De los siete países de América Latina que este año elegirán presidente, cuatro son hoy de izquierda y esa tendencia va camino a acentuarse
Este año habrá elecciones en siete países de América Latina. No parece una gran noticia salvo por el hecho de que hasta hace poco votar no estaba entre las libertades permitidas. Luego de años donde la derecha se impuso, hoy la corriente predominante es marcada por gobiernos de izquierda que al parecer mantendrán su fuerza e incluso parece que la aumentarán.
Cuatro de los siete países donde habrá elecciones están gobernados por la izquierda (Brasil, Uruguay, El Salvador y Bolivia) y hay chances de que se les agregue Costa Rica, donde también hay un Frente Amplio, socialista, que da batalla. En ese país centroamericano el alto porcentaje de indecisos pone una cuota de incertidumbre sobre quién ganará este domingo 2 de febrero.
Los países de izquierda que pondrán en juego su vigencia apuestan a reelecciones, donde está permitido. En Brasil, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores y con el respaldo de Lula da Silva, va por la reeleeción; lo mismo Evo Morales, que irá por su tercer mandato en Bolivia.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador intentará ganar con el exguerrillero y actual vicepresidente Salvador Sánchez Cerén; y en Uruguay se propone el retorno de un expresidente, el oncólogo Tabaré Vázquez, al que las encuestas dan como favorito.
A esos países se suma Chile, que recientemente decidió que la socialista Michelle Bachelet vuelva a conducir los destinos del país.
Los reclamos de mayor distribución de la riqueza, terminar con la pobreza y la mejora de la economía en la última década volcaron a la población a votar proyectos alternativos a las políticas liberales que fueron perdiendo terreno.
“La alta desigualdad, con pocos ricos y muchos pobres, explica en parte que las poblaciones apoyen a gobiernos de izquierda que aún tienen años por delante para mantenerse en el poder”, dijo a El Observador José María Gamio, catedrático de derecho internacional. El caso paradigmático, señaló, es Brasil que sacó a millones de personas de la pobreza y las sumó a la clase media.
El reducto de la derecha es Colombia, donde el presidente Juan Manuel Santos intenta la paz con la guerrilla comunista de las FARC –Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –. Su posible victoria se lee como un respaldo de la población al proceso de diálogo que será plebiscitado con las elecciones de mayo próximo.
El analista colombiano Andrés Mejía Bernau dijo a El Observador que la izquierda en su país “no tiene el nivel de organización como para poder disputar las elecciones” y además “se presenta con varios partidos y mucha fragmentación”. Por otro lado, hay una percepción popular que asocia a la izquierda con las FARC o sus acciones criminales y eso las aleja infinitamente de poder ganar.
Mejía Bernau definió a Santos como de “centro derecha” y “más conciliador” que su mentor Álvaro Uribe. Eso expone al presidente a recibir votos castigo de la misma derecha que cree que traicionó a Uribe, explicó.
En Panamá, también de derecha, con la economía en crecimiento el presidente Ricardo Martinelli, un millonario de los supermercados, despejó el camino al oficialista José Domingo Blanco que va primero en las encuestas.
Gamio dijo a El Observador que el gran tema en América Latina “es la desigualdad y no solo el subdesarrollo”. “La mayoría de los gobiernos progresistas no fueron a las causas del desarrollo y, a pesar de la bonanza internacional, no todos la aprovecharon para invertir en educación e infraestructura”.
Opinó que en la región hay gobiernos progresistas, como en Uruguay, donde claramente se mantuvo la línea económica de gobiernos anteriores que son de corte más liberal. En materia de integración es claro que las afinidades ideológicas “no sirvieron” y los intereses nacionales siguen primando. “Ahí cada uno protege su casa, como se dio en la relación con Argentina”, comentó Gamio.
El periodista Paolo Lüers del portal El Salvador.com, entiende que la disyuntiva real en América Latina no es entre derecha e izquierda sino entre democracia y autoritarismo. Al ser consultado por El Observador, afirmó que hay países como Uruguay, Brasil, Chile, Panamá y Costa Rica donde, sin importar quién gane, no está en juego la institucionalidad.
En los hechos no hay coincidencias entre los analistas respecto a las ventajas de tener presidentes con afinidades políticas.
Pedro Lorenzo, licenciado en relaciones internacionales por la Universidad de la República, comentó que “la relación política que tengan los gobiernos puede allanar el camino a más integración en un momento dado, pero si los acuerdos alcanzados no llevan el esquema ‘ganar ganar’, tarde o temprano dicho sistema de integración caerá en desuso”.
En su investigación acerca de la incidencia de los actuales gobiernos de izquierda en América Latina en el proceso de integración comercial de la región, Anamaría Gutiérrez Giraldo y Carolina Ortiz Ortiz concluyeron que la nueva posición política de los países afecta la integración comercial.
En definitiva, los vínculos comerciales están ligados a las relaciones diplomáticas que generan el intercambio entre los países, escribieron.
De todas maneras, si bien hay indicios de lo que puede pasar, las elecciones, primero, hay que ganarlas.
El analista argentino Mario Riorda opinó: “No se vislumbran bloques homogéneos que se consoliden en función de un efecto dominó. Como en todas las elecciones, el factor local de cada país explica centralmente los resultados.
Pero suele haber efectos contagio de buena parte del electorado de formar parte de modelos exitosos o extrapolables en la región. Nada de eso funciona ahora, y, si sucede, es más bien para castigar o diferenciarse de un modelo que para seguir una tendencia preestablecida”.
Riorda, magíster en política y exdecano de ciencias políticas de la Facultad de Córdoba, dijo a El Observador que “tanto en gobiernos conservadores como progresistas, muchos de los triunfos no son –o no serán– tanto por méritos de su buen gobierno, sino por la falta de articulación electoral de la oposición.
