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lunes, 17 de junio de 2013

HACE DOS AÑOS NOS DEJÓ HUMBERTO "CARITA" SILVERA (Su último reportaje)





El 31 de enero de 2013 este querido personaje rochense dejó este mundo. A fines de julio de 2012 tuve una larga charla con Carita, la que se emitió, primero en el programa Cuarto Poder de radio Fortaleza y pocos días después fue publicada por El Este.
Como un muy humilde homenaje a un hombre íntegro que literalmente dio su vida por los demás,reitero hoy aquel reportaje.
 
HUMBERTO “CARITA” SILVERA
MI MAYOR FELICIDAD ES AYUDAR, TODOS NECESITAMOS DE TODOS.”



Escribe Juan José Pereyra

Nació en Lascano, hijo de un millonario que nunca lo reconoció ni le dio nada. Ha dedicado su vida a ayudar a los demás y siente que aquel rechazo lo motivó a luchar para demostrar que él existe y es mejor que aquel señor.
Una noche de febrero de 1956, en la legendaria Fragata, en medio de una gresca incentivada por el alcohol de la que no participó, (casi), alguien le dijo Carita. Y así le quedó hasta hoy. Jugó al fútbol en el Nacional de Lascano y en Rocha en Rampla y Lavalleja. Fue una figura importante del carnaval, del que se retiró luego de sufrir lo que siente fue una gran traición. Un día se transformó en el Rey del Pop.


El Este publica parte de una extensa entrevista a este querido personaje rochense cuya obsesión es dar, ayudar. Siempre.

Nos criamos en un ranchito de paja y barro. Juntaba bosta de vaca seca para hacer fuego. Iba con un papelito y un pañuelito atado con unos vintenes a la carnicería y en una carretilla me ponían una cabeza de vaca en una bolsa. Con una parte se hacía charque y con lo demás puchero. Con eso nos alimentábamos.
Mi madre ganaba 25 reales y pagaba 15 por el alquiler de ese ranchito donde vivíamos en la máxima pobreza.
Desde muy chico trabajé para ayudar a mi mamá. Fui peón rural, muchas veces anduve colgado de una maroma para cruzar un arroyuelo para ir a un comercio que quedaba a cinco leguas por adentro del campo a caballo a buscar galleta y algunas otras cosas para la estancia. Antes de ese trabajo fui a la escuela.

MI AMIGO EL INTENDENTE CHUECO BARRIOS

La finada Tota de los Santos fue mi maestra .Fui compañero de banco con el intendente Chueco Barrios, una buena persona, un obrero como yo, somos amigos hasta ahora. Yo no pertenezco a su partido, la política no me va ni me viene. No confío tampoco mucho en los políticos porque la mayoría son como los caballos, relinchan cuando hay pasto verde. Somos muy amigos y también lo fui con el finado Adauto, también compañero de escuela y de clase.
La maestra le pidió a mamá llevarme a Montevideo porque a mí me gustaba mucho hacer caricaturas, escribir. Sabía mucho en la escuela porque me pasaron a segundo a mitad de año.

LOS TALLERES DE DON BOSCO Y EL POP ACARAMELADO

Me llevaron a estudiar unos meses a los talleres de Don Bosco a los que iba de mañana y de tarde empecé en la fábrica de pororó Wimpi y ahí aprendí el oficio.
Me volví a Rocha en 1956 con la plata para el pasaje. Trabajé en el hotel de Juan Paciello y en la farmacia del Hospital.
He trabajado en mil cosas, vendí maníes en la calle. He vendido helados en la playa siempre con la imagen de ayudar a los demás.
Después empecé a hacer el pop para mí. Arranqué vendiendo medio kilo de maíz cuando faltó mi madre hace 32 años.

TODOS NECESITAMOS DE TODOS.”

Hoy tengo tres casas y me siento cómodo, bien, gracias a Dios. Pero eso sí, más cómodo me siento por ayudar.
He ayudado a la Peluffo Guigens, a las escuelas, a Aidro, a jinetes que han tenido accidentes en las criollas, a personas que han entrado en silla de ruedas y meses postrados y hoy los veo caminando por la calle y ¡qué felicidad siento!
A niños con cáncer, he ayudado mucho al Hogar de Ancianos. Todos necesitamos de todos, no sabemos cuando pero los necesitamos. Regalé un microondas industrial para los viejitos. Siempre ayudando a las escuelas y a todos, siempre la mente dispuesta a ayudar. Por eso pienso que Dios me ayudó.

