Daniel
Vidart
La ley recientemente aprobada por el gobierno uruguayo sobre
la regulación del consumo de marihuana ha hecho correr lo que antes se
llamaban ríos de tinta y hoy son tormentas electrónicas, las que se han
desatado en el locutorio espacial de las redes.
Como muchos de los amigos de facebook saben, luego de largos estudios de campo en Chile, Argentina y Uruguay que insumieron nueve meses, escribo actualmente un libro titulado Marihuana, la flor del cáñamo.
Adopté este simple y vulgar nombre, por todos conocido, para quitarle el velo de misterio y solemnidad a la voz cannabis.
Dicho término designa a un temible ogro para algunos - los censores que reprimen- o a un ángel bienaventurado para otros, los usuarios que disfrutan de los cogollos empapados por la resina del THC, una substancia que no es un alcaloide.
La noticia de este acto legislativo hoy viaja por el ciberespacio montada en el flete uruguayo que se animó a saltar el alambrado para regocijo de algunos y espanto de otros.
Ya escribí en el pizarrón ubicuo del facebook que una ley es como un cuchillo, hay que probarlo para ver si corta.
En los siguientes ítems voy a detallar la serie de preguntas y cavilaciones que recogí de boca de muchos de mis entrevistados, todos “cultivetas” y “fumetas”.
Aquí van, sin que yo aplauda o censure lo que viaja en alas de la opinión, un resumen de sus dudas recogidas aquí y fronteras afuera. Verum factum: la verdad surge de los hechos, no de las opiniones en pugna. Aguardemos que la ley se ponga en marcha.
1º- Se permitirá el cultivo de seis plantas mediante la siembra de semillas que proveerá el Estado.
¿Serán esas semillas regulares o feminizadas, es decir, que generen plantas hembras, portadoras del THC? Las plantas macho, ya que el cáñamo es dioico, no produce el THC pero son ricas en fibra textil. Entre las seis semillas, de ser regulares, puede que algunas produzcan plantas macho.
¿Cómo será posible probar tal caso y conseguir semillas nuevas para completar las seis plantas?
2º. Dichas semillas
¿serán ofrecidas gratuitamente a quienes se hayan registrado, o habrá que comprarlas?
¿Sólo se debe plantar seis?
Si alguna planta se apesta como a menudo sucede,
¿será posible reemplazarla mediante otra entrega o compra?
En este caso no se alcanzarán a los 480 gramos anuales que permite la ley. Y si de las seis dos se adelantan y florecen, siendo de inmediato llevadas a un oculto secadero y se las reemplaza por dos obtenidas mediante semillas caseras
¿cómo se controlará la manganeta?
3º Según lo expresado por algunas voces oficiales las flores obtenidas de tales semillas tendrán solamente un 3% de THC.
¿Es esto cierto?
Los cultivadores hasta hoy clandestinos siembran semillas que posibilitan hasta un 15% de THC. Alguno me comentó: “si nos ofrecen tal proporción será como fumar orégano”.
4º Las farmacias, mediante receta médica, venderán las flores secas a quienes se registren como usuarios recreativos y/o terapéuticos
¿Qué proporción de THC tendrán esos cogollos para que la terapia sea efectiva?
En el entendido que existen variedades con efectos terapéuticos y otras no tanto
¿cómo hará el usuario para saber cuáles de ellas estará recibiendo?
¿No habrá tráfico de recetas mediante compra de voluntades de médicos venales?
¿Cómo podrán prevenirse los asaltos de maleantes que luego podrán vender los cogollos , creando así un mercado clandestino interno?
¿Estarán de acuerdo los farmacéuticos para convertirse en expendedores?
¿ Habrá un policía cuidando cada una de las farmacias para evitar desvalijamientos y lesiones, cuando no asesinatos?
5º. Si yo me registro, me dijeron muchos usuarios
¿ese acto equivale a que sea considerado como un enfermo o un potencial infractor?
Tal fichaje
¿no equivale a una especie de prontuario policial?
Si cambia el gobierno y la fuerza política triunfante es contraria a la ley de regulación
¿ que puede sucederme: ir preso, ser internado en calidad de enfermo para ser rehabilitado, ostentar una marca social infamante, como la que los nazis hacían con una estrella visible en el brazo del judío y otra en la puerta de sus casas?
6º Alcanza a varios miles la cantidad de plantadores: ¿Quiénes efectuarán el control, de qué manera, en qué oportunidad? ¿Podrá el Estado montar ese aparato inspectivo con gentes entendidas en los usos de la marihuana?
