Buscar este blog

jueves, 5 de junio de 2014

SEMBLANZA Por Oscar Bruno Cedrés ENRIQUE PEREYRA “Campeón con las dos casacas”


Enrique Pereyra, panadero, confitero exitoso, pero antes jugador de fútbol y ganador con las dos de las más tradicionales casacas de nuestro fútbol: la de Lavalleja y la del Palermo fútbol club, en un alto entre amasijo y amasijo, entre masas y bizcochos, en la cuadra de su panadería, nos fue contando su historia deportiva.
Nació en la zona de la Plaza de las Palmas el 4 de enero del año 1956, pero con tan solo un año sus padres se vinieron a vivir a la avenida Julio J. Martínez, cerquita de El Tenis, enfrente al barrio José Machado, zona de influencia del equipo de los Tres Barrios, el Lavalleja, y de él se hizo luego hincha y jugador.
Alumno de la Escuela No. 7 Gral. Artigas, del Liceo 1, Cora Vigliola, hincha en Montevideo de Peñarol, Enrique comenzó desde niño la práctica del fútbol en el baby.
Lo hizo en el Estrella del Este, el equipo de Arigoni y también en el famoso Lyge, el equipo con nombre de marca de bicicleta, el de recordado y querido viejo Oscar Graña que tenía su taller allá por la calle Ángel María Rivero.
En Baby jugó en la selección de Rocha en el primer campeonato nacional, disputado en Montevideo en el hoy recientemente demolido Cilindro Municipal, integrando entre otros el equipo el popular “41” Amorín, Gerardo Corbo, el “Pato” Herley González, el “Ñoqui” Griot y Ruben Amorín,.
También jugó al basquebol, cuando en Rocha todavía teníamos la suerte que había campeonatos de la Liga, lo hizo defendiendo al equipo de Bancarios, el de Bernardo Pienica, de el “Bolita” Aldacor, de los mellizos Montes de Oca.
Con 12 años cruza la avenida e ingresa al templo del fútbol, El Tenis, para defender la albiverde del Lavalleja, lo hace en las famosas cuartas divisiones de Luciano Ernesto Muniz. Con él están Pedro Sosa, el “Cocoa” Cabral, Riverita Carrero, el golero Gargiulo, el “Pato” González, el “Tapón” Vitancurt, la “Juanita” González, dando los primeros pasos en el fútbol grande.
Eran tiempos que jugaban en las tres divisiones del club, y es así que con tan solo 15 años el técnico de la primera de Lavalleja, el “Ofito” Egaña, lo asciende a la primera.
Al año siguiente con la conducción técnica del viejo Nelson González, Enrique sigue en la primera, y lo hace hasta el año 80, ganando en esos años títulos locales y departamentales, 1978 y 1979.
De esos tiempos recuerda como compañeros de equipo al flaco Rivera Carrero, a Luis Ernesto Muniz, al “Ruso” Acosta, al “Cachila” Cruz, a Ramón Sosa, al “Gusano” Pedro Dominguez, al “Tero” Carlos Julio Revelez, al “Pepe” Ángel Dameno, al gran “Nino” González, a “Rubito” Motta, a Roberto “Macholo” Presa, al “Chiquilito” Raúl Cabral, al “Boca” Eduardo Rocha.
Después de su pasaje por el equipo del barrio Machado, Enrique Pereyra y su compadre Nelson González, el “Pato”, van a Peñarol, donde juega un par de temporadas, en tiempos en que los aurinegros rochenses formaran grandes planteles que llegaron a disputar una final por el torneo de la primera división, aquella tan recordada y polémica frente al Atlético Rocha, la que perdieron por un gol a cero, con el “Mario Sobrero” lleno.
A la memoria de Enrique vienen los nombres de selectos compañeros, no solo del fútbol local, sino que también del uruguayo, ya que entre otros vistieron la “tricolor” camiseta del Peñarol de Rocha figuras como Carlos Rodríguez, Ruben Bareño, jugadores que integraron seleccionados uruguayos, el carolino Osmarino Pereyra, campeón del interior con el Atenas de San Carlos, el gran Karpo de León, el “Cuta” Ramos, su hermano Jesús Ramos, el golero José María Motta, Sergio “Manicera” Carrero todos jugadores de los seleccionados rochenses, el ”Chingolo” Machado, siendo los técnicos Bonifacio Nuñez, Oscar Graña Machado, y el peruano Juan Joya Cordero, campeón de América y del Mundo con la casaca del Peñarol capitalino.
En 1985, vuelve a defender al club Lavalleja en la muy recordada liguilla de la divisional “B” donde el equipo de los Tres Barrios obtiene el título y el ascenso. Equipo conducido técnicamente por Walter “Cacho” Cardoso, Rivera Carrero, Albérico Cardoso, el “Pipo” Bonilla, el “Peta” Pioli, “Magoncho” Sosa, Ramón Sosa, Sergio Carrero, Mario Ureta.
Pasa luego a defender la blusa del Palermo fútbol club en la temporada de 1984 y lo hace hasta el 88.
