LA HISTORIA NO CONTADA DEL ABUELO QUE DEPORTÓ ESPAÑA

EXITOSO ARTISTA POPULAR EN LOS SESENTA

LA HISTORIA NO CONTADA DEL ABUELO QUE DEPORTÓ ESPAÑA

ENTREVISTA EXCLUSIVA

Escribe Juan José Pereyra Twitter @juano500

Los últimos días del año los medios de todo el mundo relataron la dramática situación que estaba viviendo un uruguayo de setenta años “detenido” en España cuando viajaba a visitar a su familia.

Se habló muchísimo en esos días de lo que estaba viviendo el “abuelo Josema”.

José María Santos explicó a El Este la angustia vivida en esos “eternos” dos días. Relata que España actuó bien, que aplicó estrictamente la legislación migratoria y que fue tratado con total corrección.

El abuelo lamenta la inacción del gobierno uruguayo. “Si la Cónsul se hubiese comunicado a tiempo con las autoridades españolas, no me hubieran deportado”, asegura.

Lo que no publicó la prensa es quién es José María Santos.

En diálogo exclusivo con El Este “el abuelo Josema” como se lo conoce en las redes sociales-que explotaron en aquellos días reclamando que su situación fuera atendida por las autoridades- cuenta también una parte muy importante de su vida.

En los sesenta fue un artista popular de enorme éxito en Uruguay y Argentina, con actuaciones en Montevideo y Buenos Aires. Fue artista exclusivo de Canal 9 de Argentina. El programa en el que participaba y Telecataplum fueron los primeros uruguayos comprados íntegramente por Argentina. Eran los tiempos del Club del Clan con quienes compartió actuaciones.

Ganó en dos oportunidades el legendario Festival de Costa a Costa que por entonces tenía un enorme prestigio en toda América, más que el que hoy tiene el de Viña del Mar. Josefa habla también de la forma de ser del público uruguayo y del dolor que un artista siente cuando no es reconocido.

Estudió en Facultad de Medicina y es Auxiliar de Laboratorio- Clínico, ya jubilado.

“NO REPROCHO A ESPAÑA. SÍ A LA CONSUL URUGUAYA”.

Soy culpable de haber viajado sin Carta Invitación. En todos los viajes que hice anteriormente la llevé, jamás me la pidieron. El motivo fundamental es que tenía un viaje programado para enero o febrero para estar fundamentalmente con mi nieto que es…yo tengo siete nietos, este nació el mismo día que yo, me robó mi cumpleaños, lo crié hasta los cinco años porque mi hijo y su mujer vivían en mi casa, o sea que era más mío que de ellos.

Mi hijo me dijo el 23 de diciembre que Mateo iba a pasar fin de año con una familia conocida porque los dos padres tenían que trabajar. Y me vino la locura y a través de Internet conseguí un pasaje para el día 29. Una Carta Invitación demora veinticinco o treinta días, y no había tiempo.

Cuando llego allá me toca, según el decir de los mismo funcionarios españoles, “el Comisario más perro de los últimos tiempos” y aplica lo que le exige la Comunidad Europea.

Yo no le echo la culpa a España, viajé sin Carta Invitación que es uno de los requisitos. El otro, ya para aplicarme me aplicaban todo el código, era que yo, al quedarme tres meses, porque mi regreso estaba previsto para el 25 de marzo, tenía que tener 5400 euros a razón de 60 por día. Por esos dos motivos primero me retienen y luego me deportan. Al Comisario no lo vi nunca más, pero el trato fue muy bueno y además me pusieron un abogado defensor y me atendió un médico cuando supieron que soy hipertenso. Cuando hablaron con mi hijo él les dijo que mandaba ese dinero y le dijeron que nadie podía llegar a mí salvo personal diplomático de Uruguay. En dos horas mi hijo ya tenía casi seis mil euros con la ayuda de amigos uruguayos y argentinos, que son una comunidad muy unida.

LA CÓNSUL ME ABANDONÓ

La persona que estaba a cargo era la Cónsul uruguaya porque el Embajador estaba en Montevideo, el Encargado de Negocios estaba a cargo de la Embajada y delegaba en la Cónsul.

Fue imposible ubicarla el 30 hasta que por presiones de un grupo de uruguayos y de un señor Sotelo, que trabajan honorariamente para el departamento 20, se logra hablar con la Cónsul y ella dice que no se encuentra en Madrid pero que iba a tomar cartas en el asunto “a la brevedad”.

El único momento de quiebre fue cuando a las 12 de la noche del 31 me llama mi nieto para desearme Feliz Año Nuevo.

Él estaba con una familia que no era la suya y yo solo y nos pusimos a llorar los dos. De inmediato vinieron los funcionarios a contenerme y ¡“vamos abuelo a comer las doce uvas”!.

Yo no me quejo de Migración de España cuyo trato fue excelente. Sí de la Cónsul uruguaya no porque haya fracasado en las gestiones sino por el abandono. Ella recién se comunica conmigo - en realidad a través de una secretaria- a las 13 del 31. ¿Y sabe por qué? Porque a las 9 abre la Cancillería en Montevideo.

