En distintas
publicaciones y exhibiendo documentación oficial de aquellos años
el maestro Flugel ha desarrollado la historia de esta Colonia desde
el momento en que se afincaron las primeras familias en tierras
fiscales comprendidas entre la Fortaleza de Santa Teresa y el
balneario La Coronilla.
Maestro Félix Flugel
y su señora Líster de los Santos
Señala el autor del
trabajo que en esa zona se abrió un camino vecinal (actual ruta 14)
para luego ubicar a los nuevos “propietarios” en un área
bastante extensa, lo que sin duda estaba lejos de configurar una
población propiamente dicha.
La Colonia de Gervasio
como se le llamó, pretendiendo solemnizar el segundo nombre del
jefe de los Orientales, se habría caracterizado por ser un caserío
poco ordenado y diseminado en la parte este el llamado Potreo Grande
de Santa Teresa.
Con escasos recursos
materiales, los pobladores afrontaron dificultades de todo tipo para
poder insertarse en ese medio y empezar a producir.
En los últimos años
del siglo XIX el país se caracterizaba por la existencia de
numerosos y ambiciosos proyectos que apuntalaban al desarrollo, pero
carecieron de bases sólidas y sustentables, razón por la cual
fueron archivados muchos de ellos, o resultaron en experiencias
penosas para otros.
Esto último, fue el
caso de la Colonia Agrícola de Santa Teresa. Su creación encajaba
perfectamente con otros proyectos regionales como lo eran la creación
de un puerto de ultramar en La Coronilla, la apertura de una vía
férrea entre la terminal marítima y otra a construirse sobre la
Laguna Merín y la ya planeada. La realidad existente y la falta de
escrúpulos demostrada por quienes se proclamaron abanderados de la
idea colonizadora terminó por derrumbar lo poco que se había
logrado. Así las familias llegadas quedaron abandonadas a su propia
suerte sin que pudieran cumplirse las promesas que les habían hecho.
De esta manera la incipiente Colonia se fue extinguiendo lentamente
hasta desaparecer por completo cuando entraba el siglo XX
UBICACIÓN
DE LA COLONIA
“Históricamente –dice
Flugel- las tierras que servirían de asiento a la denominada Colonia
Agrícola de Santa Teresa, constituyeron la llamada Estancia del Rey
en el Potrero Grande,que se extienden hacia el noroeste de la
Fortaleza. La misma se había extinguido en el año 1807 y fue
entonces cuando los vecinos y las tropas apostadas en el Fuerte
incitaron a Juan Acosta para que se afincara en ese paraje para que
lo proveyese de carne y les cuidara la caballada reyuna. Fue así
como el nombrado Juan Acosta recibió a principios del siglo XIX las
dos suertes de estancia, rodeada de bañados y el océano atlántico.
En 1811 Isidoro León de
Ávila que viene a medir estos campos se encontró con serias
dificultades para dar con la figura exacta de ese gran potrero.
Después de 1830, constituido ya el Estado Oriental del Uruguay,
estas tierras pasaron a integrar una larga lista de propiedades
fiscales diseminadas por la costa atlántica, mientras las murallas
de Santa Teresa, olvidadas por el hombre,eran abrazadas por
exuberante vegetación. Eran muy pocos los vecinos radicados en
varias leguas a la redonda. El paraje se caracterizaba por la soledad
y “singular tristeza” según lo define un viajero de la época.
La mayoría de los proyectos no encontraron el apoyo oficial
solicitado, surgiendo la figura de Eduardo Grauer quien contando con
la implicancia de los gobernantes militaristas del período de
Santos, lleva adelante un proyecto para crear una Colonia Agrícola
en la zona aledaña a la Fortaleza de Santa Teresa.
La fundación de la
misma se autorizó contra la opinión fiscal con fecha 22 de agosto
de 1883. A partir de ese momento Grauer inició un largo peregrinaje
tratando de interesar a los futuros colonos, como queda comprobado en
una nota enviada desde la Comisaría de Chuy a la de San Vicente
Mártir de Castillos el día 28 de octubre de 1885 y que dice
textualmente: “Señor Sub Jefe Delegado de San Vicente: En
cumplimiento a lo ordenado por circular de la jefatura de Policía
del Departamento, dado el conocimiento de esta comisaría, el 23 del
corriente se ha hecho saber a lo individuos y familiares de esta
sección que desean afincarse en la Colonia de Santa Teresa, que en
el termino de un mes deben concurrir para oír las proposiciones que
el señor Grauer les expondrá para establecerse en ella. Así como
también que desde el primero de enero próximo de 1886 funcionara en
el expresado lugar una escuela y oficina de correo. Dios Guarde a Ud.
(firmado) José Rodríguez”
De esta manera y
desconociendo las verdaderas dimensiones del asunto y atraídos por
la noticia y por los buenos augurios de quienes impulsaban la
fundación, fueron llegando las primeras familias. Algunos
historiadores mencionan que en esa oportunidad se procedió a la
delineación y amanzanamiento de la planta urbana de una población
que con poco acierto y mucha maña se denominó Gervasio,
pretendiendo solemnizar el segundo nombre del Jefe de los
Orientales.(Orestes Araujo) Pese a no tener una fecha exacta de sus
asentamientos, el relato oral de don Teófilo RosendoFlugel situaba
la llegada de sus abuelos entre los años 1882 y 1883. Debemos
señalar finalmente que diversos documentos encontrados en oficinas
públicas deChuy, avalan la existencia de varios vecinos en el año
1884.
(Nota publicada en
Chuynet.com en el 2003)
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