Montevideo, 4 de marzo de 2014
En base a los
datos presentados por el viceministro de Industrias, Energía y Minería, Edgardo
Ortuño, el viernes pasado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UdelaR,
podemos afirmar que la posible recaudación impositiva por la extracción del
hierro de Valentines, en lugar de los 400 millones de dólares anuales
anunciados, no superará los 260 millones de dólares anuales y seguramente será
mucho menor.
Para llegar a
esa conclusión, Uruguay Libre cotejó la declaración del vice-ministro con los
datos públicos disponibles y con la legislación vigente, en particular con la
Ley de Minería de Gran Porte. Fue con este mismo método que mostramos la semana
pasada que contenía "gruesos errores" un informe del FMI sobre el
mismo tema, que estimaba una recaudación de 1.000 millones de dólares anuales.
La principal
diferencia con los números del gobierno es que no tiene en consideración las
deducciones del impuesto a la renta, tanto las que hacen todas las empresas
como las que habilitó la Ley de Minería de Gran Porte.
Otra
diferencia significativa coincide con la que señalamos del referido informe del
FMI. Es que para determinar la facturación del proyecto se toman los precios
del mineral puesto en China, sin descontar el flete y el seguro de la carga, lo
que trae como consecuencia una reducción del 30% en la facturación.
Por otra
parte, en el documento de Ortuño se toma como ingreso fiscal la totalidad del
Canon de Producción, el 5% del valor del mineral exportado según la dispuesto
por el Código de Minería, cuando la porción correspondiente al estado es de 3%.
Todo lo antedicho justifica ampliamente las diferencias encontradas en el
análisis.
Cabe agregar
que, si tomáramos como buenos los números del gobierno, Aratirí solo estaría
pagando 29 millones de dólares anuales más de lo que paga cualquier explotación
minera. Esto porque la Ley de Minería de Gran Porte, que insumió tantos
debates, habilitó a la empresa a descontar el Canon del impuesto adicional al
IRAE.
En consecuencia, no solo estamos ante un proyecto
minero cuyos impactos sociales y ambientales no han sido aceptados por la
Dinama -puesto que no cuenta con la autorización ambiental requerida-, sino que
las cifras sobre el aporte económico del proyecto, utilizadas para justificar
la firma del contrato, no cierran.
¿Cuáles son
los motivos del apuro para firmar el contrato con Aratirí? Insistimos, una
decisión de esta envergadura debe ser tomada por el pueblo.
Llamamos a
los uruguayos a firmar las papeletas para habilitar un plebiscito nacional que
posibilite el acceso a la población de una información confiable sobre estos
proyectos, que habilite al más amplio debate sobre sus implicaciones y que, en
última instancia, sea la ciudadanía la que decida si queremos esto para el
país.
Movimiento
Uruguay Libre de Megaminería
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