No hay que ser astrólogo para darse cuenta que la llamaron para que se ocupara de mi caso que ya en Uruguay estaba haciendo mucho escándalo.

APARECIÓ CUANDO YA NADA SE PODÍA HACER

Apareció de noche, serían las 21 y muy suelta de cuerpo me muestra una carta del ministerio que no era más que una copia sacada de la Web del acta de mi deportación de la cual yo tenía ya una copia.

Me dice que necesita que yo escriba de mi puño y letra un número de teléfono de Montevideo y se lo firme. Le dije que no me tomara el pelo, que con quien tendría que estar hablando no era conmigo sino con quienes me estaban deportando o con quien sea pero no se puede presentar a esta ahora y simplemente querer que yo le firme para justificar que estuvo.

Se puso pálida, no esperaba mi contestación y en ese momento llamó por teléfono y empieza a hacer los contactos. Tampoco hay que ser gurú para darse cuenta que el funcionario del otro lado del teléfono le dijo seguramente que estaba ya con su familia y que el caso ya era irreversible.

Lo que me fastidia es la no acción de esta señora.

Si ella hubiera intentado los pasos necesarios, si se hubiera comunicado con mi hijo, todo se solucionaba porque el dinero estaba.

ESPAÑA QUERÍA SOLUCIONAR. ELLA NO HIZO LO QUE DEBÍA HACER

No dio señales de vida, no contestaba los teléfonos el 30 y se aparece el 31 a las 9 de la noche cuando ya nada podía hacerse. Esa es mi indignación. Inmigraciones de España quería resolver el tema. Ellos se preocupan mucho de la relación abuelo-nieto y su voluntad era solucionarlo, pero la Cónsul lo hizo todo tarde y mal.

Al volver hice la denuncia en Cancillería y pedí conocer qué había informado la señora.

Ella dijo al gobierno uruguayo que esos contactos que debía hacer los empezó al mediodía del 31, que la persona que me deportaba no le respondía e iba dando horarios de llamadas hasta que las 21 y 40 le responden que la situación es irreversible.

Pedí a estos funcionarios que cotejen, porque esas llamadas pueden haber existido pero no a las horas que ella dice. Uno de los funcionarios me dijo que no tenía por qué dudar de la palabra de la señora Cónsul.

Yo sonreí y le dije, disculpame pero yo si. Nos reímos los cuatro, ellos eran tres, y quedaron que iban a investigar.

RECUADRO 1

COMIENZOS DE LOS SESENTA

EL FENÓMENO JOSÉ MARÍA

En los años sesenta cuando comienza la televisión había una movida de cantantes en la cual estaba Rada, José Carvajal…Zitarrosa todavía no, era locutor y casi todos empezamos en el Show del Mediodía.

Primero en “Nace una Estrella”, luego “El Show de Pinky y después voy a Canal 4, a un programa auspiciado por una de las más famosas bebidas refrescantes. Comenzó con “Álbum de Verano. Venían los muchachos del Club del Clan y actuaban con nosotros.

Como tuvo tanto éxito se transformó en “Álbum de Otoño”, “de Invierno”, “de Primavera”. Éramos nueve cantantes uruguayos de los cuales vivos todavía estamos Nelo Delfino, Tony Ángeles, que esta radicado en Brasil hace varios años.

Silvia Marú falleció en Venezuela, Nilda Chiporelli que es la integrante del Dúo de Carnaval Los Paseanderos. Ella formaba parte del elenco.

Éramos nueve cantantes que hacíamos comedia musical y fuimos. con Telecataplum, los dos primeros programas que los argentinos compraron íntegros, es decir, nos llevaron.

En Argentina nos llamábamos “Los Nuevos del 9” y acá “Álbum de Verano”, “Primavera”, “Otoño. Lo que fuera…

Uno de los dolores que yo tengo es que no figuramos en ninguna de las historias de la música del Uruguay.

CLUB DEL CLAN Y ÉXITO EN URUGUAY Y ARGENTINA

En 1969 participé en el Festival de Costa a Costa. Siendo muy joven, había quedado viudo, le hice una canción a mi primera esposa y con ella gané la parte de Melódico Internacional. Dalma Mileos ganó la otra categoría y en Folklore Los Nocheros con “Disculpe”.

Siempre triunfaba el melódico pero ese año ese tema fue el que tuvo más éxito.

A partir de ahí me vuelve a contratar Canal 9, fue cuando el hombre llegó a la luna y el canal transmitió en directo.

En 1970, a pedido de un autor, ya no con canción mía, me vuelvo a presentar en el Festival de Costa a Costa pero ahí ya como artista contratado.

El autor me contrata, me da un muy buen dinero por presentar la canción y vuelvo a ganar. Fui el único que ganó dos veces y el primer uruguayo en ganar. Hasta ese momento habían ganado Yaco Monti, Palito Ortega, Gianfranco Pagliaro, artistas brasileños. Los uruguayos no habían ganado nunca.

