Escritor y periodista Julio Dornel
Rubito
Un
breve comentario realizado desde Miami por el chuiense Ruben
Betancor, sobre la edad en que deben comenzar los niños a practicar
deportes, ha sido el disparador para reencontrarnos con este hijo de
Chuy y del “Canario” Betancor, que un día, como tantos
compatriotas abandonó
el paisito en busca de nuevos horizontes. Profesor de Educación
Física, Técnico Deportivo de Fútbol, trabaja actualmente en las
escuelas “Key Biscayne Soccer Club” y “Santos F.C. Soccer
Academy” y el próximo mes comenzará
un programa propio de entrenamiento integral de fútbol para niños
“DXT- Soccer Training”.
“RESPETAR EL MUNDO DE LOS NIÑOS”.
“El
concepto se refiere a la especialización temprana de los niños en
el deporte y a cómo
padres y entrenadores con el fin de satisfacer necesidades propias,
no las que el niño tiene en su presente edad y para su futuro
adulto, lo lanzan a un camino incierto dentro del deporte.
Con
estas decisiones muchos quedan en el camino, ya sea porque no
conservan el talento que tenían durante la infancia o porque “jugar
con una pelota” no es lo mismo que comprometerse con una carrera
deportiva, donde se debe “renunciar” a muchas cosas.
Como
punto de comienzo y análisis a este problema, padres y profesionales
del deporte deberán conocer y respetar los derechos que poseen los
niños con respecto a la práctica
deportiva. Solo así se podrá lograr que el niño
deportista-aprendiz sea más propenso al éxito que al fracaso.
Respetando su mundo, que es diferente del mundo del adulto, ofreciéndole información para que pueda expresarse, tener opiniones y participar en las decisiones que lo afectan, estaremos en el buen comienzo de esa relación de deberes y derechos para entonces hacer la mejor elección.
Los
niños tienen derecho a divertirse en su participación deportiva y
tienen una forma especial y diferente de percibir el juego y la
diversión, en comparación a los adultos.
El niño debe jugar como un niño y no como un adulto. El espíritu de competición está presente en su desarrollo desde temprana edad y está bien que compita, pero dentro de una competición organizada adecuadamente sin imitar las competencias de los adultos.
El niño debe jugar como un niño y no como un adulto. El espíritu de competición está presente en su desarrollo desde temprana edad y está bien que compita, pero dentro de una competición organizada adecuadamente sin imitar las competencias de los adultos.
El
deporte para ellos verdaderamente significa diversión. Sin embargo
con la influencia del adulto podemos apreciar cómo
ese concepto de diversión se transforma en alegría o amargura como
sinónimos de victoria o derrota. Para el niño las victorias y
marcas no son la cosa esencial del deporte, sino la ampliación de
conocimientos, la satisfacción y el mejoramiento de si mismo.
A
todos nos corresponde valorar y hacer respetar los derechos de los
niños y jóvenes deportistas: Salud,
Familia, Igualdad, Identidad, Educación, Participación, Protección,
Juego.
Autoridades
políticas, dirigentes deportivos, entrenadores, padres de familia,
periodistas y profesionales del deporte, debemos valorar y darle el
carácter de importancia que el tema tiene, de lo contrario estaremos
justificando la improvisación, desorganización y todas las acciones
que se traducen en la manipulación del niño con el único fin de
que el adulto obtenga ventajas personales- dijo finalmente el Prof.
Betancor.
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