A pesar de esto, es más probable que los oficialismos, como en casi una década, tengan más chances de ganar que de perder en la mayoría de los desafíos electorales”, opinó Riorda.
De ocurrir esto, la izquierda mantendrá y hasta puede aumentar este año su supremacía en América Latina.
(Producción: Ruth Goldberg)
Siete elecciones en 2014
Brasil.Las elecciones serán el 5 de octubre. De ganar Dilma Rousseff –aunque aún no confirmó su candidatura–, el Partido de los Trabajadores conseguirá estar 16 años en el poder.
A pesar de las protestas sociales ocurridas en junio de 2013, lo que golpeó a su figura, Rousseff hoy se posiciona como la favorita para ganar las elecciones, incluso sin necesidad de ir a una segunda vuelta. La imagen actual de Rousseff supera a la que tenía su mentor Lula da Silva. Las encuestas la dan obteniendo un respaldo cercano al 50% y su rival más cercana es la ecologista Marina Silva que, de ser la candidata del Partido Socialista, conseguiría hoy un apoyo del 25%.
Uruguay
Las elecciones presidenciales y parlamentarias serán el 26 de octubre. Los candidatos se elegirán a mitad de año en elecciones internas. El Frente Amplio buscará, seguramente con Tabaré Vázquez, mantenerse en el poder. Las encuestas lo dan como el favorito para ganar, pero no está claro si obtendrá mayoría parlamentaria. De no obtener 50% de los votos, deberá irse a un balotaje. En la oposición, el Partido Nacional elegirá entre el senador Jorge Larrañaga, que va primero en los sondeos entre los votantes blancos, y el diputado Luis Lacalle Pou de proyección ascendente. En el Partido Colorado, el senador Pedro Bordaberry será el contendor. Sus asesores reconocen que las encuestas dan el segundo puesto al Partido Nacional, pero afirman que cuando se pregunta por qué candiato votará, Bordaberry queda segundo y se posiciona para el balotaje.
Colombia
Las elecciones serán el 25 de mayo. El actual presidente Juan Manuel Santos se enfrentará casi inevitablemente a una segunda vuelta electoral con Oscar Zuluaga, del partido Uribe Centro Democrático, del expresidente Álvaro Uribe. No obstante, Santos le lleva una amplia ventaja en votos y las principales encuestadoras del país aseguran su triunfo. El mismo día de las elecciones se habilitará una consulta popular para que la ciudadanía decida acerca del proceso de negociaciones de paz que el gobierno lleva adelante con la guerrilla de las FARC. Los principales especialistas colombianos consideran que el buen desempeño de Santos en esa negociación es un factor determinante para el éxito de su reelección. Las izquierdistas Clara López, del Polo Democrático Alternativo, y Aída Abella, de la Unión Patriótica, están lejos de poder ganar.
Costa Rica
Las elecciones serán este domingo 2 , donde la izquierda, con el partido socialista Frente Amplio, tiene amplias posibilidades de ganar por primera vez en el país. En Costa Rica la reelección no está permitida, lo que deja fuera de carrera a la presidenta Laura Chinchilla. La disputa será entre el oficialista Partido Liberación Nacional que propone a Johnny Araya (que va primero en las encuestas) y la izquierdista José María Villalta (Frente Amplio). Aún hay 33% de indecisos y cerca de 20% decidió que no irá a votar. Esos datos complican a los analistas a la hora de afirmar quién ganará. Las encuestadoras prevén una segunda vuelta, ya que ninguno de los dos candidatos alcanza el 40%.
Bolivia
Las elecciones serán el 5 de octubre. Con más de 50% de aprobación, el actual presidente de Bolivia, Evo Morales, con el Movimiento al Socialismo (MAS), llega como favorito para obtener su tercera presidencia. Si bien Bolivia no permite tres gobiernos consecutivos, el Tribunal Constitucional lo habilitó al considerar que su primera legislatura (2006-2010) no computa porque no llegó a su fin, y con la reforma de la carta magna se refundó el país. En 2009, Morales llamó a elecciones.
Los votos de los bolivianos en 33 países también favorecen al actual presidente, aunque en la clase media local hay descontento con el gobierno, dijo a El Observador el analista político Carlos Cordero.
El Salvador
Las elecciones se celebran este 2 de febrero. El actual presidente, el moderado Mauricio Funes, con el triunfo del partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) puso fin en 2009 a 20 años de la derecha en el gobierno. Si bien las encuestas le otorgan al actual vicepresidente y exguerrillero Salvador Sánchez Cerén (FMLN), el mayor apoyo de los electores, se prevé que haya una segunda vuelta en abril. El contendente será Norman Quijano, hoy alcalde de San Salvador y representante de la derecha por el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena). En El Salvador la reelección no está permitida. Los habilitados a votar son 4,9 millones y por primera vez se habilitó el voto postal en 16 países para residentes salvadoreños en el exterior.
Panamá
Las elecciones tendrán lugar el 4 de mayo. El partido en el gobierno, Cambio Democrático, del multimillonario conservador Ricardo Martinelli, actual presidente de Panamá, busca mantenerse en el poder con el candidato José Domingo Arias. Su rival es el líder del Partido Revolucionario Democrático, Juan Carlos Navarro. En tercer lugar está el actual vicepresidente Juan Carlos Varela, quien pasó a ser opositor de Martinelli luego de varias acusaciones de corrupción, pero sin desvincularse de su cargo en el Ejecutivo. En Panamá no existe la segunda vuelta electoral. Según las principales encuestas, la derecha se mantendrá en el poder.
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