SE OLVIDAN QUE UNA MUJER LOS TRAJO AL MUNDO.”

Lo que hizo mi padre lo siguen haciendo hoy muchos hombres. Hay quienes nunca se pusieron a pensar quién los aguantó durante nueve meses en su vientre, quién los amamantó, quién los crió .Se olvidaron que fue una mujer. Entonces agarran a la mujer como a una burra. Lo de la plata no me dolió mucho. Me dolió no tener una persona a quien decirle papá. Él nunca me dio nada, bueno, que Dios lo ayude.
Con los años la finada mi madre tuvo un compañero, una persona que trabajaba en los hornos de ladrillo, una persona espectacular que hoy puedo decir que fue para mi diez mil veces mejor que mi padre. Me dio el cariño, el apoyo que yo necesitaba.

SIEMPRE PENSÉ: CUANDO SEA GRANDE VOY A SER MEJOR QUE ÉL”.

Nunca fui interesero por nada. El interés mío es tener salud, trabajar y ayudar a los demás como ha sido mi norma siempre.
La ausencia de mi padre fue el motor para decir yo soy y valgo y tú no me quisiste pero acá estoy. Siempre pensé: cuando sea grande voy a ser mejor que él, le voy a demostrar que la plata no es la vida, que la plata ayuda, pero no es la vida y me dije voy a ser más que él y que muchos ricos.
Siempre quise demostrar que yo podía, porque querer es poder. Y acá me ve, con 77 años arriba, con tres hijos, cinco nietos, una familia por delante. Quedé viudo, me casé nuevamente.

NO HAY QUE METERSE CON LA GENTE, HAY QUE QUERERLA.

Formamos una familia cariñosa, con respeto, con amor, pero siempre demostrando que se puede y que somos más que ellos y podemos llegar lejos pero con honestidad, con vergüenza, con talento.
No hay motivo para no respetar a nadie, para querer a la gente siempre hay motivo, siempre se lo enseñé a mis hijos. Nunca les pegué, siempre les dije que nunca agarren nada ajeno .Si un día encuentran algo, devuélvanlo .Nunca se metan con nadie porque no hay motivos para meterse con la gente, para querer a la gente sí.

EL CAJONCITO DEL VECINO

Era conciente del sufrimiento de mi madre. Muchas veces salí llorando y una vez le pedí a un vecino que me hiciera un cajoncito para salir a lustrar botas y zapatos. Me paraba en un café frente a la Plaza a lustrar para ayudarla, para que pudiéramos comer todos los días, aunque fuera un pedazo de pan. Son cosas que me llenaron de orgullo.
Uno de mis tíos decía: el negro (como me decían ellos), es un ejemplo de vida porque nunca molestó a la familia y trató de ayudarlos siempre. Y es lo que yo sigo haciendo y quiero hacer.

LE DOY UN BESO CUANDO ME ACUESTO Y CUANDO ME LEVANTO

Y yo me he puesto hoy en día a pensar esas cosas de mi vida y se me han caído las lágrimas. Mientras yo viva nunca me va a faltar en la mesa de luz la foto de mi madre. Le doy un beso cuando me acuesto y cuando me levanto. Siempre tiene sus florcitas, siempre tiene cariño. Siempre extrañé y quise muchísimo a mi madre .Yo le pido a los hombres que son violentos que recapaciten, que piensen como yo. Que una mujer nos trajo al mundo, que la madre es lo más sagrado que hay en esta vida.

EL CARNAVAL

En Lascano me decían Gardel porque cantaba en carnaval para hacer algún pesito. Me disfrazaba…me gustaba mucho el carnaval. Ya en Rocha empecé a sacar murgas: La Reina de la Estiva, Los Chicos Crecen, La Nueva Reina, carros alegóricos, personajes como La Madre de la Nueva Ola.
En el tiempo del gobierno cívico militar había murgas que no querían salir, el intendente fue a verme a mi casa para que hiciera carnaval y hubo por mí porque saqué dos murgas, dos cabezudos, un carro alegórico y una avioneta que las alas iban de lado a lado de la vereda. Y todo para divertir al pueblo. Pero cuesta mucho. Hoy me gustaría sacar una murga pero sale muchísima plata.
El Pop lo hago con lo mejor, con bromatología, con todo. Y en Rocha soy por lejos el que vendo más. Empecé con una bolsa de cinco kilos de maíz y ahora es una bolsa de 25 kilos por semana.

