Según los organizadores más de 30 mil personas se acercaron para festejar el día de la diversidad sexual
A las 19:30 empezó la marcha por la diversidad, que se celebra todos los años, el último viernes de setiembre.
La manifestación, que comenzó con fuegos artificiales, no tardó en vestirse de fiesta: jóvenes tomando mate y cerveza, madres con sus bebés en cochecitos llevando globos, cuerdas de tambores e innumerables carteles que reivindican la diversidad sexual. Algunos de ellos expresan: “No al bullying o lesbotransfóbicos”.
Entre los participantes se encuentra la intendenta Ana Olivera y el presidente de Cofe Pablo Cabrera, quien dijo a El Observador que “lo importante es construir cultura de la diversidad”. “Nunca me sentí discriminado (por ser homosexual), si hubiera discriminación nunca hubiese llegado a ser el presidente del gremio más grande del país”, agregó.
También se adhirió a la marcha la Iglesia Cristiana Inclusiva, formada por cerca de 20 personas. “Dios no hace acepción de personas. Ser homosexual no es pecado”, manifestó Ana, una de las fieles.
Durante la proclama, los oradores aprovecharon para hablar sobre la ley del matrimonio igualitario, la media sanción de la ley que regula la marihuana, la baja de la imputabilidad y la discriminación racial, machista y clasista.
Para asegurar la calma, la Intendencia de Montevideo puso a disposición 22 inspectores, 4 camionetas y 8 motos. “Es una marcha de interés, como la de Mujeres de Negro y la de los desaparecidos. Son las tres marchas que tienen proridad institucionalmente para la Intendencia”, dijo uno de los inspectores a El Observador.
La movilización terminó en la explanada de la Intendencia,con música en vivo, que cerró con la participación de Dani Umpi.
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