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lunes, 31 de marzo de 2014

Guantánamo Por Leopoldo Amondarain





Hablar de Guantánamo es hacerlo de una de las ignominias más repugnantes del imperio, no solo porque está en territorio extranjero, pudiéndolo hacer en su propio territorio los yanquis, sino porque sus fines no son los habituales. Allí no está el delincuente común que podemos tener nosotros o cualquiera. O sea el marido que mata a la mujer, el asesino de taxistas, o el que asalta ómnibus, ni el mero punga que en cualquier ciudad multitudinaria existe. Allí lo que hay son soldados o guerrilleros que han luchado contra el imperio en defensa de su soberanía y de su gente. Y no digo terroristas porque en su inmensa mayoría no lo son. El terrorista -entiendo- es el que en un país normal pacífico pone una bomba o asesina a alguien por motivos ideológicos, religiosos o políticos, pero no es estado de guerra. Ejemplo el famoso Carlos de décadas pasadas, detenido por los franceses, en cambio no es justamente el caso del guerrillero o soldado que lucha por su patria. Iraquíes, palestinos, paquistaníes, afganos son la mayoría de los presos, no hay yanquis ni ingleses rubios de ojos celestes imperialistas. Por ende en principio el que cinco presos puedan venir al Uruguay, que ellos mismos aseguran no ofrecerían riesgos, aunque si son tan infelices porque los tuvieron más de diez años presos, sin juicios ni fiscales ni defensa, no me parecería mal. Lo que sí me parece mal es que nos tiren con cinco si lo que se quiere al decir de Astori es un acto de misericordia no lo hagan con un número mayor. Por otra parte es muy bueno el argumento del senador Larrañaga que señala que estamos aceptando el petitorio de Obama, le estamos abalando o legitimando Guantánamo a los yanquis, o sea tanto criticamos a Guantánamo y estamos asociándonos a ellos. Además es un triste papel, indigno y arrastrado el oficiar de guardia civil o gendarme imperial, si quieren lavarse la cara de las infamias cometidas no deben hacerlo con nosotros, tierra de hombres libres, para justificar con esta actitud los verdaderos secuestros o raptos de luchadores que solo cometieron el pecado de defender su patria y soberanía. El imperio actúa como si fuera dueño en los hechos del continente. Por nosotros los blancos de entonces, Herrera mediante, los detuvo cuando quisieron poseer Laguna del Sauce para bases militares setenta años atrás. En actitudes similares nos quieren comprometer con Guantánamo. Si quieren hacer justicia, que desconocen, debieran dejar libres a todos. No son delincuentes. Simplemente los enfrentaron. No son los dueños de América. Y eso solo lo prueban actitudes dignas de saber negar indignidades y tener la personalidad de marcar presencia respetando principios de soberanía. Nadie por poderoso que sea puede venir con su música a hacernos bailar a su conveniencia y paladar. Mi vaso es chico pero yo bebo en mi vaso, también lo dijo Herrera. Guantánamo con su territorio, como principio, debe ser devuelto a los cubanos. Y no soy comunista, es un principio natural del nacionalismo. Concluyo: Uruguay no debe entrar en ese corral de ramas. Si ya están comprometidos y vendieron el alma al diablo, cuando bajen del avión en Carrasco que los suban inmediatamente en un avión uruguayo para sus respectivas patrias. Me importa un carajo lo que el imperio yanqui opine.
P.D.: Al margen de todo esto bueno es señalar algo improcedente e inconcebible. Y es que alguna colectividad extranjera haya ido a interferir en el ánimo de la embajada yanqui, a su embajadora, diciendo que veían inconveniente o no querían que presos árabes fueran mandados al Uruguay. Sin perjuicio de la aprobación o desaprobación a los árabes, es un tema atinente pura y exclusivamente al Uruguay. Ningún extranjero puede dilucidar la conveniencia o no del país en traer a quien se le antoje con acierto o sin él. Es un problema de soberanía. Extranjeros, por más ciudadanos legales que sean, no son dueños del país. Si nos gusta o no los soldados o guerrilleros iraquíes, pakistaníes, es un problema nuestro y no de extranjeros.


Leopoldo Amondarain
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