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miércoles, 19 de febrero de 2014

La vida como un tango con serpentinas de esperanza


 
Programa Barrido Otoñal- IM
2do. Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos
Dpto. de Desarrollo Social- Secretaría de la Mujer
Fiesta de cierre – edición 2013

Por Verónica Terán
Fundación SaludArte

Hay música pero no de la tradicional, los sonidos vienen de las escobas, palas y bolsas de basura con las que durante 10 meses trabajaron las mujeres de El Abrojo en el proyecto Barrido Otoñal. Los palos de las escobas acompañan al ritmo, hacen de percusión, parecen tambores de candombe, las mujeres que interpretan la música llevan camisetas iguales en las que se reza el nombre de la organización. Las mujeres del público, que trabajaron con las otras cinco organizaciones sociales que participaron del convenio con la IM en el desarrollo y perfeccionamiento de las habilidades laborales de las mujeres incluidas en el Programa (Tacurú, La Bonne Garde, Acción Promocional 18 de Julio, Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, Uruguay y Casa de la Mujer de la Unión), acompañan con sus aplausos el ritmo de la música. Entre el público también se encuentra la Intendenta de Montevideo Ana Olivera, la coordinadora ejecutiva de la Secretaría de la Mujer de la IM Elena Ponte, las responsables del Programa Rosario Russi y Lic.Lourdes Pérez, y otras integrantes del equipo de dicha Secretaría.
Las mujeres actúan, se ríen y se miran entre ellas; están felices de que su interpretación guste al público. En el ambiente se siente la camaradería y el compañerismo. Estas jefas de familia que viven en condiciones de pobreza se llenan de emoción mientras realizan pasos de baile en el escenario. Así termina su interpretación titulada Barullo Otoñal.
Lola (Ivana Etiéz), animadora y payasa de SaludArte, una organización civil que promueve la salud de la población uruguaya a través del arte y el humor desde hace 15 años, viste elegantemente con una falda y medias de puntos blancos y hace la presentación de los grupos, animando la actividad. Ahora es el turno de la Casa de la Mujer. Las mujeres llevan unas camisetas blancas con un corazón verde en el centro y con su nombre en alto en una banderola. Antes de salir a escena conversan entre sí, ultimando los detalles previos a su presentación. El espacio destinado para el evento es el Centro de Desarrollo Económico Local CEDEL, ubicado en el Parque Rivera, que está adornado con globos de diferentes colores y una bandera de la Casa de la Mujer que tiene las firmas de las participantes del proyecto. Lola no les deja empezar el show, quiere contar una anécdota que le ocurrió a Romina, a quien cuando pasa por la calle haciendo el barrido la piropean. Todas ríen con la historia, porque además tiene una amiga que es la responsable de gestionarle los bombones. Más risas y algunas caras de picardía complementan la historia.
Ahora sí, es momento de empezar con el show, van a cantar Color Esperanza de Diego Torres. Las mujeres se sitúan ordenadamente, como si de un coro profesional se tratara. Dos filas con los papelitos para leer la letra de la canción, aunque algunas no lo usan, se la saben de memoria. La música suena y empieza el primer estribillo: “Sé que hay en tus ojos con solo mirar, que estás cansado de andar y de andar y caminar girando siempre en un lugar”. Aún están un poco tímidas, pero cuando el coro arranca todas cantan a voz en cuello “Saber que se puede querer que se puede, querer que se pueda, quitarse los miedos, sacarlos afuera, pintarse la cara color esperanza, tentar al futuro con el corazón” son acompañadas por los aplausos de las demás mujeres.
Las mujeres de la Casa de la Mujer tomaron muy en serio la letra de canción y llevan en sus mejillas dibujadas una delicada flor de color rosado y verde. Mueven sus cuerpos de derecha a izquierda al ritmo de la música, están felices, su presentación ha sido todo un éxito. Al finalizar Blanca toma la palabra, está emocionada, se nota en el temblar de sus manos mientras agarra el papel donde están las palabras que va a decir, agradece de corazón a sus compañeras y a las personas que hicieron para ellas realidad la oportunidad de tener un trabajo durante diez meses y poder contar con cinco horas semanales de capacitación durante ese período.