En 1969 se da que en las tres categorías ganamos los uruguayos.

Pero no figuramos en la historia, ni siquiera en la de los cincuenta años de los canales de televisión, cosa que me extraña.

Me duele que Canal 4, por ejemplo, ni siquiera mencione los Festivales de Costa a Costa que a esa altura estaban más cotizados que el de Viña del Mar que recién empezaba.

PRIMER URUGUAYO EN GANAR FESTIVAL DE COSTA A COSTA

Lo trasmitía Canal 4 acá, lo retransmitía Canal 9 en Argentina y además lo distribuía al resto de América. En ese momento era hasta más importante que el Festival de la Canción de Buenos Aires.

Después sucedieron muchas cosas por las cuales el Festival decae y entre ellas un auspiciador que era autor y ganaba siempre él con distintos cantantes y el festival y esas cosas lo hicieron decaer y perder prestigio. Pero en ese momento en los años 69, 70, 71, era el más importante en esta zona, y Canal 9 le daba una resonancia internacional.

Nuestro país es muy especial. Nunca voy a olvidar que con veintisiete años una noche estaba cantando en Chez Carlos y una mujer que estaba en primera fila -un poco bebida de más- me miró y dijo ¿y este todavía canta? Y yo tenía 27

años…

URUGUAY NO VALORA A SUS ARTISTAS

Claro, fuera donde fuera estaba yo, o en Confitería Ateneo o en el Parador del Cerro. Éramos pocos los cantantes y muchos los lugares donde actuar. Me dolió porque venía en ese momento de Buenos Aires de actuar junto a Roberto Goyeneche y la gente lo escuchaba con un respeto y una admiración enormes.

Esa es un poco la mentalidad de nuestro público. Yo, ahora con nietos, recién me entero de gente que me escuchaba o que iba a verme… porque se lo cuentan a sus nietos. Y entonces viene mi nietito y me dice ¡“abuelo, la nieta de fulano te conoce de cuando cantabas”!

Eso está mal. El argentino es muy espontáneo, no es cholulismo. Si un artista va caminando y alguien te reconoce ese día sos Gardel aunque vayas a pagar la luz atrasada para que no te la corten.

VAS POR LA CALLE Y AUNQUE TE RECONOZCAN NO TE LO DICEN

Es muy bueno saber que lo que uno hace o hizo en alguien repercute.

Nosotros no nos enterábamos porque la gente, después que pasábamos, por ahí se codeaba y decía ¡”ahí pasó José María o Tony Ángelo!”, pero nosotros no nos enterábamos. Eso lo reprocho.

Y otra cosa que nos duele a los artistas en este país es que la gente piensa que eres artista porque no te gusta trabajar, un prejuicio que los argentinos no tienen.

Ellos lo valoran y uno se siente más cómodo allá.

Acá eres uno más, vas caminando por 18, nadie te dice nada. Un día iba caminando detrás de Guarnerio y la gente decía ¡“mirá quién va ahí”!, pero no se lo decía.

Si él supiera la cantidad de gente que lo estaba reconociendo, ese día por lo menos, su ego estaría mejor. El que es artista se cree el mejor porque si no se lo creyera no es artista. ¡Qué mejor para un artista que lo que él hace la gente se lo retribuya!

Me hicieron más marketing por ser el abuelo de 70 años que no pudo ver a su nietito en España que cuando gané los Festivales de Costa a Costa. Quizás me cambie el nombre y pase a ser “José María el abuelo”, ironiza.

RECUADRO 2

CÓMO SURGIÓ ESTA ENTREVISTA

Este mundo globalizado permite que a través de las Redes Sociales la gente esté informada, que esté conectada con personas que quizás nunca llegue a conocer. Son los “amigos o contactos virtuales”.

Hay un nuevo fenómeno que está ocurriendo. El encuentro “en la vida real” de los “amigos virtuales”.

Esto pasó el sábado 12 cuando un grupo de amigos de Twitter nos juntamos en Montevideo para compartir unas horas.

Alguno conocía a alguien pero la mayoría de quienes participamos nos vimos la cara por primera vez.

Había dirigentes políticos, periodistas, profesionales, empresarios, jubilados, gente de trabajo. Fue un clima de respeto e integración más allá de posiciones políticas, religiosas o filosóficas. Fue un triunfo de la tolerancia y del sentimiento de amistad.

Aprovechando este fenómeno de las nuevas tecnologías los uruguayos están empezando a dar un paso más: pasar de “lo virtual a lo real”.

Fue un momento muy lindo que terminó con promesas y planes de próximos encuentros.

Allí estaba Josema, el abuelo deportado de España. Al charlar con él descubrimos a una persona maravillosa y además a un artista de los tantos y tantos que Uruguay olvida.

José María Santos enorgulleció al Uruguay. Qué importante que, como país, también en estos casos, conservemos la memoria.