Hubo otras preguntas pero me he limitado a las que considero principales. Tienen ustedes la palabra
Como muchos de los amigos de facebook saben, luego de largos estudios de campo en Chile, Argentina y Uruguay que insumieron nueve meses, escribo actualmente un libro titulado Marihuana, la flor del cáñamo.
Adopté este simple y vulgar nombre, por todos conocido, para quitarle el velo de misterio y solemnidad a la voz cannabis.
Dicho término designa a un temible ogro para algunos - los censores que reprimen- o a un ángel bienaventurado para otros, los usuarios que disfrutan de los cogollos empapados por la resina del THC, una substancia que no es un alcaloide.
La noticia de este acto legislativo hoy viaja por el ciberespacio montada en el flete uruguayo que se animó a saltar el alambrado para regocijo de algunos y espanto de otros.
Ya escribí en el pizarrón ubicuo del facebook que una ley es como un cuchillo, hay que probarlo para ver si corta.
En los siguientes ítems voy a detallar la serie de preguntas y cavilaciones que recogí de boca de muchos de mis entrevistados, todos “cultivetas” y “fumetas”.
Aquí van, sin que yo aplauda o censure lo que viaja en alas de la opinión, un resumen de sus dudas recogidas aquí y fronteras afuera. Verum factum: la verdad surge de los hechos, no de las opiniones en pugna. Aguardemos que la ley se ponga en marcha.
1º- Se permitirá el cultivo de seis plantas mediante la siembra de semillas que proveerá el Estado.
¿Serán esas semillas regulares o feminizadas, es decir, que generen plantas hembras, portadoras del THC? Las plantas macho, ya que el cáñamo es dioico, no produce el THC pero son ricas en fibra textil. Entre las seis semillas, de ser regulares, puede que algunas produzcan plantas macho.
¿Cómo será posible probar tal caso y conseguir semillas nuevas para completar las seis plantas?
2º. Dichas semillas
¿serán ofrecidas gratuitamente a quienes se hayan registrado, o habrá que comprarlas?
¿Sólo se debe plantar seis?
Si alguna planta se apesta como a menudo sucede,
¿será posible reemplazarla mediante otra entrega o compra?
En este caso no se alcanzarán a los 480 gramos anuales que permite la ley. Y si de las seis dos se adelantan y florecen, siendo de inmediato llevadas a un oculto secadero y se las reemplaza por dos obtenidas mediante semillas caseras
¿cómo se controlará la manganeta?
3º Según lo expresado por algunas voces oficiales las flores obtenidas de tales semillas tendrán solamente un 3% de THC.
¿Es esto cierto?
Los cultivadores hasta hoy clandestinos siembran semillas que posibilitan hasta un 15% de THC. Alguno me comentó: “si nos ofrecen tal proporción será como fumar orégano”.
4º Las farmacias, mediante receta médica, venderán las flores secas a quienes se registren como usuarios recreativos y/o terapéuticos
¿Qué proporción de THC tendrán esos cogollos para que la terapia sea efectiva?
En el entendido que existen variedades con efectos terapéuticos y otras no tanto
¿cómo hará el usuario para saber cuáles de ellas estará recibiendo?
¿No habrá tráfico de recetas mediante compra de voluntades de médicos venales?
¿Cómo podrán prevenirse los asaltos de maleantes que luego podrán vender los cogollos , creando así un mercado clandestino interno?
¿Estarán de acuerdo los farmacéuticos para convertirse en expendedores?
¿ Habrá un policía cuidando cada una de las farmacias para evitar desvalijamientos y lesiones, cuando no asesinatos?
5º. Si yo me registro, me dijeron muchos usuarios
¿ese acto equivale a que sea considerado como un enfermo o un potencial infractor?
Tal fichaje
¿no equivale a una especie de prontuario policial?
Si cambia el gobierno y la fuerza política triunfante es contraria a la ley de regulación
¿ que puede sucederme: ir preso, ser internado en calidad de enfermo para ser rehabilitado, ostentar una marca social infamante, como la que los nazis hacían con una estrella visible en el brazo del judío y otra en la puerta de sus casas?
6º Alcanza a varios miles la cantidad de plantadores: ¿Quiénes efectuarán el control, de qué manera, en qué oportunidad? ¿Podrá el Estado montar ese aparato inspectivo con gentes entendidas en los usos de la marihuana?
Hubo otras preguntas pero me he limitado a las que considero principales. Tienen ustedes la palabra
No hay comentarios:
Publicar un comentario