteamplistas y, por esto mismo, no todos los dirigentes sindicales lo son.
-La creación de esa área implica un cambio, pues los sindicatos, históricamente, estuvieron vinculados al FA. ¿La necesidad de crearla tiene que ver con que estos ya no responden como antes al FA?
-Nada que ver. Eso no está medido. Las mayorías y las minorías en las internas de los sindicatos son circunstanciales. Eso ha quedado más que claro en las últimas elecciones de los sindicatos. Ninguna concepción política gana un sindicato una vez y para siempre. Hay veces que se les coloca motes a los sindicatos. Que son ultras. Que son radicales. Que son modelados. Y no. Los sindicatos son tan radicales como el momento se lo exija y tan moderados a la hora de aprobar un convenio que demanden sus trabajadores. La soberanía de los sindicatos, su forma, su democracia interna, hacen que como máximo tiempo posible cada dos años todos los sindicatos tengan elecciones. Algunas listas ganan, otras pierden.
-¿Nota una suerte de radicalización de los sindicatos?
-Creo que estas cosas corresponden a momentos políticos. Hoy estamos en una coyuntura de aumento de demandas, que encuentra justo a determinadas mayorías al frente de algunos sindicatos. Capaz que dentro de dos años repetimos la entrevista y la foto es otra.
-Se llegó a decir que aquí podría pasar "lo de Brasil". ¿Cree que un panorama de esas características puede presentarse en Uruguay?
-No me consta que ningún dirigente haya dicho eso, porque no estuve en las reuniones. Son anécdotas y comentarios de una reunión que era de seis. Y ojo, estoy hablando de compañeros con los que he tenido varias polémicas. Tengo diferencias con ellos. Por otro lado: ¿existen condiciones para que pase lo de Brasil? La verdad es que nadie tiene comprado el cielo. En las grandes acciones de masa, el detonante social siempre aparece por el lado menos previsto.
-Es notorio que el FA les ha dado a los trabajadores de la educación aumentos de sueldos, sin embargo, este es el principal reclamo que ellos hacen. ¿Por qué?
-Porque el 100% de nada es poco. Y el 100% de poco es algo. Y ni con nada, ni poco, ni algo se vive dignamente. Nosotros vamos a tener una discusión distinta cuando la distribución de la riqueza tenga un peso al menos equitativo entre lo que percibamos el conjunto de las trabajadoras y los trabajadores y lo que perciba el gran capital, la renta queperciben los capitalistas. Hoy en día eso es desigual. Alrededor de 400.000 compatriotas no perciben más de 12.000 pesos por mes, lo que equivale a que en una pareja uno de los dos trabaja solo para pagar el alquiler, y lo que gana el otro es para pagar las tarifas públicas, para alimentarse, para vestirse, para hacer todo lo demás. Entonces, todavía falta.
-Para muchos analistas, el gobierno del FA a veces se ve perjudicado por la relación que mantiene con los sindicatos. ¿Qué opina de esto?
-Rechazo esta opinión. El FA tiene un primer gran cometido que es cambiar la sociedad. Transformarla de cómo la había dejado la derecha, los gobiernos neoliberales, y construir una sociedad más equitativa, más igualitaria. Lo que queremos es legislar para que la democracia se profundice. Que los ciudadanos, expresados en diferencias sexuales, de género, y sociales, tengamos instrumentos de derecho. Nosotros no asumimos a un gobierno para gobernar a los trabajadores, estamos construyendo un gobierno con los trabajadores. Por lo tanto, lejos de molestarnos, lo que nosotros queremos es un proceso de transformación con los trabajadores como el primero de los aliados.
-En varias oportunidades el presidente José Mujica ha criticado a los empleados públicos. ¿Qué opina de esto?
-Me dolió cada vez que lo ha hecho. Cada vez que ha salido, una vez en Ancap, otra vez en la propia central sindical... No sé por qué se extralimitó y cargó demasiado las pilas contra los trabajadores públicos o contra los educadores de nuestro país. Eso molesta, molesta mucho. No sé si se da cuenta de lo que genera. Ahora hace tiempo que no lo hace. Y cuando estuvo en España incluso dijo entender los reclamos.
-Usted empezó a militar de muy joven. ¿Este es el gobierno del FA que se había imaginado?
-No. Yo tenía otro ideal. Creía que con la llegada del FA las cosas iban a ser más fáciles, más rápidas. Todavía no tenemos una fuerza política del tamaño que nuestro país necesita para cambiar efectivamente esta sociedad. Para cambiarla de raíz, radicalmente… Radicales no son los que escriben con alquitrán letras grandes en los muros o gritan consignas contra compañeros; radical es el que quiere cambiar de raíz la sociedad. De todos modos sé que si el año que viene no gana el FA sería trágico para el pueblo uruguayo. Porque aún, con todas las contradicciones, con todas las carencias que tenemos, con todas las necesidades que hay que satisfacer, siempre va a ser más factible, más posible, que las cosas las concrete un gobierno del FA a que lo hagan los gobiernos blancos y colorados que hundieron al país.

PERFIL

Nombre: Juan Castillo
Nació: Canelones
Edad: 55 años
Cargo: Vicepresidente del FA.

Una vida de militancia

Nació en La Paz, Canelones, en 1957. Es mecánico y maquinista naval, trabaja en la Administración Nacional de Puertos, está casado, tiene tres hijos y hasta convertirse, el año pasado, en el vicepresidente del FA, era dirigente sindical. En 1978 se mudó al Cerro y allí comenzó su vida política en una cooperativa que reclamaba vivienda. En el 84 ya se adhiere al Comité de Base "El Cerro no olvida" y se convierte en miembro del Partido Comunista. En 1993 empezó a participar, como representante de los portuarios, en el Pit-Cnt. Fue, en varias oportunidades, su Secretario General. También desempeñó cargos de: Secretario de Organización, de Propaganda y de Relaciones Internacionales.

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