Desde su chacra
En una entrevista a Teledía, Mujica habló sobre varios temas, entre ellos el ofrecimiento para ocupar un cargo en la Unasur. Sobre su relación con Astori dijo: “Nos precisamos”
El presidente José Mujica reconoció en entrevista con Teledía el ofrecimiento que le llegó para ocupar un cargo en la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), y dijo que estudiará la posibilidad. “Si no me lleva mucho tiempo, capaz que hago alguna cosa”, indicó.
También habló del día después de dejar la presidencia y aseguró: “Yo tengo el viejo sueño de hacer una escuela con oficios rurales chacareros para botijas que andan por ahí. Voy a pedir, si es posible, que la UTU se haga cargo de algo, pero la idea es dejar una especie de fundación”.
El presidente se refirió a su vínculo con el vicepresidente Danilo Astori y con el expresidente Tabaré Vázquez. Con Astori, dijo que la relación “es como ha sido siempre. Con mucho respeto, con acuerdos y con discrepancias, como debe ser entre hombres del mismo grupo político y que a veces tiene una filosofía distinta de ver la vida". Y agregó: "Nos guste o no nos guste, estamos abrazados a un rencor, porque como a nadie le sobra nada, nos precisamos. Como la sombra tiene el cuerpo. Como el cuerpo tiene la sombra”.
Al referirse a la relación con Tabaré Vázquez, dijo: “Hace 6 días que me reuní con él. A veces viene a mi despacho y a veces lo voy a visitar a la casa, pero prefiero encontrarlo por ahí en un campamento”. Mujica bromeó además sobre algunas cosas de las que habla con el expresidente. “Si yo le digo lo que hablo con Tabaré usted no me va a creer. Va a decir, este viejo me está llenando de versos. Nos ponemos a hablar de la bioquímica y esas cosas”.
Mujica también habló de las tropas de Haití y fundamentó que “por factores de estancamiento político de la propia sociedad haitiana” va a retirar a los militares. Incluso, señaló que en aquel país hace rato que “se tendría que haber convocado a elecciones para renovar el senado. Vemos que no pasa nada”. Y afirmó que no quiere "tener nada que ver con el pasado dictatorial” de la nación centroamericana. “Una cosa es querer ayudar al pueblo haitiano para que construya una policía que se haga cargo de la seguridad y otra cosa es estar indefinidamente ahí con un régimen que por lo menos piense dudosamente en cuanto a una continuidad de renovación democrática”, concluyó.
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