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domingo, 23 de marzo de 2014

Ingreso de prisioneros desata debate

Reclaman la comparecencia del canciller Almagro para brindar información

El País

La llegada al país de cinco prisioneros de Guantánamo dejó en "offside" al Frente Amplio, que se enteró por la prensa. Hay dudas sobre el mecanismo requerido para el ingreso de los refugiados y en el Parlamento exigen un debate previo.
Valeria Gil23 mar 2014
La oposición reclama que el canciller, Luis Almagro, explique, ante el Parlamento, los detalles del acuerdo con Estados Unidos para la llegada de cinco prisioneros de Guantánamo y si existe una contrapartida para acceder a lo pedido por el presidente Barack Obama.
El senador y excanciller Sergio Abreu (Dignidad Nacional) planteará en la próxima sesión del Senado que se interpele a Almagro para que informe en qué condiciones llegan los cinco prisioneros y cuál es el acuerdo político que se realizó por parte del presidente José Mujica a cambio de esto.
José Mujica y Barack Obama por Arotxa
También exigirá respuestas sobre los antecedentes de los prisioneros, ya que tres de ellos estuvieron en Tora Bora, la zona montañosa fronteriza entre Afganistán y Pakistán, donde se refugió Osama Bin Laden, el líder del grupo terrorista Al Qaeda, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Según el diario Miami Herald, en la base de Guantánamo solo hay cuatro sirios y un palestino, ellos serían: Ahmed Adnan Ahjam, Ali Al Shabaam, Abd Hadi Faraj, Jihad Deyab y Mohammed Tahamatan.
Mujica decidió el pasado lunes albergar a los prisioneros con presuntas vinculaciones terroristas por un plazo de dos años, informó el semanario Búsqueda. Según dijo en rueda de prensa, el ingreso se haría bajo la calidad del "refugiado", estatus que está regulado desde el año 2007 por la ley 18.076.
En la opinión del excanciller Didier Opertti, los detenidos en Guantánamo solamente podrían venir a Uruguay mediante un acuerdo entre gobiernos que necesariamente requeriría de aprobación parlamentaria. Según dijo, los detenidos no podrían ser considerados ni asilados ni refugiados.
El expresidente Julio María Sanguinetti dijo a El País que se requeriría aprobación parlamentaria para la llegada de los prisioneros "si se quiere establecer un estatus especial de tratado para la situación, como explicó el excanciller Opertti. De lo contrario, se rige por las normas generales del refugiado o el asilo, dependiendo de la voluntad de estas personas. Pero más allá de esto, de lo que se trata es entender que si alguien ha estado privado de libertad, sin juicio y condena, y aparece en el país, se debe ofrecer lo que siempre se ofreció. A partir de allí la persona hará lo que soberanamente quiera hacer, sin condicionamientos".
Según Abreu, no se requiere autorización parlamentaria para el ingreso de los refugiados. "El refugio lo da el Poder Ejecutivo en función de una comisión que se rige por la ley del refugiado, y eso no pasa por decisión parlamentaria. Si son asilados políticos tampoco el Parlamento participa de eso, es una decisión del Poder Ejecutivo", indicó.
El senador Ope Pasquet (Vamos Uruguay) señaló a El País que a nivel legislativo "no hay información suficiente" como para determinar el trámite que correspondería seguir para albergar a los prisioneros.
"En el caso de que hubiera un acuerdo entre el gobierno uruguayo y el de Estados Unidos, en principio se necesita pasar el tema por el Parlamento de acuerdo al artículo 85 de la Constitución, numeral 6, el cual establece como competencia de la Asamblea General aprobar todos los tratados y contratos con potencias extranjeras. Pero no sabemos si se trata de eso, o si se trata de individuos que directa y personalmente solicitan que se les conceda la calidad de refugiados", explicó Pasquet.
El legislador remarcó como "necesario que el gobierno, a través del canciller, o del secretario de la Presidencia, diga con claridad de qué se trata".
A nivel del Frente Amplio, también hay dudas sobre la figura jurídica por la que podrían ingresar los prisioneros. La diputada Daniela Payseé (Asamblea Uruguay), integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, dijo a El País que desconoce si los prisioneros de Guantánamo encajan adentro del perfil de los refugiados.
"En primer lugar no conozco las condiciones, la procedencia de estos prisioneros y si de alguna manera ellos están perseguidos en sus países de origen. Ellos no tienen causa, no tienen juicio, son casos muy especiales; y no tengo claro si habrá una solicitud de refugio o no", explicó Payseé.
La legisladora recordó que Uruguay es un "país de asilo", ya que en otras oportunidades y durante el gobierno de Sanguinetti también ingresaron al país reclusos cubanos procedentes del centro de detención de Guantánamo.
Payseé dijo que el objetivo que persigue el gobierno de brindar asilo "es más que compartible para los que trabajan en los temas de Derechos Humanos, porque las personas son ciudadanas del mundo y merecen ser receptoras de los mismos derechos en cualquiera de los países donde residen".
La diputada Orquídea Minetti (MPP), señaló a El País que la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja -de la que es parte de la Comisión de Refugiados (CORE)- no recibió información sobre los prisioneros que llegarían a Uruguay, porque actualmente no está instalada y recién comenzará a funcionar a partir del próximo 2 de abril.
Según Minetti, "es potestad del Poder Ejecutivo permitir o no el ingreso de los refugiados y no del Parlamento. Nuestro país ha sido históricamente uno de los países que ha tenido refugiados".

Esperanza.

La negociaciones para el traslado de presos de la prisión de Guantánamo entre Estados Unidos y 18 países generó "esperanza" entre los prisioneros de la base militar.
En una entrevista conjunta con EFE y el diario Miami Herald, el contraalmirante Richard Butler, el más alto mando al frente del penal, explicó que las conversaciones para reubicar los prisioneros en otros países y permitir el cierre de Guantánamo influyeron en la reducción del número de presos que han optado por dejar de comer en protesta por su situación.
"Creo que tiene un impacto seguro. Si ven que un detenido ha sido trasladado afuera de aquí, ellos sienten cierta esperanza de que pueden ser el siguiente (..) Tan pronto se hace público un anuncio, empiezan a hablar de ello", explicó Butler.

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