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lunes, 3 de febrero de 2014

RUBEN BETANCOR: UN CHUIENSE EN MIAMI. “Adultos Pequeños” Por Julio Dornel


                                               Escritor y periodista Julio Dornel
                                                                           Rubito
Un breve comentario realizado desde Miami por el chuiense Ruben Betancor, sobre la edad en que deben comenzar los niños a practicar deportes, ha sido el disparador para reencontrarnos con este hijo de Chuy y del “Canario” Betancor, que un día, como tantos compatriotas abandonó el paisito en busca de nuevos horizontes. Profesor de Educación Física, Técnico Deportivo de Fútbol, trabaja actualmente en las escuelas “Key Biscayne Soccer Club” y “Santos F.C. Soccer Academy” y el próximo mes comenzará un programa propio de entrenamiento integral de fútbol para niños “DXT- Soccer Training”.

RESPETAR EL MUNDO DE LOS NIÑOS”.

El concepto se refiere a la especialización temprana de los niños en el deporte y a cómo padres y entrenadores con el fin de satisfacer necesidades propias, no las que el niño tiene en su presente edad y para su futuro adulto, lo lanzan a un camino incierto dentro del deporte.

Con estas decisiones muchos quedan en el camino, ya sea porque no conservan el talento que tenían durante la infancia o porque “jugar con una pelota” no es lo mismo que comprometerse con una carrera deportiva, donde se debe “renunciar” a muchas cosas.

Como punto de comienzo y análisis a este problema, padres y profesionales del deporte deberán conocer y respetar los derechos que poseen los niños con respecto a la práctica deportiva. Solo así se podrá lograr que el niño deportista-aprendiz sea más propenso al éxito que al fracaso.

Respetando su mundo, que es diferente del mundo del adulto, ofreciéndole información para que pueda expresarse, tener opiniones y participar en las decisiones que lo afectan, estaremos en el buen comienzo de esa relación de deberes y derechos para entonces hacer la mejor elección.
Los niños tienen derecho a divertirse en su participación deportiva y tienen una forma especial y diferente de percibir el juego y la diversión, en comparación a los adultos.
El niño debe jugar como un niño y no como un adulto. El espíritu de competición está presente en su desarrollo desde temprana edad y est
á bien que compita, pero dentro de una competición organizada adecuadamente sin imitar las competencias de los adultos.
El deporte para ellos verdaderamente significa diversión. Sin embargo con la influencia del adulto podemos apreciar cómo ese concepto de diversión se transforma en alegría o amargura como sinónimos de victoria o derrota. Para el niño las victorias y marcas no son la cosa esencial del deporte, sino la ampliación de conocimientos, la satisfacción y el mejoramiento de si mismo.

A todos nos corresponde valorar y hacer respetar los derechos de los niños y jóvenes deportistas: Salud, Familia, Igualdad, Identidad, Educación, Participación, Protección, Juego.
Autoridades políticas, dirigentes deportivos, entrenadores, padres de familia, periodistas y profesionales del deporte, debemos valorar y darle el carácter de importancia que el tema tiene, de lo contrario estaremos justificando la improvisación, desorganización y todas las acciones que se traducen en la manipulación del niño con el único fin de que el adulto obtenga ventajas personales- dijo finalmente el Prof. Betancor.

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