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domingo, 22 de septiembre de 2013

Programas de nuevos partidos Trabajo forzoso, cadena perpetua, derogación del IRPF y rechazo a Aratirí

Seis nuevos partidos quieren dar pelea

El País

Seis nuevos partidos se prestan a dar pelea en las próximas elecciones. Dos ya consiguieron el aval de la Corte Electoral. Uno espera por una respuesta. Y tres están tras las 1.280 firmas requeridas para inscribirse.
Carlos Tapia
En la pasada semana el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) y el Partido Unidos fueron habilitados por la Corte para enfrentarse al Frente Amplio, al Partido Nacional, al Partido Colorado, al Partido Independiente y a la Unión Popular (Asamblea Popular en 2009) en las elecciones que se disputarán el año próximo.
Si de propuestas se habla, el PERI, que entregó 2.000 firmas a la Corte, además de decirle adiós al proyecto de Aratirí (aunque no descartan una minería enteramente uruguaya) y pedir mayores controles para las fabricantes de celulosa que operan en el país, juega fuerte en materia de seguridad. "Somos partidarios de la cadena perpetua para quienes cometan los crímenes más atroces. También queremos impulsar el trabajo forzoso y que los menores que delincan trabajen en el campo, porque esa es la única manera de acostumbrarlos a que se vuelvan personas comunes y corrientes", señala a El País César Vega, exmilitante del FA que dice sentirse "traicionado" por su anterior partido en materia de medio ambiente.
Vega, además, señala que su nueva fuerza política está en contra del IRPF y de "darle la plata a la gente como una limosna sin contrapartida, como hace el (Ministerio de Desarrollo Social) Mides". Además, pide la renuncia "inmediata" del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, por su "ineficacia".
Valeria Kusminski, presidenta del Partido Unidos, que juntó unas 1.500 firmas, propone un país 100% orgánico. "Queremos un lugar sin transgénicos, sin agrotóxicos, sin cosas que destruyan a la naturaleza", sostiene en declaraciones a El País.
Contrario a la instalación de Aratirí, sin embargo, este nuevo partido quiere generar un proyecto minero enteramente uruguayo. "Esto es como en la escuela que nos enseñaban que los uruguayos en la época de la colonia hacían todo mal, le sacaban el cuero a las vacas, se lo vendían a Europa y después compraban zapatos. Acá hacemos lo mismo, se llevan por chirolas el hierro sin procesar", precisa Kusminski
Su compañero Aldo Basenta, en tanto, señala a El País que la propuesta de Unidos "es capacitar a nuestros técnicos, mandarlos a estudiar al exterior y en 10 o 15 años sacar el hierro. No va a pasar nada si esperamos, el hierro no se ha movido de ahí desde hace millones de años".
Con respecto a temas como la inseguridad, Unidos cree que la solución está también en aplicar las leyes que llaman a cuidar la naturaleza. Y explica Kusminski: "La visión es que si comemos sano nos sanamos y si nos sanamos, sanamos a la sociedad".
"El 80% del cuerpo humano es agua. Es un alimento fundamental y en este momento la sociedad está recibiendo agua no pura. Y ya se ven los resultados: violencia, egoísmo, consumismo", agrega Basenta.

En espera.

La semana pasada la Corte observó al partido Unión Para el Cambio, tras hacerle "ligeras observaciones" a su programa. Es la segunda vez que esta fuerza política presenta su proyecto a la Corte. En la primera les fue denegado el permiso a presentarse en las elecciones por utilizar el nombre Partido Uruguayo (que ahora se convirtió en el sublema) y por considerar a la última dictadura (1973-1985) "como una opción necesaria o inevitable".
Carlos González, vocero de Unión Para el Cambio, dijo a El País que su fuerza no defiende el quiebre institucional y que solo se trató "de un error en la redacción, producto de la inexperiencia".
"Si la Corte no nos acepta nos vamos a presentar ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos para denunciar la violación constitucional. Esperemos que la Corte haga las cosas como se tienen que hacer sin hacerle mandados a nadie", agregó González.
Entre otras cosas, Unión Para el Cambio, que entregó 4.500 firmas la primera vez y 2.500 en esta última, propone derogar el IRPF y el IASS, llevar la jubilación mínima a 25.000 pesos y terminar con las políticas de planes sociales. Además, se oponen al aborto, a la legalización de la marihuana y a Aratirí.

Firmas.

El vocero del Partido Verde, Claudio Dizi, por otro lado, explica a El País que aunque el tema ambiental fue lo que motivó la creación de la fuerza (y claro que están en contra de Aratirí y de las fábricas de pasta de celulosa), también tienen propuestas para otros problemas. En lo que respecta a la educación, por ejemplo, quieren aportar para ésta el 6% del Producto Bruto Interno (PBI).
"Para hacer esto se necesita dinero y este se puede conseguir, por ejemplo, si se termina con las zonas francas, porque los que tienen capital van a venir igual a Uruguay. Los que exportan materia prima para afuera dejan muy poco al país, por ejemplo UPM; mientras que cualquier puestito de diarios tiene que pagar todo tipo de tributos", acota Dizi.
El Partido Verde sí está de acuerdo con el IRPF y sostiene que los problemas de inseguridad se deben atacar yendo primero contra "la extranjerización y la concentración de la tierra". Y explica Dizi: "nosotros creemos que para atacar las consecuencias, primero hay que ir contra las causas".
Desde el Partido Liberal Libertario (PLL), en tanto, Gabriel Drach y Alejandro Mut, explican a El País que esta fuerza fue creada por entender que la izquierda "avasalla las libertades económicas y la derecha las libertares personales".
El PLL propone derogar todos los impuestos y suspender los planes sociales "que no hayan cumplido con el resultado de sacar a la gente de la pobreza". En materia de seguridad, Mut señala que proponen "descentralizar los presupuestos para la Policía y que cada uno pueda elegir: si yo estoy cansado de la inseguridad en un barrio me mudo a otro donde la Policía trabaje mejor".
En lo que respecta a la educación, Mut explica que creen que "esta no debería ser obligatoria" y que piensan crear un sistema de vales que funcione en forma de pago con el que los padres puedan elegir a qué escuela pública enviar a sus hijos. Esto en un principio, luego la educación podría ser enteramente privatizada.
Por su parte, desde el Partido Pirata, Gustavo Azambuja aclara a El País que su fuerza política está de acuerdo con los derechos de autor de los artistas, pero "en contra de los derechos que se transfieren a empresas, que se hacen los dueños de una parte de la cultura por 40, 50 o 60 años. Luego, incluso, de la muerte del autor".
"Estamos sí a favor de que los autores sean reconocidos pero no que aquello sea una limitante para la difusión de la cultura. Por ejemplo, hoy en un liceo es ilegal fotocopiar un libro. Nosotros creemos que esas prácticas tienen que ser legales", explica Azambuja.
El Partido Pirata propone un sistema de democracia directa por el que los ciudadanos puedan, gracias a las nuevas tecnologías, elegir tema por tema. "Hoy en día tenemos los medios tecnológicos para que cada familia pueda tomar decisiones en tiempo real sobre lo que pasa", señala Azambuja.
Tanto el Partido Verde, como el PLL y el Pirata confiesan estar lejos de conseguir las firmas necesarias para presentarse.

Las cifras

1.280

Es la cantidad de firmas que requiere la Corte para inscribir a un partido político.

11

Son los partidos quese prestan a pelear por la Presidencia en los comicios de 2014.

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