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lunes, 16 de septiembre de 2013

Dejando los conflictos y encarando la realidad cotidiana. Luis Eduardo Pini

APUNTES


Conflicto de Intereses en un poder en disputa. Parafraseando a la frase que caracterizaba la etapa de un gobierno en disputa.

El gobierno y el poder son dos hechos en la vida, diferentes de lo que normalmente asumimos, como que son lo mismo.

El Gobierno tiene el poder, error, el gobierno tiene la capacidad de manejar hasta cierto punto, determinadas leyes que lleven a catalogarlo, por parte de la opinión pública general, como un buen gobierno.

El poder lo tiene el capital productivo, el capital financiero, el entramado del comercio importador-exportador,  la prensa libre, radios, canales televisivos, los círculos profesionales,  que monitorean permanentemente la realidad, escudriñando hasta en los pelos en la sopa, las consecuencias de dichas apariciones medidas actual y estratégicamente.

Todas esas actividades mediadas o imantadas por un entorno vecino que en nuestro caso, reviste particularísimas condiciones.

Rodeados por dos países hermanos de independencia, con un tamaño y potencialidad económica, que aún no nos damos cuenta como tampoco ellos.

Ya sea por sí o también condicionados, por una región no menos rica e importante como quizás jamás haya existido con la excepción de China.

No soy especialista , ni nada que se parezca, lo que no me puedo negar en el acierto o en el error, es a reflexionar con un lector que no conozco y con el pueblo en general que le guste leer y co-pensar esa realidad,  que generalmente nos niegan(el poder) y que viene a sacarnos del ostracismo, por el solo hecho de pensar.

Esa complejidad del mundo económico de hoy, supera no solo a muchos economistas, cuanto más a nosotros, pobres ignorantes.

Sin embargo en nuestra ignorancia, solo cuatro o seis trabajadores (y por supuesto muchos más en lo cotidiano y contacto en el día a día), barríamos Rocha tratando de explicar el macabro plan de Berchessi, adalid de la reforma de la Seguridad Social, en aquel entonces con la propuesta de las AFAPS.

¡Estábamos en contra!, ¡que atrasados!, ¡estos sinvergüenzas!, etc. para no decir los improperios y amenazas que recibíamos en una, casi cada tres puertas de casas visitadas.

¿Acaso no sentimos hoy, vergüenza de lo que se pensaba?

Hoy mientras que los tradicionalistas ejemplifican, con alguna jubilación ya otorgada y de gente de un nivel de ingreso y por tanto de aporte, muy alto, obteniendo por tanto como excepción esa súper, habilitante  jubilación.

Se olvidan de los miles y miles, que quedarán sin jubilarse o con una jubilación de 3000 pesos como excepción, dentro de los que se jubilen con las más bajas, que van desde los $54 pesos, a esas o similares cifras ridículas y hasta criminales.

El pueblo se olvida también y por otras razones, muchas veces, dónde estaba y donde está.
Aunque se pueda reconocer todavía una cantidad de injusticias y contradicciones.

Se olvida que se han incorporado en acciones solidarias, del conjunto de trabajadores fundamentalmente, que no la oligarquía o ese grupo pequeño de ricos no tan famosos, pero que, siempre tiran la piedra(de la crítica)y esconden la mano, para no ser tenidos en cuenta a la hora de pagar impuestos u otros, que sistemáticamente eluden.

Estas amnesias están dosificadas y reforzadas, por una serie de comentarios cotidianos de disconformidad, de desamparo, de preocupaciones muy sutilmente descargadas por una actitud de los medios que no deben ocultar, pero señores, acordarán, que también suceden infinidad de cuestiones hermosas, buenas y progresivas para el avance de la sociedad, como nunca en 150 años de historia se habían dado.

Hay ámbitos en que se tolera y promueve la discusión y la crítica, hay otros que aún impera el prejuicio, la discriminación y la marginación de participaciones no “especializadas”, porque el saber también tiene dueño y el poder que porta ese saber, no es conveniente lo tenga el pueblo.

Cuando se nos dice que informamos sobre cosas que no tienen importancia, en la salud, en los ámbitos administrativos, o en una simple conversación de crecimiento simple, como:
         Saber la contestación que dio el Ministro de Economía en el Parlamento, ante la carta de la Cámara de Industrias y las otras que realizan todas o casi todas las actividades económicas del país, y en las cuales se divulgan las cifras millonarias y más millonarias, que se les ha concedido de la economía real y/o del gobierno, como ejemplos:
              Exención de impuestos, subsidios, quitas y devoluciones etc. Alguien, no quiere escuchar y con la rabia de la ignorancia y la negación al esfuerzo de entender, grita:
       ¡Déjate de J! son todos iguales mijo! no te das cuenta que son todos lo mismo, que ya estamos podridos que… que te usan …y después se olvidan que existes.

Bien señores, es verdad… es verdad... pero solo es verdad …si, y solo si, yo como individuo busco un lugarcito, en ese trajinar de la vida económica y logro aumentar mi capacidad de compra a través de un puestito, si no, nadie me puede usar, soy libre de elegir cuando, con quien, me voy a asociar o simplemente apoyar, para que me represente, para que ocupe el que mejor considero capaz, de llevar adelante cualquier iniciativa o recurso.

Discriminación arriba, discriminación abajo, motivos nos sobran a unos y a otros,  porque en definitiva lo que hemos perdido son valores, son quilates de entrega solidaria, donde el más desposeído sea el más privilegiado.

Sin dejar por ello la salud propia o la vida, porque tanto una como la otra nos sirven precisamente para aplicar esos valores.

A estudiar y a bañarse, no se si de humildad o de coraje, ¿porque que otro que el miedo, es el causante de tanta insanía social, familiar o individual?

No es justo que tres millones de habitantes,  sigamos mañados  y enredados, en lazos imaginarios del no se puede, de pobreza, de desencuentros mezquinos y estúpidos,  por no animarnos a ser hombres, con todos los rasgos de:
 Inteligencia, I. emocional, I. empática y por sobretodos las cosas, verdad, que ya no es tan fácil de captar, entender y vivir.
El mundo nos va a pasar por arriba, ¿podemos evitarlo?

Contesto con la convicción que me da la seguridad de posibilidad y verdad, ¡Podemos!

Pero  no solo, ¡Debemos!

Nuestros dirigentes que no lo repitan, porque no los he visto y creo que no los veré…

Creo a mi pueblo, veo al indígena o pueblo originario, masacrado en su selva dándonos lecciones, una vez, más de humildad, de fortaleza, de dignidad frente al supuesto imparable Gobierno Mundial de esclavitud y exterminio.

Creo en La Patria Grande, y puede ser una contradicción, pero en las reservas Morales y en nuestros genes, sí, que para algo están, aunque tengamos que descubrirlo.

El único capital  expandible, es y debe ser, el capital humano, en resistencia al opismos utilitario y funcional, a los capitales financieros y capitalistas sin otro fin, que satisfacer egos crecidos hasta que estallen, como sus burbujas financieras, políticas o de guerra.

Es solo un sueño pero si me acompañas a pensar, soñar y actuar, quizás sea la única realidad que podamos vivir tu, quien me acompaña y yo.

Aprendí a soñar con alguien que nos decía sueñen… sueñen…sueñen, no se me reproche ahora, el que haya aprendido a hacerlo.



Luis E. Pini

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