Ha llegado el tango a escena, las mujeres de CIEDUR visten sus mejores galas tangueras, vestidos negros y una flor roja en la cabellera, o bien están ataviadas de un traje rojo con una flor negra que les hace juego. La escenografía es armada mientras Lola va contando más historias. Están listas, hay dos mesas y algunas sillas en el escenario, la obra empieza con la narración de la historia del tango y desde un violín salen los acordes de la música de Bajo Fondo que es acompañado por los pasos de baile, arrastran los pies y en el fondo el sonido de una escoba que barre lo que hay a su paso.
Dicen que el barrido las volvió sabias, fuertes y tolerantes. Bailan al ritmo de la música en parejas o en rondas, en grupos en un principio, mientras las demás integrantes de la organización las miran sentadas desde las sillas colocadas en el escenario, esperan su turno. Desde el público se siente como disfrutan bailar el tango, se percibe su emoción y la pasión que le ponen al baile. Ahora se escucha La Cumparsita, todas bailan juntas haciendo una ronda, mejor dicho dos, una dentro de la otra. Con el movimiento de los cuerpos, los vestidos negros se entremezclan con los vestidos rojos de tangueras. Las mujeres, todas jefas de hogar con personas a cargo, se divierten y el público también aplaude sin parar.
Ahora es el turno de la Bonne Garde, sus ropas no son demasiado llamativas, lo que resalta son los atrapa sueños que cuelgan de sus cuellos y de la banderola que llevan a cuestas. Lola cuenta otras dos historias que les pasó a estas mujeres. Primero cuenta que una de las señoras en el trajín y los apuros del día iba hecho un bólido por las calles y de repente la rueda del carrito se soltó, y tuvieron que correr por algunas cuadras para detenerlo. Las presentes se ríen con la historia. La segunda anécdota es de cuando una de ellas encontró a un hombre dentro de un contenedor de basura, tal fue el susto de la señora que salió corriendo sin dar crédito a lo que había pasado.
Ahora sí ha llegado el momento del show de Bonne Garde. Las mujeres caminan descalzas por el escenario y cuando están todas listas corean al unísono “Montevideo qué lindo te veo… Montevideo con tango y camdombe… con olor a mujeres”. Empiezan a bailar al son de un tango, la música es complementada con el sonido que hacen sus manos al golpear entre sí y con sus piernas, es música hecha por mujeres para más mujeres. Se toman las manos y bailan unidas al ritmo de la canción.
Luego elevan sus atrapa sueños en el aire, como para demostrar que hay que soñar para poder cumplir los objetivos. Al fondo la música dice “Porque tus sueños te darán lo que la vida no te da”. Son una ronda de mujeres alzando sus atrapa sueños, bailan y corean la canción, están cada vez más emocionadas. En sus rostros, como en el de las demás mujeres, todas nosotras incluidas, se detona alegría y esperanza. Saben que es el fin de una etapa, pero al mismo tiempo es el inicio de algo nuevo: mujeres empoderadas para el ejercicio de sus derechos y para una vida libre de discriminación y violencia.
Ya no son sólo las mujeres de Bonne Garde las que bailan en el escenario, han sacado a las demás a bailar, todas se unen a la fiesta, juntas corean una nueva canción, hay mucha alegría en el ambiente, entre ellas se han generado lazos de amistad. Durante diez meses estas mujeres han trabajado en el barrido de veredas, en torno de los árboles y contenedores, limpieza de cordones y papeleras municipales Ahora se abrazan y a algunas se les sale alguna lágrima de emoción. Gracias a su participación en el programa Barrido Otoñal se sienten fortalecidas, empoderadas y en mejores condiciones para desarrollar estrategias de generación de ingresos.
Finalmente ha llegado el momento de continuar y forjar nuevos sueños, sueños en que la igualdad de género y de oportunidades estará presente como un derecho fundamental.


1 comentario:

  1. Vamos pueblo mediocre publiquen un comentario p será que no podemos ver a tantas mujeres superadas y felices ? O será que sólo vemos lo malo? Estoy feliz super feliz por esas amas madres y padres de casa fffeelllliiiiizzzzzz

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