ARGENTINO LUNA

Tengo grandes amigos, lo que es un gran orgullo para mí y para la gente de Rocha que escuchó a Argentino Luna cuando dijo por televisión en Argentina: “a través de la distancia quiero saludar a un gran amigo, a un gran hombre de pueblo, al hombre del pochoclo de Rocha, el popular Carita Silvera”. Eso es un orgullo muy grande para mí... La gente me quiere por mi sacrificio de trabajador de persona honesta y respetuosa.
A Argentino Luna lo conocí en la playa. Yo me recorría toda la costa desde La Pedrera hasta el Puerto de los Botes a pie y me hice amistad con él.
Hay mucha gente envidiosa. Vivimos mal por el egoísmo y la envidia que hay entre nosotros mismos. Vamos a conversar mirándonos a los ojos y ponernos la mano en el corazón y a pensar que todos necesitamos de todos, no se sabe en qué momento.

NACE “EL CARITA”.

El gallego Modesto Rodríguez me puso Carita. Fue en un baile en La Fragata Estaba Lía, la famosa negra Lía, que salía con los tamboriles en carnaval. Ahí se tomaban unos tragos y peleaban y se armó una pelea de las mujeres con la policía y voló una botella que pegó cerca de una columna donde estábamos parados nosotros tomando un whiskycito suave y agarré una botellita que había y la tiré contra la montonera y el gallego dijo: che mozo, sírvele al carita este. Y empezaron a decirme Carita y ahí quedó. Y hasta a mis hijos les dicen los Carita.

EL CARNAVAL Y “LA GRAN TRAICIÓN”.

La frustración más grande que tuve en carnaval fue en 1983. Ahí lo dejé definitivamente. Había un bar que se llamaba El Lugar frente a la plaza y un día a las dos de la tarde se hizo una reunión secreta con algunos murguistas y la directiva de esa época. Esa noche se entregaron los premios.
Me dieron una copita que era una lata para que quedara tranquilo. No sé de dónde saqué fuerzas pero se las rompí y se las tiré por la cabeza y les dije latas de estas consigo en cualquier basurero.
Ganaba lejos pero me dieron el tercer premio. Para mí fue una frustración tremenda. Todo estuvo arreglado, yo descubrí que esa reunión secreta fue para cocinarme. Es la gran traición que sentí en mi vida.
Que Dios los ayude. Así está el carnaval de Rocha: cuatro tamboriles en la calle y nada más, tienen que venir de otros lados porque acá no hay nada. Si un día hacen las cosas bien sacaría una murga, pero no le pondría La Nueva Reina sino Lenguas Picantes.

EL CORAZÓN Y LAS PUERTAS SIEMPRE ABIERTAS

Tengo cinco gatitos del finado Juan Carlos Bonilla, no había quién los cuidara.
Les hice una casita mejor que la mía.
Le doy de comer a cien palomas de mañana todos los días.
Esta es mi vida, todavía pienso durar muchos años más y ayudar a muchas instituciones y a muchas personas más.
Dios quiera que nadie necesite pero siempre digo si alguien necesita, el corazón y las puertas de Carita están siempre abiertas.
Ayudo a todos. Yo quiero demostrar que me importan los demás. Es por ese dolor que yo tuve de criarme sin padre, de poderle demostrar a los grandes que los chicos podemos y a veces más que ellos.
Cuando alguien necesita yo aporto el 20 por ciento de mis ventas para ellos.
Tengo para muchos años más. Es la mente la que lo lleva a uno a ser viejo o joven o a pensar mal o a pensar bien.



HUMBERTO “CARITA” SILVERA

LA AUSENCIA DE MI PADRE FUE EL MOTOR PARA DECIR YO SOY Y VALGO Y TÚ NO ME QUISISTE PERO ACÁ ESTOY”.




“Vamos a conversar mirándonos a los ojos y ponernos la mano en el corazón y a pensar que todos necesitamos de todos, no se sabe en qué momento”.



“Siempre pensé: cuando sea grande voy a ser mejor que él, le voy a demostrar que la plata no es la vida, que la plata ayuda, pero no es la vida y me dije voy a ser más que él y que muchos ricos.”


“Mientras yo viva nunca me va a faltar en la mesa de luz la foto de mi madre. Le doy un beso cuando me acuesto y cuando me levanto.”

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