La red uruguaya contra la violencia
doméstica y sexual reclama que se abra un servicio de protección a las
víctimas en Paysandú. La semana pasada la Justicia procesó allí al
exsecretario general de la Intendencia por un delito vinculado a la
explotación sexual. Para el procesamiento fueron claves los testimonios
de las adolescentes víctimas de explotación.
Publicado el: 2 de setiembre de 2013 a las 09:54Por: Redacción 180
La red está integrada por más de 30 organizaciones de la sociedad civil contra la violencia doméstica y sexual.
Andrea Tuana, licenciada en trabajo
social y referente de la red, explicó que el reclamo es que se abra un
servicio de protección en Paysandú.
“La red tiene una preocupación muy
importante en poder saber qué es lo que va a pasar una vez que toda esta
situación de explotación sexual vuelve al tapete. Vuelven a aparecer
situaciones que ya sabemos que existen en Paysandú. Nuestra preocupación
es tener respuestas reales y concretas de parte de los servicios del
Estado en atención a las víctimas”, afirmó. “Se requieren servicios
especializados y hoy Uruguay no cuenta con ellos”, agregó.
La red también se pronunció acerca de los
demás participantes de la fiesta en la Casita del Parque. Hasta el
momento la justicia procesó con prisión a tres personas. Pero había más
personas en la fiesta. “Otra de las preocupaciones es a nivel de la
Justicia. En esa fiesta en Paysandú había otras personas que estaban y
quisiéramos algún pronunciamiento de la Justicia a propósito de qué pasó
con esas personas, por qué no se llegó un procesamiento. Es muy
importante que no solamente se quede en una o dos personas visibles en
este tema sino que realmente se pueda llegar a combatir la impunidad con
la que siguen actuando sobre todos los clientes de la explotación
sexual”, explicó.
Tuana afirmó que es necesario capacitar
al sistema de salud y al sistema educativo, ya que varias de las jóvenes
que asistieron a la fiesta concurrían al liceo.
La especialista sostuvo que debe ser un
servicio específico con profesionales dedicados en exclusividad.
“Debería contar con un equipo dispuesto solamente para trabajar este
tipo de situaciones -trabajadores sociales, psicólogos, abogados,
educadores- con propuestas atractivas para que se pueda hacer un
procedimiento de acercamiento, de generación de confianza, para empezar a
trabajar los niveles de daño que produce la explotación sexual. Debe
contar con un equipo que pueda ir por la calle, acercándose y abordando a
las chiquilinas y chiquilines que están en esta situación. Además este
servicio debería contar con apoyos económicos para que esas familias
pudieran sostener a estas gurisas e iniciar un proceso de
transformación. Y también sería muy importante contar con alternativas
de albergues especializados que permitan que las gurisas permanezcan”,
afirmó.
Tuana insistió en la importancia de
proteger a las víctimas. “Creo que hay que tomar conciencia del nivel de
daño tan grande y tan profundo que genera la explotación sexual. Para
eso necesitás estrategias para trabajar ese daño y estrategias de
protección para que las gurisas puedan ir sosteniendo ese proceso de
desvinculación de la explotación sexual y sobre todo evitar y prevenir
la recaptación. Las redes de proxenetas están trabajando para volver a
recaptar a esas gurisas que inician el proceso de salida”, señaló.
Con base en un informe de Nausícaa Palomeque, de No toquen nada.
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