Con el linajudo equipo de la avenida Ituzaingó, integra el equipo que obtiene el primer título de campeones de campeones del interior en el año 1987, aquel de Víctor Guala, de Alberto Martínez, del “Pipo” Pérez, de Carlitos Sosa, del “Pato” González, de Nelson Marcelo Miranda, del “Tono” Redín, del “Semilla” Pérez, de Marcelo Pertusso, del “Pochocho” Fernández, dirigidos por el “Cabeza” Nelson González, con el flaco Rivera Carrero como golero suplente.
De ese pasaje también vienen los nombres de figuras como el “Canario “ Bello, de Daniel Iglesias, del fernandino Morales.
Por un año deja la práctica activa del fútbol y vuelve en el 90, lo hace en la divisional “B” defendiendo al Atlético Rocha, tiempos de Milton Velázquez como director técnico, del “Fosforito” García, del hoy Dr. Juan Carlos Castillos, de Del Puerto entre otros compañeros en el equipo de la casaca xenixe.
También jugó en el Nacional de la ciudad de Castillos, siendo uno de sus compañeros Gerardo Herrera, y lo hizo en la Liga de Lascano, en el Wanderers, donde iban diez jugadores de nuestra ciudad, el “Pepe” Pérez, Luis Gómez, Marcelo Pertusso, el “Cepillo” Sergio Correa, el “pato” Herley González, perdiendo la final por un gol, frente a un rival que también tenía muchos jugadores rochenses.
Estuvo en las dos selecciones celestes, la juvenil y la mayor. En la juvenil en 1973 con Miguel Egaña y en el 74 con el chileno Prieto.
En la selección mayor con Bonifacio Nuñez, pero se lesionó y no pudo jugar.
Jugó de volante, en la selección lo hizo de número nueve, en Lavalleja de cinco, y terminó recostadito de zaguero, de número tres, en Palermo.
Para él el viejo Nelson “Cabeza” González fue el mejor técnico junto al chileno Prieto.
Las vivencias en la otrora sede de la avenida Julio J. Martínez del Club Lavalleja, rodeado de personajes como el “Coco” Amorín, de Artigas Bentancort, de Juan Bentancort, del “Gordo” Cánova, de Juan Longeau, y tantos otros recordados personajes de aquellos lindos tiempos de los albiverdes le quedan como gratos recuerdos, igual que los viajes a jugar a distintas localidades del departamento por los torneos departamentales en el camión de Guillermo Canova, en la temporada de 1979 cuando obtuvieran el título de campeones.
En ese salpicón de gratos recuerdos surge el del partido en el “Sobrero” donde Lavalleja debía ganarle a Irineo de Espada para poder jugar la Liguilla, y el partido estaba empatado en un gol, y hay penal para el albiverde, el que puede ser definitorio, lo tira Juan María González, y el mismo pega en el palo. El viejo “Nino”, les dice luego en el vestuario: “muchachos vine a darles una mano y los dejé afuera de la Liguilla, no juego más al fútbol” y se retiro con 42 el gran campeón del interior del 54.
Como también defendiendo a la selección juvenil deben de enfrentar a la 3ª. de Nacional de Montevideo dirigida por Domingo Pérez, equipo integrado por algunos jugadores de primera división, el técnico rochense le pide que juegan los capitalinos con consideración, por la gran diferencia futbolística. lo que así prometen, y se llevan “flor de baile” ganando los celestes por tres goles a cero.
También Enrique Pereyra ha sabido conducir equipos de primer nivel, primero como técnico del Club Lavalleja en presidencia de Miguel Vitancurt, haciéndolo con un plantel juvenil, luego lo hizo en el Rampla de La Estiva en el 95, en Palermo en la temporada de 2008, también dirige la selección de Rocha en el torneo del Este de ese mismo año, luego nuevamente en Lavalleja, en el 2011 donde obtienen los títulos de Copa Ciudad de Rocha y el torneo local.
En su memoria le quedó grabado el gol que le convirtiera en el Estadio Sobrero, sobre el final del partido, defendiendo a Lavalleja a Moreno, el golero de Peñarol, en partido que iba empatado en un gol y que sirviera para el triunfo de su equipo.
Para Enrique; Karpo de León fue el mejor jugador no rochense que jugó en nuestro medio, Juan María González, el más grande de los jugadores rochenses.
Nos dice sobre el final preguntado sobre su compadre el “Pato” Nelson Herley González;
“ es un hermano de la vida y mi único amigo.”
Al popular “Foca” Pereyra, campeón con las dos casacas tradicionales de nuestro fútbol, como técnico y jugador, nuestra semblanza del día de hoy.
Junio/14
Oscar Bruno Cedrés

No hay comentarios:

Publicar un comentario