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viernes, 6 de junio de 2014

SAÚL BAT. PROTAGONISTA DE UN BALNEARIO. Por Julio Dornel.

                                                    Escritor y periodista Julio Dornel



En un acto de estricta justicia la policlínica de Puimayen (La Barra) llevaría el nombre de SAÚL BAT, quien fuera uno de los primeros integrantes del movimiento popular que tanto bregara por la salud pública del balneario.
Nacido en la 5ta. Sección de Durazno, se inició como ferroviario y a los 20 años se fue a Montevideo, cumpliendo distintas actividades, en bares y restaurantes, (mozo, pizero, repostero) recalando finalmente en la empresa FUNSA, donde permaneció durante 40 años. En una excursión familiar, se vino a La Barra en un Ford A de su padrino, en un viaje por etapas, acampando en varios puntos de la ruta. El balneario lo atrapó de inmediato, comprando un terreno y construyendo su primera vivienda. Terrenos separados por costaneras, que sujetaban viejos alambres y postes que se inclinaban ante el paso de los años. El silencio lejano se quebraba con el ruido del mar, que se iba convirtiendo en el mejor promotor de un balneario en formación con pretensiones de competir. A pocos metros de las modestas viviendas, una zanja serpenteaba entre los médanos, llegando a la costa con el nombre La Aguada. De esta manera fue echando raíces, mientras alternaba en distintas comisiones que apuntaban a concretar aspiraciones de los residentes. Le tocó en suerte vivir una etapa de sana convivencia entre los pocos habitantes de Puimayen. Por allí andaban también Etchartea, Campito, Aguilera, Ávila y pocos más, que recogían las aspiraciones de los vecinos que pasaban fundamentalmente por la luz, el agua, la escuela, la policlínica, el arreglo de calles y el reparto de los Reyes Magos. Fueron muchos años dedicados a estudiar y planificar etapas fundamentales para el desarrollo del balneario. Algunas obras se cristalizaron en vida y otras quedaron en el mejor recuerdo de los vecinos del balneario, en el momento de la evocación. Saúl Bat, un luchador incansable que nunca quiso el destaque personal, ni la nota periodística que suele transitar por el terreno de las vanidades. El destino ha querido que su hijo Iván, desde la Junta Local, sea el continuador de algunas obras que la muerte por demás artera en esta oportunidad, no le permitió cristalizar.

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